CAPITULO 6

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—¿Pero qué haces? —Kyungsoo se subió su ropa interior y sus pantalones con rapidez. Su cara estaba roja y sus ojos llorosos.

Kai no respondió, ni siquiera dijo algo para burlarse de él, todavía estaba procesando lo que había escuchado de Kyungsoo momentos antes. Soo se limpió las lágrimas con su brazo, el íncubo pudo ver que le temblaban los labios, ¿realmente le daba tanto asco? Sería mejor dejar las cosas como estaban, ya no quería seguir viendo esa cara molesta y llorosa de nuevo.

—Te acompañaré a la iglesia, vamos —Kai intentó tomarlo del brazo, pero Soo lo apartó.

—¡No! Déjame… me voy a casa —Kyungsoo salió corriendo, esta vez Kai no fue tras él, cierta culpa le impidió hacerlo.

***

Chanyeol acercó su mano al chico que dormía plácidamente. Su dedo índice tocó su mejilla e inmediatamente lo quitó dándose cuenta de lo arriesgado de su atrevimiento. No estaba bien, si el joven lo descubría sería su fin.

—¡Me están picando los moscos! —gritó Baek agitando sus manos para “alejarlos”.

Yeol se mordió el labio para no reír, ese chico era la idiotez en persona. Haciendo el menor ruido posible se alejó de él caminado hacia la calle, nadie podía verlo así que aprovecharía para dar un pequeño paseo y curiosear a los humanos del pueblo, no todos los días podía hacer algo como eso, en realidad jamás lo había hecho.

Despidiéndose mentalmente del chico avanzó por las calles. Al caminar por una de ellas pudo percatarse a lo lejos de una figura conocida, era Kai. Sonrió al verlo, pero su humor se desvaneció al mirar que estaba con un chico, y se besaban.

—¿Pero qué demonios…? —no terminó su pregunta, vio como ese joven le daba una cachetada nivel Dios, y justo unos segundos después salía corriendo del callejón. Chanyeol no lo podía creer, ¿en qué nuevo problema estaba metido Kai?

—¡Maldición! —lo escuchó quejarse y dar un puñetazo a la pared de roca.

—Kai —se atrevió a llamarlo, este volteó a verlo. Después caminó hacia él. Solo Kai podía verlo ya que los íncubos podían controlar quien los miraba.

—Chanyeol, hola, ¿qué haces aquí? —preguntó sin muchos ánimos.

—Te estaba buscando. Oye, no quiero ser entrometido ni nada parecido, pero te acabo de ver con una persona, no estás en problemas de nuevo, ¿o sí?

—No es nada, él es algo diferente —se limitó a responder, pero Yeol no estuvo conforme.

—¡Es un hombre!

—No me importa —Kai suspiró—. Lo conozco desde que era un niño, me atrae demasiado, Chanyeol, quiero tenerlo.

—¿Te das cuenta de lo que eso significa? Una cosa es besarlo y otra muy diferente querer tener sexo con él. Somos íncubos, se supone que buscamos mujeres, no hombres, eso déjaselo a las súcubos.

—¿Acaso nunca has sentido atracción por un hombre? —Yeol recordó al chico de hace un momento, no supo qué responder. Kai sonrió—. Le di mi beso a Kyungsoo cuando éramos apenas unos niños, le conté de mí y mis poderes, me aceptó. Pero papá le borró la memoria y no me recuerda. Me caliento nomás lo veo, ¿qué se supone que debo hacer?, ¿ignorarlo?

—Creo que necesitas una mujer, pero si la matas estarás en problemas —sugirió Chanyeol—.  Podrías ir al burdel y buscar una súcubo que te complazca, así evitas a las humanas por ahora.

Tal vez Yeol tenía razón, necesitaba despejarse de todo, así dejaría de pensar en Kyungsoo y su patético olor. Sí, eso haría, tomaría toda una semana de sexo desenfrenado.

***

Kyungsoo tomó la pomada entre sus manos y comenzó a frotar en su cuerpo lastimado, una semana atrás su padre le había pegado por regresar de la iglesia temprano y no seguir con sus rezos como le había indicado. Todo por culpa de ese chico. Desde aquel encuentro en el callejón había pasado una semana, no lo había vuelto a ver desde entonces y supuso que por fin lo dejaría en paz.

Por otro lado, la golpiza que le dio su papá lo había dejado días en cama, ¿por qué tenía que ser tan estricto?, ¿por qué le pegaba?, ¿acaso no lo amaba? Su mamá le tenía miedo y no se atrevía a contradecirlo, así que cada vez que le pegaba ella desviaba la mirada asustada, lo único que había hecho por él en esos días fue dejarle esa pomada para curar los moretones en su cuerpo.

—Dios, ¿está bien que papá me golpee? No es mi culpa, fue él, ese chico intentó… —llevó sus manos a su rostro esperando no llorar. Vagamente recordó como correspondía a sus besos y caricias, como se había excitado— ¿Por qué lo hice? No entiendo qué fue lo que me pasó. Ayúdame, no debería seguir pensando en él, no está bien.

—Kyungsoo —escuchó unos leves golpecitos a su puerta, era su madre—. Kyungsoo ¿estás despierto?

—Pasa, mamá —respondió, hecho un ovillo en su cama envuelto en las sábanas.

—Tu amigo Luhan está aquí. Quiere invitarte un rato afuera. Todavía es temprano así que… vuelve a casa antes de las 8:00.

—No mamá, no me siento bien —sintió la mano de su madre posarse en su cabeza.

—Sal a distraerte, tu papá regresa tarde hoy, además yo te estoy dando permiso. —Kyungsoo la encaró, todavía podían vérsele en la piel de su hombro ligeros moretones.

—Está bien. Gracias, mamá.

***

Kai y Chanyeol habían estado frecuentando el único burdel en el pueblo. Ese lugar había sido producto de diversas peleas en el poblado, pero a pesar de todo las personas no pudieron hacer que lo quitaran ya que era un negocio que dejaba buenos ingresos al presidente municipal, claro que este ocultaba bien su participación en el negocio.

Kai se vestía ante la atenta mirada de una mujer, o más bien una mujer súcubo, como su especie. Se colocó la camisa y vistió completamente de negro como acostumbraba. Había permanecido con esa mujer desde la noche anterior y ya comenzaba a oscurecer de nuevo, su madre seguramente le diría a su papá si tardaba más de la cuenta.

—¿No quieres otra ronda? —le dijo la súcubo desde la cama.

—No puedo. Te veo otro día, preciosa —Kai salió de la habitación, fuera en la zona del bar lo esperaba Chanyeol.

—Te tomaste tu tiempo, jamás me había visto en la necesidad de estar en este lugar, ¿y cómo te sientes? —Kai sabía perfectamente que su amigo se refería al humano aquel.

—Perfectamente —sonrió y Yeol hizo lo mismo. Los dos salieron, Chanyeol cuidando el hacerse invisible para no ser descubierto en medio del pueblo lleno de humanos, y Kai con una sonrisa de oreja a oreja que se desvaneció apenas miró al frente.

Ahí estaba nuevamente ese chico, y lo tenía a escasos dos metros de distancia, ¿qué hacía él ahí? El joven de cabello negro bajó la mirada avergonzado y volteó de perfil para no mirarlo de frente. Venía acompañado de otro chico, un joven alto de buenas facciones. Apretó los dientes, definitivamente estaba a punto de entrar al burdel, ¿acaso ese cuento de ser puro y un santo eran simples tonterías? Eso parecía.

—Vámonos, Luhan hyung —lo tomó de la mano y arrastró tal como él lo había hecho hacía un momento. No estaba en sus planes ir a ese sitio de mala muerte, pero Lu lo había obligado prácticamente.

—¡Alto! —gritó Kai, haciendo que los dos se detuvieran. caminó hacia ellos y tomó a Soo del brazo fuertemente, este intentó no gritar pues había presionado fuerte en su piel lastimada—. ¿Qué demonios haces tú aquí?

