Se va disminuyendo, y con el tiempo, el camino acortando.
No sólo es la tecnología, es la mecánica.
Más allá de la música, se unen los latidos.
Los latidos, y una sonata.
Seamos los maestros de ceremonia de nuestra vida.
"Tus inicios parecerán humil...
Aclaratoria rápida: Lo que está en cursiva es español, y palabras de origen extranjero. Lo que no, es porque están hablando coreano.
Disfruten su lectura <3
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—¡Pero si es la ardillita! ¿Quieres que te de unas bellotas?
—Daniel, te voy a matar —Le digo entre dientes a la imagen de uno de mis amigos del instituto de lengua.
—Ah, entonces no tienes hambre. ¿Prefieres maíz?
—Voy a cortar —Advierto.
—No, no. Perdón —Pero, aun así, no borra la sonrisa de su semblante—. ¿Cambiaste el color de tus reflejos?
Tomo entre mis dedos un mechón de cabello. —Me cansé de los colores simples, e intenté con algo extravagante como el violeta. Adiós reflejos cobre. ¿No se ve genial este color en mí? No, no respondas. Está genial.
—Necesitas un costearte psicólogo urgente, estoy preocupado por tu falta de autoestima.
—El psicólogo debería sentirse afortunado de que acuda a él —Uso el codo como soporte afincándolo a mi muslo mientras apunto la cámara frontal a mi rostro—. ¿Y, todo bien allá en Chile?
—Todo bien —Gira su cabeza—. Tu madre está trabajando, pero siempre menciona lo mucho que te extraña, dice que te ama —Su cámara tambalea, luego unos grandes ojos ajenos se posan en la imagen.
Ni me dan tiempo de sentir la nostalgia ante la ausencia de mi madre.
—¡Unnieeeeeeeeeeeeeeee!
Y mis oídos casi explotan ante el chillido de mi hermana menor.
Daniel, además de ser una de esas amistades que no resultan tan desechables, es el novio, o quizá víctima, de mi hermana de diecisiete años cuya obsesión a los doramas no tiene límites. Herencia de nuestra madre.
—Háblame más. ¿Has conocido algún chico asiático allá en tu regreso a España? —Da saltitos en lo que su novio roba un beso en su mejilla.
—Hola, Cristal. ¿Cómo te trata la universidad? Me alegro que hayas llegado bien y que tu trasero no se haya extinguido por completo en el avión —Una sonrisa forzada tira de mis labios. Aquello les roba una risa.
—¿Para eso, no deberías tener un trasero?
—En serio, esta mocosa...
—¿Estás hablando en coreano? —Alza una de sus cejas—. ¿Veías Pinocchio, verdad? Lo entiendo, a veces termino hablando coreano sin quererlo. Si no lo has visto, te lo recomiendo. Está interesante y es realista, tal como te gustan los dramas.
Exhalo profundo. Igual que mamá.
—Es difícil pasar el chip del español al coreano y viceversa. Ni sé por qué ocurrió —Me sincero—. ¿Les parece bien si les hablo más tarde? Estoy un poco ocupada.
