Cap 1: El Beso

4.6K 105 33
                                    

Hay una razón por la que me gusta sentarme junto a la ventana cuando estoy en clases, es muy tranquilizador ver como el viento sopla con mucha fuerza haciendo que los árboles se muevan de un lado a otro, viendo como caen cada una de sus hojas al piso, pensando que en cualquier momento el mismo viento se llevará consigo las hojas que se les fueron arrebatadas a los árboles.

Admirando al viento como sopla, siento un leve golpe en mi hombro derecho, pero no le tomo mucha importancia así que sigo mirando hacia la ventana concentrándome en los árboles, pero mi vista se bloquea al ver que alguien cierra las cortinas.

—¿Eh?—me quejo en voz baja.

—Señorita Jones, ¿Me haría el honor de resolver el problema que está en la pizarra?—me pide el profesor viéndome de cara.

—¿Por qué yo?—pregunto nerviosa.

—Bueno, al parecer usted ya sabe del tema ya que la he visto en toda mi clase mirando hacia la ventana—se aleja hacia la pizarra señalándomela.—Entonces ¿Me podría resolver el problema?

Mierda

—Em...Claro—mi voz no oculta mis nervios.

Camino hacia la pizarra con pasos lentos y nerviosos tomando el plumón agitándolo entre mis manos. Empiezo a analizar el problema.

Pero...¿Qué mierda es esto?, ¿Desde cuándo hemos visto esto?, ¿Dónde quedaron los tiempos de resolver las hermosas sumitas y restitas?

—¿Qué espera señorita Jones?—pregunta el profesor con el ceño fruncido.

—Es sólo que...—intento buscar cualquier excusa girándome hacia él.

—¿Qué qué?—me anima a hablar.

Que no le entiendo ni un cuarto a esto

Al escuchar la campana de salida dejo salir un leve suspiro de alivio.

Madre mía, gracias a Dios

Bueno, a la siguiente clase quiero que me lo resuelva— dice mientras guarda sus cosas en su portafolio.

—Por supuesto que sí profesor— le respondo aliviada con una sonrisa de oreja a oreja.

Apresuradamente me dirijo hacia mi asiento guardando todas mis cosas en mi mochila. Saliendo del salón de clases camino hacia mi casillero donde se encuentra una muy enojada Lily, recargada sobre mi casillero frunciendo el ceño con los brazos cruzados sobre su pecho.

Verán, ésta mujer enojada es mi mejor amiga desde la infancia, la admiro mucho ya que aparte de ser muy inteligente es muy guapa. Es pelirroja con algunas pecas en su cara, tiene un hermoso cabello largo lacio que cae por debajo de sus hombros, tiene unos hermosos ojos azules y su cuerpo es de envidiar llevándose consigo múltiples miradas por parte de todos.

Está buena, en pocas palabras.

—¿Por qué tardaste tanto mujer?—se queja Lily elevando un poco la voz.

—Lo siento, pero de nuevo me distraje en la clase y ya sabes cómo se pone el profesor—ruedo los ojos ante el pensamiento de que siempre me pasa lo mismo.

—Siempre es lo mismo contigo—me dice dándome un pequeño golpe en la cabeza—Bueno, como sea sabes que se acercan los exámenes finales ¿verdad?—enarca una ceja.

—Psss obvio, como no saberlo— contesto nerviosamente.

—¿Emma?—me dice frunciendo el ceño.

—¡Oh, bueno! no lo sabía, sabes que soy muy olvidadiza.

—Obviamente que lo sé, pero enserio Emms tienes que prepararte porque ya estamos a punto de terminar el año, y nada más nos falta uno para la universidad.

Sr. CortesíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora