Blame Me

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«Nadie se pone a pensar que, además del amor, existen otros sentimientos difíciles de desarrollar. La empatía era algo de lo cuál parecía carecer, me habían enseñado que esta era aprender a compartir el dolor de otro; más yo, solo, sufría el dolor y en vez de dejar que me ayudaran, hería, sin saber que aquel dispuesto a entregarme una mano, sufriría por mi rechazo. La debilidad de una mente tan inocente entonces era carne fresca para los corrompidos. Pero no es la culpa de alguien en particular, es la de todos en realidad.»    

Se escuchaba el viento tan fuerte, como si los cielos estuvieran furiosos, que sentía que su casa se desprendería del piso, con ellos dentro. Jimin le sonrió y agarró sus manos para tranquilizarlo, pese a que apostaría por ser el más angustiado.
El regresar a casa desesperados por comprobar que el niño habría vuelto, pareció significar un choque de energías, o del destino en sí. No sabía cuándo se abrió tan rápido una de las ventanas, que las rápidas brisas empezaron a entrar y enfriar la habitación, comenzando a ser más fuertes y veloces, tan filosas que sentía que le iban a lastimar la poca piel al descubierto.

Yoongi cerró sus ojos porque no podía dejarlos abiertos aunque lo intentara. Cuando lo hizo, se dio cuenta que fue la llave clave para detener aquel temporal. Por primera vez, sintió que hizo el mayor bien de su vida. La protección total era algo muy difícil de otorgar a alguien a quien le prometiste hacerlo por amor. Pero el amor, era más que suficiente como para enloquecer buscando la manera de que no les sucediera nada. No temía porque no estaba solo. El agarre de ambas manos fue lo último en recordar.

• 

Ya no sentía la presión de seguridad en su mano, así que abrió los ojos que le ardían y pedían luz luego de presenciar tanta oscuridad.

Simplemente ya no se encontraba en aquella casa.

Ya no estaba Jimin.

Ya no estaba Yoongi.

Estaba él, Kim Taehyung.

Hijo de ambos, quién con lágrimas en sus ojos mantenía la mandíbula fuertemente cerrada, con sus dedos empuñados al pecho que le latía como nunca antes, encontrando el fuerte calor de una nueva mano que le daba apoyo en su hombro... Se volvió a sentir pequeño y sus veinte años se hicieron polvo reduciéndose a su infancia.

La mano pertenecía a una chica que le había hecho un viaje al pasado, un viaje significativo que le haría cambiar su visión de las cosas y entender porqué ahora se sentía tan solo.

El amor de sus padres fue tan superior a sí mismo, que le hizo soltar el rencor tan maldito con el que cargó por años hasta su adultez; por lo que se hizo un mar de emociones que se iban deteriorando poco a poco, con la ayuda de la conocida. 

 —Irás recordando otras cosas, como si tú vivieras a carne propia sus momentos. No intentes retener tus sentimientos, o sino retrocederás... —Eso fue lo que le advirtió.

El conocido rostro le hizo regresar a su presente, recordando que ella era la hermana de Hoseok.

—Muchas gracias... —Dijo con un hilo de voz, no podía reaccionar a todo tan rápido. 

—Agradécete a ti, porque si no fuera por tu disposición, no habría pasado nada. Y a tus padres por supuesto... —La cálida sonrisa, le hizo asentir débilmente por lo que esta lo abrazó, él correspondió. 

Ella lo soltó y le otorgó un tiempo a solas con Hoseok, retirándose del lugar, diciendo que ya había cumplido con su trabajo y todo aquel ejercicio mental, también la había agotado, por lo que debería de tomar un descanso.

—Aquí estoy.  —La voz que tanta calma le daba, lo atacó gratamente. 

No se había atrevido a verlo, no quería ver la decepción en esos ojos, pero el mayor no se lo permitiría, por lo que con esa comprensión y afecto lo invitó a un abrazo sin prejuicios ni reclamos.

I Want To Understand [Yoonmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora