Capitulo 3

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Al día siguiente Daniela y Carlota empacaron sus maletas en el Alfa Romeo Giulietta de la rubia, menos mal que sus padres se lo regalaron por su 22 cumpleaños porque ahora mismo no sabría que hacer sin su nenita que era como llamaba así Daniela a su coche.

Después de casi 6 horas de viaje sin parar, cuando llegaron lo primero que hicieron fue bajarse del coche y estirar sus largas piernas ya que las tenían entumecidas de tantas horas sentadas.

En cuanto llegaron al hotel dejaron el coche en el parking privado que tenia para los huéspedes y subieron a las habitaciones, había que decir la verdad, cuando sus padres les regalaron el viaje con todo incluido no se imaginaban que les reservarían ese pedazo de hotel, era increíble.. Tenía unas vistas al mar maravillosas, había piscina climatizada con jacuzzi, chorros de agua incluso spa, y también tenías la piscina en la terraza. El hotel estaba muy bien equipado, tenia gimnasio, una zona con un pequeño museo, aunque tenía instalaciones modernas también tenía alguna que otra medieval como por ejemplo en la piscina de la terraza tenía un puente que cruzaba de lado a lado. Era algo asombroso de ver. Por supuesto las habitaciones eran enormes, nos reservaron una para cada una pero eso sí pegada la una de la otra, no podíamos estar mucho separadas. Mucha gente nos llamaba las siamesas y no por nuestro parecido sino porque no hacíamos nada la una sin la otra.

Nos dimos una duchita bastante relajante y nos cambiamos por unos bonitos bikinis y bajamos a la piscina descubierta a tomar un ratito el sol, porque en cuanto cenaríamos nos prepararíamos para irnos algún bar o al chiringuito de la playa, eso ya lo veríamos según la marcha.

-          Bueno nena y que planes tenemos para estos días? – dijo la pelirroja poniéndose crema en las piernas.

-          Pues no sé.. además de tomar mucho el sol y salir por la noche.. podríamos ir a ver el pueblo me han dicho que es muy bonito habrá que salir de aquí no crees?

No he venido para tirarme todo el día a la bartola, que no se está nada mal pero si no nos vamos a poner como vacas si no hacemos nada.- dije yo riéndome.

-          Entonces de momento vamos a disfrutar de estos mojitos tan buenos que nos ha puesto ese camarero tan guapo y luego ya veremos. – sonreía mientras miraba de reojo al camarero.

-          Estas pensando siempre en lo mismo Carlota, cualquier que te oiga...- dije partiéndome de la risa.

Mi amiga siempre pensaba en lo mismo chicos, chicos, y después más chicos. Ella decía que no servía para tener novio, que el amor es cosa de tontos que eso no existía  pero yo creo que es porque no ha dado con el que le haga que el estomago le de vuelta, o que solo de que la rocen la piel le dé escalofríos. Es la  leche esta pelirroja a mí me encantaba su forma de ser pero estaba deseando ver a mi amiga enamorada de verdad y ya verás cómo me iba a dar la razón.

Esa misma noche nos pusimos unos buenos modelitos, es que con este calor el cuerpo te pedía ropa fresca. Yo me puse un vestido que me tenia fascinada desde que lo vi en la tienda, era negro de lentejuelas completamente muy ceñido a mi cuerpo con manga larga y la espalda entera descubierta que llegaba casi hasta el coxis. Mis taconazos  granates con el bolsito de mano a juego, me deje el pelo suelto con mis habituales ondas hacia un lado y me maquille con un poco de colorete, eye liner en el parpado de arriba y mi pintalabios granate. Estaba perfecta!

La pelirroja como siempre no quería ponerse muy preparada asique eligió una falda negra con un poco de vuelo y un top no muy ancho que se le dejaba ver ese vientre plano en dorado y negro de encaje, con sus tacones negros, una coleta alta y maquillada muy natural. Ya estábamos preparadas para revolucionar la noche.

Amor de VeranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora