Soft [TaeKook/Vkook]

Capitulo 2

Mis oídos hacen un ruido horrible, trayéndome a la realidad de nuevo. Un gran grupo de sombras me rodean, sin poder verlas bien.

-Oye, ¿estás bien? - Esa voz, esa cara, dios mío.

¡Kim TaeHyung, me está hablando!
Debo estar muerto.

Intento articular un sí, pero solo conseguí un pequeño balbuceo como respuesta.

- ¡Kim, voy a matarte! ¿no puedes mirar donde lanzas tu estúpida pelota? - Okey, Jimin, gracias por eso.

-Hay algo más importante que atender, que donde aterrizan mis lanzamientos, Park.

Sentí una mano pasar por detrás de mi cuello, y colocar mi cabeza en un lugar sólido. Me siento mareado.

--Deberían llevarlo a la enfermería, luce muy desorientado.

Bien, alguien está usando su sentido común al menos.

--Me ofrezco a llevarlo hasta allá, debo enmendar lo que cause. - Hablo TaeHyung, bien podre estar medio inconsciente pero mi corazón late fuerte con anticipación.

Sentí como un par de brazos me levantaron con cuidado del suelo. Coloque con cuidado mis manos en su pecho. 

En su gran caliente pecho, Jeon contrólate, por favor. 

Poco a poco mi vista se fue normalizando. Estando a punto de hablar, el interrumpió.

-Llegamos. - Hablo, depositándome sobre la camilla dentro. Con un ligero roce de mis labios en su cuello, que a pesar de haber sudado tanto, olía tan delicioso. El roce pareció afectarle, un ligero estremecimiento abandono su cuerpo.

-A-ah y-yo. - Hablo entrecortadamente, verlo nervioso es algo nuevo para variar. Miro directamente mis ojos, sentí mi sangre acumularse en mis mejillas.

Diablos, esto es vergonzoso.

No pudimos decir nada más, puesto que la enfermera entro rápidamente a la habitación. Se alejo de mí, a una distancia prudente. La calidez que me brindaba se fue.

--Gracias por traerlo, TaeHyung, puede retirarse. - Le dijo, dirigiéndolo hasta la puerta de salida.
Siguió el camino indicado por ella, sin dejar de verme. Podría jurar sentir como me volvía más pequeño ante su atenta mirada.

Finalmente, se fue dejándome a cargo de la enfermera.

***

La amable señora, me dejo reposar hasta que me sentí en aptas condiciones. Tome mis cosas y camine fuera del pequeño consultorio.

¿han experimentado sorpresas que hacen latir su corazón tan fuerte que probablemente podría salir de su pecho? ¿no? Porque yo sí. ¡Jesús, María y José! ¡TaeHyung está caminando directo a mí, en el instante que salgo!

-H-hyung, ¿q-que hace aquí? - Tranquilo Jungkook, tranquilo. Note como ya no portaba su uniforme deportivo. Reemplazado por un estilo más fresco.

Cabizbajo, se acercó a mí y hablo.

-Quise venir a ver como seguías y pedirte una disculpa. - Articulo lentamente. De verdad se le veía apenado.

-O-oh, no se preocupe, hyung. Fue un accidente, no hay nada que disculparse. - Le sonreí, queriendo tranquilizar su culpa.

Pareció salir de una especie de trance y devolvió una pequeña sonrisa.

--Déjame acompañarte hasta tu clase, como una pequeña compensación de mi daño. – Dijo y me ofreció una mano.

-No hace falta, Hyung, puedo ir yo solo. - Fije mi mirada a su mano.

Vamos, sabes que lo deseas. ¿porque te niegas?

-No, insisto, solo así me sentiré mejor.

Medité su propuesta y tomé su mano, dando una respuesta afirmativa. Sonrió amplio y no pude evitar sonrojarme. Explotaría en cualquier momento.

Caminamos en silencio hasta mi clase próxima. No lo malentiendan, era un silencio bastante cómodo.
Parecía una adolescente hormonal.
Finalmente llegamos, solté su agarre a regañadientes. No quería que este momento acabase.

--Bueno, será mejor que entre. - A punto de dar la vuelta, me detuvo.

--Espera. - Hablo rápidamente y buscando rápido en los bolsillos de su chaqueta. - Esto es tuyo.

Me mostró un par de gafas circulares.

--Estaban en el suelo del campo, supuse que eran tuyas, ya que te he visto con ellas siempre. - Habla tan rápido que apenas pude entender.

Las extendió y las coloco en mí. Tomando un par de mechones traviesos y acomodándolos detrás de mis orejas.

Esperen un momento, ¿él dijo que me ve?

--Gracias. - Hable tan suave que apenas pudo escucharme.

--Es un placer. - Sonrió y se alejó sereno. - Nos vemos.

Se despidió para luego alejarse en uno de los grandes pasillos.

Si tuviera que ser golpeado por miles de balones para obtener la atención de TaeHyung de esa forma. No me importaría ser blanco fácil.