—Suéltame —pidió Soo, pero Kai lo apretó más, Kyungsoo resistió el agarre con dolor.

—¿Y tú quién eres?, ¿Conoces a Kyungsoo? —preguntó Lu.

Luhan observó a Kai, por como miraba a Soo supuso que eran conocidos pero no entendía en qué momento Kyungsoo se había hecho un amigo como ese, tenía la pinta de chico malo en todo su cuerpo.

—Te vienes conmigo —Kai lo jaló y lo cargó en sus brazos.

Tanto Soo como Luhan, incluso el invisible Chanyeol abrieron mucho los ojos. Kyungsoo miró con terror a Kai, pero este se limitó a sonreír, no dejaría que Soo entrara a ese lugar de mala muerte, no permitiría que se metiera con alguna mujer, si eso es lo que buscaba. No se podía hacer otra cosa ahí.

Comenzó a correr a una velocidad moderada y humana, pero una vez que perdió de vista al amigo de Soo, aumentó la velocidad hasta el punto de recorrer una gran distancia en muy poco tiempo. Algo improbable e ilógico.

Cuando Kyungsoo abrió los ojos se encontró en su habitación, la cara de asombro fue evidente, no entendía cómo le había hecho ese abusador para llegar hasta ahí tan rápido, ¿había entrado por la puerta de su casa? Era imposible, mucho más suponiendo que brincó por la ventana con él en brazos.

—¿Cómo…? —no terminó su pregunta, Kai lo lanzó al colchón.

—¿Por qué estabas en ese lugar?, me dijiste que eras virgen, ¿acaso querías perderla yendo a ese sitio tan sucio?

—No es de tu incumbencia. —Se atrevió a responder, pero mala idea, Kai lo levantó de la cama y apretó ambas muñecas. Soo se quejó levemente, eso llamó la atención de Kai ya que no lo apretó tan fuerte.

—¿Qué es esto? —dijo poniendo atención a sus brazos. Subió el suéter y vio las manchas. Sin permiso desabotonó el suéter y camisa para darse cuenta de la realidad, Soo estaba muy lastimado. Lo miró seriamente— ¿Quién diablos te lastimó?

Kyungsoo agachó la mirada, siempre hacía eso para evitar que vieran su vulnerabilidad, pero Kai no estaba para juegos. Volteó a Soo para ver su espalda ahora desnuda, los golpes eran peores en esa área. Apretó los puños, ¿quién había sido capaz de lastimar a semejaste criatura?

—Contéstame, ¿quién fue?

—No importa ya —respondió con voz apagada, y Kai se molestó.

—¿No importa? Ni siquiera yo me atrevería a golpear a alguien que no lo merece, tú no te mereces nada de esto. —Kai tomó su barbilla y lo miró de cerca. Soo tragó saliva nervioso, no había visto al pervertido por una semana y por ende había pensado constantemente en él sin que pudiera evitarlo, ¿por qué se sentía así?—. Eres demasiado puro para ser tocado de esa manera, incluso yo estoy tomando demasiado de ti. Kyungsoo, ¿quién te pegó?

Las últimas palabras habían sonado tan preocupadas, él de verdad estaba interesado por su bienestar, eso causó que su corazón se acelerara un poco, ¿por qué tenía que ponerse así por alguien que le causaba tanto miedo? Sin descubrir cómo ni por qué, se lo dijo.

—Mi papá, él lo hizo —mencionó en un hilo de voz. La cólera de Kai aumentó, ese viejo decrépito fanático de la religión… Pero ya se encargaría de darle su merecido, a ver si mantenía limpia esa disque conciencia que tenía.

—No puedo curarte —dijo Kai permaneciendo cerca de su rostro.

—Estaré bien. —Segundos después sintió unos labios húmedos posándose en los suyos— N... no —su corazón por otro lado parecía correr un maratón.

—Te extrañé, lo admito —comentó separándose de Soo, el cual intentaba calmar sus palpitaciones.

—Estabas en ese lugar —dijo Soo, arrepintiéndose un segundo después al darse cuenta de lo celoso que podía haberse escuchado eso, además de no reclamarle como debía por ese nuevo beso robado. Si ese pervertido estaba en ese sitio no era precisamente por extrañarlo, sino divertirse con mujeres atractivas.

—Sí, engañándome —lo volteó de nuevo y delineó su espalda con sus dedos. Soo sintió un cosquilleó en donde él tocó—. Volveré mañana, te traeré algo para curar esos golpes.

—Ah, pero…

—No te quiero en ese lugar. —Le advirtió desde la ventana. Kyungsoo lo vio saltar y corrió hacia esta para cerciorarse de que estuviera bien. Lo miró, estaba parado justo al inicio del jardín—. Duerme bien, ángel.

***

Baekhyun se sentía extraño últimamente, las noches anteriores había soñado con un chico, un joven que lo llamaba entre sueños y le preguntaba su nombre, él se lo había dicho, “Baekhyun”, desde entonces se sentía observado por las noches, pero no estaba asustado, presentía que ese fantasma, o cosa rara, no quería hacerle daño.

Se recostó en la cama y apagó las luces. Estuvo con los ojos abiertos sin poder dormir. Byun Baekhyun era de los chicos que en su infancia jugaba con amigos imaginarios para pasar el rato, pero estaba seguro de que lo que sentía y soñaba no se trataba de ninguna invención de su mente.

—Hola, fantasma, ¿estás aquí? —Preguntó. Una brisa hizo que su ventana se abriera—. Quisiera verte, prometo no gritar.

Nada, ningún ruido.Baek insistió.

—Eres un fantasma tímido, ¿lo sabías? —Cerró sus ojos deseando dormir, esperaba quizá que su “fantasma” se metiera en sus sueños.

La figura invisible de Chanyeol lo observó sentado en el marco de la ventana. No era tan simple, desde hacía días que espiaba al pequeño humano, pero no podía mostrarse ante él siendo la criatura monstruosa que era, se asustaría y era lo menos que quería. Yeol sabía que sentía cierto interés en él, pero estaba prohibido, un íncubo con un chico no era bien visto, le estaba sucediendo lo mismo que Kai.

***

Esa noche Kyungsoo terminó de bañarse. El día de ayer Kai había visto sus heridas y le dijo que regresaría para ayudarlo a curarlas, pero ese chico raro no volvió. Sabía que era lo mejor, pero su corazón se sentía algo decepcionado. Suspiró mirándose en el espejo, los golpes en su cuerpo sanarían con o sin su ayuda.

—Deja de pensar en él. —Se reprendió y salió del baño. Dio un brinco al ver a Kai entrando por la ventana— ¿Pero cómo es que lo haces? —preguntó en voz baja, Kai le sonrió sin decirle nada.

—Te traje esto —se lo aventó, era un pequeño frasco transparente con cierta sustancia verde, parecía un producto casero.

—¿Qué es?

—Mamá lo hacía para papá cuando los dos se llevaban bien. —Su padre lo usaba para curarse con mayor rapidez. Kyungsoo acercó su nariz, olía horrible.

—¿Esto me va a ayudar?

—Quedarás como nuevo, ángel —Kai se acercó y le quitó el frasco—. Recuéstate.

Kyungsoo no supo por qué obedeció, pero lo hizo. Sintió las manos de Kai posarse en su espalda y extender el ungüento sobre ella con suma delicadeza. Sintió helado, supuso que era el efecto que causaba la sustancia verde. Kai colocó unas hojas frescas donde ya la había aplicado.

—Voltéate —Soo lo hizo, pudo verlo ahora de frente.

Soo mordió su labio. Ver a Kai frente a él arriba de su cama lo ponía muy nervioso, eso sin olvidar que estaba solo con una toalla rodeando su cintura. Recordó la primera vez que se vieron en la iglesia, ahora era él quien se encontraba en esas condiciones.

—¿Por qué me miras así? ¿Ya te gusto?












That Boy is a MONSTER (Adaptación)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora