¿Sufrir?

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Jake: Han pasado 8 meses y ellos están aún desaparecidos en algún lugar. ¿Rouxe? Es historia, todos olvidan rápido; las personas sólo son incapaces de considerar perdonar un daño, por ejemplo Dan. ¿Qué quién es? De quien Rouxe hablaba cuando se refería al "Amor de su vida", está resentido con Keyler por "robarse" a su Khloe, dice que va a partirle la cara pero si fuese él me preocuparía más porque ellos aparecieran vivos luego de esa mala escena que tuvimos en ese lugar.

"KEYLER!!!!!" Gritó esa voz tan reconocida nada más y nada ,menos que mi mejor amigo.

Jake: Keylerr!!!!!!!!. Pude observar como todo el resto de la escuela miraba a donde casi se perdía la vista para intentar reconocer al irreconocible Keyler, venía todo cambiado, ¿cómo no iba a reconocer a mi amigo?, pero era como si aquel muchacho flacucho había desaparecido mientras iba acercándose se notaba la definición total de su caminar y las marcas de su cuerpo por encima de aquel traje verde tan resplandeciente que cargaba consigo, su cabello cuidado y sus barbas bien recortadas y arregladas, su largo cabellos peinado hacia atrás... Pero llamaba más la atención la morena alta que venía a su lado, reconocida sólo por sus carnosos labios, aquella morena traía el mismo color de ropa que Keyler sólo que era un vestido de gala con zapatos bajos, sin maquillaje y Lucía como la más bella al ver su cabello con pequeños toques dorados moverse por el viento que movía su pelo. Toda la escuela estaba sorprendida porque no parecían estar 8 meses perdidos, lucían como si irían a una fiesta está misma noche; Todos quedamos boquiabiertos, y se escuchaba el susurro de las chicas rumorando de Keyler,  y los chicos guardando silencio con sus ojos saltones queriendo hablarle a Khloe.

Jake amigo, te extrañé-. Le dije a mi amigo intentando calmarle la desesperación,  miedo y ansiedad por no verme durante esos 8 largos meses con un abrazo.

- Te robas a mi chica, llegas y te llevas la atención de toda la escuelal,¿ que clase de persona crees que eres?.-. Hablaba la voz de un desconocido para mí,  al menos para mí.

Khloe contestó: Dan, por favor, cálmate, yo tu no ni le miraría a los ojos.

Jake y yo le miramos confundidos.

-¿ Encima son pareja?-. Preguntó Dan enojado.

- Pareja no, pero en 8 meses hacia mucho frío estando tan alejados de la sociedad y ya al 3er mes era necesario sentir calor.- contesté sonriendo.

- Khloe, Mírate,  mira a tu alrededor,  te ven como una zorra.- Respondió. 

- Uno me enseñó a ser buena para que las personas digan,  otro me enseñó a ser mejor sin importar lo que las personas digan, ese no fuiste tú. - Contestó Khloe.

- Éramos tan felices, Tú, yo, Keyler, Rouxe. ¡¡¡¡TU LO ARRUINASTE!!!!

Y  se lanzó hacia mi a golpearme a la cara, tomé su brazo aprovechando el impulso con el que saltó hacia mi y le impacté la espalda contra el suelo al mismo tiempo que toda la escuela hizo: Aah!!

Cargaba conmigo un tenedor en el bolsillo de mi chaqueta, tomé su brazo, descubrí su pecho y lo apuñalé alejandome rápido para que no me salpicara su sangre. uno de los estudiantes llamó la policía y Khloe me dijo:

- Tonto, tenemos que irnos, acabamos de llegar no estés metiendote en líos recuerda que tenemos algo que hacer. 

La policía llegó y nos metimos a nuestro auto, nuestro Negro y hermoso Aston Martin con la policía detrás,  conducía hasta la solitaria carretera parecida a donde tuve el accidente, sólo que tomé un atajo a una pequeña bodega que teníamos o que habíamos hecho en aquel bosque; Mismo lugar donde nos adentramos. Dejamos de escuchar los autos policiales y entramos a la cabaña y Activé el pequeño hilo  bien tenso debajo de la puerta por la que cabían perfectamente 3 hombres de peso y estatura promedio. 

Me Di la vuelta y Khloe estaba sentada en la cama , me acerqué a ella lentamente y besé juntos la mitad de su labio y su mejilla, la empujé por sus pechos dando su espalda contra el colchón de la cama, pasos por fuera rompiendo las hojas secas en el suelo del bosque, pisadas de federales, ella tirada en mi cama pasando mis dedos por los lados de sus pantorrillas, tomando ambas manos de ella con la mía usandolas de grilletes para las de ella juntando sus muñecas, y mientras besaba su boca mis dedos recorrían sus muslos un poco por encima de su rodilla regresando a su pantorrilla y volviendo cerca a su entrepierna. Arañé suavemente notando la inquietud de su cuerpo casi inmóvil.  Su vestido no permitía apreciar su desnudez, cuando llega el momento de que las prendas de vestir empiezan a estorbar, solté sus manos y retiré las pequeñas tiras de sus hombros, sin querer que nuestra intimidad se interrumpa me tomaba por la camisa queriendo que besar a su boca, así que la besé al cuello y sus jadeos maltrataban mis pensamientos descomponiendo la composición ordenada de mi líbido,  no quería perder contacto o que se alejara el calor de nuestro cuerpo separando la costura de mi camisa con la fuerza de sus brazos. Como si pidiese un deseo su ropa no estaba en su cuerpo, sus zapatos activaron los clavos que salen del suelo como si no se abandona el lugar de guerra; Yo sólo con un estúpido Jean me lanzó a la cama y dejaba mi pecho como si dejará rastro de haber estado ahí.  Levantó la correa de mis pantalones y quizá no lo noté,  pero supongo que mejor no me concentré en que me quitará el pantalón,  más que darme cuenta de que se sentía calor, humedad y calentura concentrado en la parte baja del abdomen y entrepierna, tenía arañazos en todo el torso y aquella morena con su cabello oscuro y dorado a la vez no merecía hacer todo el trabajo, lo sacó de su boca y la tomé del cabello, en su rostro una mirada de asesina, utilicé mi correa de bondage para ambas manos y la até a la cama. Tomé agua fría para besar sus labios y lubricar la entrada de sus labios ya mojados, con la frialdad y humedad de mi boca, sus gritos y sollozos endurecían mi hombría , la historia del amor de dos psicópatas mostraba su debilidad en la incredibilidad de los actos sexuales de una pareja enloquecida. Se retorcía aprovechando el estado de no inercia de su cuerpo, movía su cuerpo de arriba hacia abajo donde sólo tenía que mantener mi lengua estable. Intentaba soltarse de su atadura lo que hacía que sólo desespere más.  Estoy seguro que a ambos nos mataban las ganas de estar unidos como piezas cóncavas y convexas, sin preocuparnos los disparos de los polis que no nos encontraban. Mi saliva la regaba por su pierna, subiendo hacia su abdomen hasta llegar a sus senos; los chupaba como si de eso dependiera pasando mi lengua sin tocar sus pezones hasta que sintiera como el calor de mi boca opacaba el frío que afectaba sus pezones, aunque no era frío,  era demasiado excitante, mordía sus senos, sus pezones por igual. Atada contra la cama donde sólo se veía su espalda, su cabello y la inclinación de sus nalgas, era más predecible que cualquier otra cosa lo que pedía. Golpeé sus nalgas con suavidad y sonrió diciendo: 

- Hazlo más fuerte, o ¿tienes miedo a que te domine?

Su sonrisa ponía la situación más caliente y esa mirada del mismo Satanás. Golpee con fuerza esta vez y miro hacia atrás mordiéndose  los labios y con una expresión como si quisiera llorar pero de esa manera tan sensual y sexy que sólo una mujer puede lucir. Bajó su cabeza y empezó a gemir en un tono medio pero con voz aguda, bueno no, fina, diciendo: Ahh, Keylerr,  no-no-nnn-no te det-t-t-tengas. Sus gemidos desesperados, desesperaron mi cuerpo, saqué la lengua, ensucié de saliva mis dedos y los pasé por sus labios, lubriqué mi pene y la penetré suave sólo con la punta. Apretaba el espaldar de la cama gritando "Keyler" , abría su boca como círculo para gemir,  gritar y sollozar. Cuando iba entrando a mitad estaba inquieta, loca por salir de su inercia.  Hizo todo tipo de movimientos y rasgo sus muñecas de la presión pero me pidió que no me detuviera. Mordía la almohada casi como si quería llorar.

- Quiero sentir todo tu cuerpo junto al mío,  Enséñame que podemos ser uno!- Dijo 

Lo sacó de su interior y se acostó de frente hacia mí,  la penetré lento pero fuerte esta vez, me acerqué lo suficiente para besar sus labios, no paraba de morderselos,  no paré de mover mis caderas, ella no paraba de gemir, la tomé por su cuello y le daba más fuerte, clavó sus uñas en mi espalda y me rayaba todo, dejando su rúbrica erótica en mi cuerpo. Los policías que olvidamos hasta los lectores entraron a la habitación y tropezaroncon el cable que estaba en la puerta y cayeron al suelo lleno de clavos que acabaron con su vida y la limpieza de la bodega, yo eyaculé en su vientre, con tanta excitación que logró tocar su cara; y ella:

Nuestra cama.

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