Soft [TaeKook/Vkook]

Capitulo 3

Pasaron muchos días desde que Taehyung hablo conmigo.

Lamentable, trágico.

Dejemos el drama, tal vez no fueron tantos días.

Soñé cada noche con él. Estoy tan mal. Debo hacer algo ya con mi estúpida obsesión.  

Esa vez solamente fue amable. No fue para que lo malinterpretaras Jungkook.

Seguí regañándome mentalmente hasta llegar al interior del instituto. Claro, que ya no tomaba mi habito de "leer" mientras el equipo deportivo practicaba.

No, ya quedo atrás.

No llevaba conmigo algunas de mis cosas así que decidí desviarme a mi casillero antes de mi primera clase.

Observe mi reloj y aún tenía tiempo para ordenar mi casillero ¿en qué momento se llenó de tanta basura? Bien, no lo sé. 

Satisfecho de mi resultado, cerré el mismo.

Mas fue mi sorpresa el ver a TaeHyung parado justo detrás de la pequeña puertecita, tan sonriente.

-Oh, hola TaeHyung. - Le sonreí.

Vamos bien JungKook, no te has sonrojado. Sigue así.

- Hola. - Contesto sin dejar de sonreírme. Basta, esto da miedo.

- ¿puedo ayudarte en algo? - Hable directo, me intriga saber porque me ve así ¿acaso tengo algo en la cara? Ruego en que no sea eso.

-N-no.... bueno, a decir verdad, sí. Puedes ayudarme en algo. - se reincorporo de donde estaba recargado y se situó justo enfrente mío.

-Bueno... ¿en qué puedo ayudar?

Ahg, TaeHyung estás dando demasiadas vueltas. 

No me hagas verte más de lo debido o no sonrojarme será más difícil para mí. Y vaya que me estoy esforzando.

- Veras, realmente es un problema para mí. - Hablo con expresión preocupada. - Tengo una reservación en un restaurante muy hermoso ¿puedes adivinar mi problema?

Mi cara está a nada de parecer un gran tomate rojo.

 ¿será lo que creo o simplemente es mi imaginación?

Espero que no, ¡dios mío!

-N-no.- A este punto mi pulso iba más allá de lo normal. Adiós estabilidad cardíaca.

- ¿no? Bueno, te daré una gran pista. ¡no tengo con quien compartir esa gran reservación! - Casi grito exasperado. - ¿Tienes alguna idea de quien querría compartirla conmigo?

Nada.

Mi cerebro no dijo nada. 

Deje de procesar cuando sonrió muy feliz y llevo su mano a su tan hermoso pelo solo para moverlo coquetamente.

-N-no, no tengo idea. Podrías compartirla con alguno de tus amigos. - Solté rápido.

Jungkook... ¡Eres un completo estúpido!

¡estúpido, estúpido, estúpido!

El semblante de TaeHyung cambio muy rápido, de un rostro completamente seguro a uno mas que desesperado. Parece que la he cagado.

¡Mantengan la calma!

-A-ah, yo estaba pensando en la posibilidad de que t-tu querrías ir conmigo. - Dijo y camino un poco lejos de mí, parecía tener un colapso mental. – pero si no quieres ir conmigo, no hay proble-

No termino de hablar. Trato de recargarse en el contenedor de basura, colapsando justo al costado de este.

-Cielos TaeHyung, ¿estás bien? – Alarmado, me arrodille junto a él, quitándole de encima una que otra envoltura de basura.

El mantenía su boca abierta, quisiera pensar que por la impresión de haber caído. Sin embargo, no respondió.

Sucedió lo que nunca imagine que pasaría. El... se estaba sonrojando, tomando un adorable color rojizo.

- ¿TaeHyung? - Mecí suavemente su hombro y pareció reaccionar. Su mirada se concentro en mí, asustado.

- ¿Eh? Si, si, estoy bien. Y-yo sol-lo trataba de invitarte a salir conmigo, por que me pareces bastante lindo. Iba a pedírtelo hace días, pero ya no apareciste, asumí que estabas molesto conmigo. - Lloriqueo infantilmente sentado en el suelo.

-Basta TaeHyung, acepto salir contigo. - Solté.

- ¿e-enserio? – Esta ¿sorprendido?

-Si. – le sonreí, no termine de procesarlo cuando el se abalanzo contra mí, llevándome de lleno al suelo del pasillo.

-No tienes idea lo feliz que me hace escuchar eso. - Rio levemente y me sujeto fuerte para levantarnos a los dos. – Puedo estar seguro de que no estarás arrepentido de haber aceptado, me encargare de hacerte feliz. Gracias por darme esta oportunidad.

Tomo mis manos y las acaricio a su antojo.

-No hay nada que agradecer, Hyung, además a mí también... me pareces lindo. – No estoy seguro de haber hablado claro, pero tal parece que si me ha entendido.

Tomo mis mejillas, estando a punto de hablar, sonó la campana, anunciando oficialmente con el día. Debido a esto se separó de mí.

Bendita seas. 

-Tal parece que debemos irnos. Vamos. – Su felicidad desbordaba por doquier.

Antes de despedirnos, hicimos acuerdos pertinentes para nuestra cita... ¿CITA?

¡Tendremos una cita!

Santo Dios, debes de dejar de darme este tipo de sorpresas, o terminare muerto.