Soft [TaeKook/Vkook]

Capitulo 1

Camine dentro del instituto directamente a las gradas, muy temprano por las mañanas yo me encontraba ahí.

¿Por qué?  Me gusta la privacidad que se me brinda en ese lugar, no es que haya cierto pelirrojo entrenando en una de las canchas, no, claro que no.

Escuchando el ruido de silbatos y ordenes, le dan vida al lugar. De verdad me gusta este lugar. 

Me coloco mis gafas de lectura, y encuentro el libro que tome al azar de mi habitación y fijo mi vista a la lectura, fingiendo prestar atención a las palabras escritas ahí. No puedo quitar mi mirada de su cuerpo atlético y bien formado, que mientras corre tensa cada musculo de él. El sudor bajando desde su frente a perderse dentro del uniforme, a este paso tendré un gran problema dentro de mis pantalones.

Pude continuar así un poco más, pero algo se interpuso entre mi ángel y mi vista.

- Hola Jeon- Park Jimin, mi mejor amigo, que momento tan más oportuno.

- ¿...podrías? - Con un suave movimiento de mi mano comprendió y se hizo a un lado. Fijo su mirada a donde estaba la mía.

-Oh... ya veo, espiando a Kim otra vez. -Dijo encontrando un lugar a mi costado. - tu idea de conquista es muy extraña, no se puede enamorar a miradas, es una mala estrategia amigo.

Palmeo mi espalda y me miro con una de esas caras de desaprobación, muy típicas últimamente.

-Agh, Hyung, no moleste. - Bufé e hice un ligero puchero.

-Sabes que es verdad pequeño conejito, que no lo quieras aceptar es algo completamente diferente. Deberías ir, hablar con él y no sé, tal vez, ser valiente por una vez en tu vida. - hablo tajante.

Debo admitir que tiene razón, como podría siquiera hablar con él, solo mirarlo hace a mis nervios ser disparados en grandes masas.

No vamos a negar que cualquier sacrificio, valía más que nada.

-Ahhhhhh, no puedo. - Cerré mi libro y caminé hacia abajo con prisa.

Mis pasos sonaban fuertes, estúpidas botas.

-Oye Kook, aun no termino. - Dijo Jimin desde arriba, bien, bonita manera de llamar la atención de todos los presentes.

-Yo si. - Llegando al final de las gradas.

Me dirigía a la salida, cuando alguien llamó mi atención.

- ¡Jeon!¡Cuidado! - Una voz gruesa y profunda era la que me llamaba. Quise prestar atención al dueño de esa voz, pero un fuerte impacto en mi cabeza me hizo perder el equilibrio y caí de bruces al suelo. Golpeando mi cabeza en el trayecto.

Genial.