37. Mecánica

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Ayer la velada resultó realmente buena

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Ayer la velada resultó realmente buena. YoonGi estuvo un buen rato tocando cualquier canción al azar para el deleite del público. Rock, pop, versiones acústicas de hip hop, improvisó ritmos al azar. En fin... Fue la sensación de la noche. De hecho, una amiga me comentó que es bastante guapo. Qué ironía de parte de alguien como ella.

Y el novio de Ana, Daniel, acertó al decir que debería intentar ser músico. Según él, quizá podría escalar en Latinoamérica como Super Junior lo ha hecho los últimos años.

Ana ya lo está influenciando.

A pesar de todo ello, jamás olvidé el verdadero motivo que nos trajo aquí a mi tierra natal. Es en especial por mí, y estos meses de mi vida inmersa en la marea profunda de mentiras. Como debe pasar cuando te sumerges de lleno: tocas fondo. Mi fondo se dio en el momento que Anne, la mujer que me dio la vida, tocó la puerta del departamento donde recién me instalaba en Corea del Sur. Y si quiero volver a la superficie, me corresponde hallar fuerzas para impulsarme y liberarme de la presión que me asfixia; Claro, metafóricamente hablando.

Irónicamente, respiro profundo para saltar a ese paso.

—Tengo bastante por decir —Mordisqueo mi labio—. Debo reconocer que no tomé la decisión más sabia al saltar tres continentes más allá de casa sin decirles absolutamente nada.

—Cuatro, si cuentas África. Ni hablar de lo cercano a Oceanía —Señala mi madre, sosteniendo un vaso de agua en su mano derecha—. Todo junto, equivale, a casi todo el planeta.

—El punto no es ese, Anne —Se acaricia las sienes. Mi padre está sentado a una distancia prudencial de ella en el sofá frente a mí—. Es importante escuchar lo que tiene para decir, ¿no te parece?

—Estoy aquí, tirando parte de mi trabajo, porque quiero hacerlo —Junta las cejas—. ¿Qué traías en la cabeza, Cristal?

—Sueños —Chasqueo la lengua. Eso no va a convencerles—. Bien, me prometí ser sincera: quise tomar decisiones basadas en mis deseos por primera vez en mi vida —Llevo mis pupilas en su dirección—. Me sumergí tantos años en querer hacerlos sentir orgullosos, que cuando vi la oportunidad de abandonar ese estilo de vida, la tomé. Hice eso por sentirme orgullosa de mí misma.

>>—Porque, mamá —Entrelazo los dedos sobre mi regazo—. Seré yo quien viva mi propia vida. Necesito mis golpes para razonar. Ahora entiendo que huir no fue para nada razonable —Ella deja el vaso sobre la mesita de café—. Pero tampoco es razonable que decidas sobre cómo pasaré el resto de mis años. Ya estoy en una edad donde ese tipo de elecciones me afectarán la vida entera.

—No lo comprendo bien —En su larga respiración, noto que intenta serenarse—. Cristal, siempre mostré mi verdadera cara. Te di la confianza. Compré tu primer piano. Apoyé esa extraña amistad con un tipo que desconocía. Permití que fueras tú misma, dejé que trabajaras sin tener la necesidad de hacerlo, pagué tus clases de baile, te extrañé cada día que pasaste lejos, y... ¿no puedes detenerte a pensar que me siento herida también?

M.C |Min YoonGi #TheDomains2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora