Thomas Hardy es un joven cuya vida no ha sido del todo sencilla. Hijo de un padre alcohólico y una madre enfermiza. Tanto él como su madre se ven orillados a huir de esa vida de maltrato, pero no así de la miseria.
Pese a sus intentos de salir adel...
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-¿A dónde vas? – Preguntó Claire al escuchar el ir y venir de Thomas por la habitación - ¿Vas a salir?
-Sí – Respondió el chico – Me inscribí en un gimnasio profesional, para entrenar en forma y con la asesoría de un experto.
-¡Excelente! – Dijo Claire - ¿Y cómo se llama ese gimnasio?
- One Kick's Gym – Murmuró – Es el gimnasio de un excampeón de la UFC, Anthony Barnes, no sé si lo hayas escuchado nombrar.
-Ni idea – Se rió – Pero me alegra saber que ahora tienes un lugar en dónde entrenar y en el cual podrán asesorarte por si tienes algún problema. ¿Quieres que te acompañe? – Le preguntó su novia.
-¿No tenías ensayo con el grupo? – Respondió Tommy – Porque si se ha cancelado, puedes acompañarme sin problemas – Murmuró y la besó con sonoridad en la mejilla.
-¡Ay, que bruta! – Dijo Claire llevando su mano a su frente – Se me había olvidado. ¡Tienes razón! Hoy tengo ensayo con los muchachos – murmuró con decepción – No podré acompañarte, Tommy.
-Quizá otro día – Exclamó él poniéndose de pie y tomando el rostro de Claire para besarla con intensidad – Te veré en la noche, si quieres puedo pasar a recogerte en casa de Sandy.
-¡Sí, eso es perfecto! – Le comentó – Entonces nos vemos más tarde.
Ambos volvieron a besarse y él abandonó la casa para dirigirse al gimnasio. Tom estaba bastante emocionado de poder entrenar en forma, iba a aprovechar al máximo y a mantenerse optimista en todos los aspectos. Se detuvo en la parada del autobús y esperó un par de minutos a que pasara el bus que lo dejaba exactamente frente al gimnasio. Se colocó los audífonos y eligió algo interesante para escuchar y con mucha actitud.
El autobús se detuvo y Tom bajó de este para entrar en el edificio.
-¡Buenas tardes! – Murmuró y caminó sin detenerse a escuchar la respuesta de Hannah.
-¡Buenas tardes! – Gritó la mujer y corrió detrás de él para darle alcance.
Tommy sintió una mano sobre su hombro, se quitó los audífonos y giró el rostro para ver a Hannah.
-¿Sucede algo? – Preguntó Hardy.
-Necesito que pases a mi oficina – Respondió Hannah – Tengo que tomarte una fotografía para la credencial.
-¡Esta bien! – Murmuró Thomas y caminó tras la mujer.
Entraron en la oficina, le tomaron la foto y al salir, Tommy chocó accidentalmente con Ronald Engström, quien también entraba en el gimnasio.
