Parte sin título 2

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Peuqeña Águila abrió los ojos y se estiró separandose del vientra blando de su madre.

-Buenos días mi preciosa- ronroenó

La cachorrito subió la mirada, todos la miraban

-¿Me has salido aletas?- preguntó con ironía

-No tontorrona- su madre le dio un lametón en las orjas- ¡Hoy es tu nombramiento!

La gatita soltó un chillido de emoción al recordarlo.

-¡Qué todos los gatos se acerquen a la Roca Picuda!- era la llamada del líder

Peuqeña Águila salió seguida de us madre y Castaña, otra reina

-Hoy esta cachorra va a ser nombrada aprendiza, yo, Estrella de Tifón, como líder del Clan del trueno, le pido al Clan Estelar que la guie, y le doy su nombre de aprendiza, Zarpa de Águila. canción de Eco, tu la guiarás.

La gata se acercó a su mentor y chocóel hocico con el suyo.

-Ánimo pequeña- susurró él

-Ahora no soy pequeña sino Zarpa- maulló con orgullo

El guerrero ronroneó.

-Vamos a revisar las fronteras- dijo después

Zarpa de Águila corrió hacia el túnel de aulagas emocionada, deseosa de investigar su territorio. Una punzada de temor la hizo dudar unos segundos, al recordar como una vez, siendo cachorrita, se había escapado con su hermano Pequeño Risco, él había muerto cayendo al río. Agitó la cabeza, tenía que seguir con su vida.

-Venga, Mascada nos acompañará

zarpa de Águila observo a una gata canela acercarse y saludo con un gesto.

-Revisaremos las fronteras.

Zarpa de Águila se introdujo en el bosuqe tras los guerreros, disfrutando de cada olor y cada ruido.

-Este río marca la frontera con el Clan del Río.- maulló Canción de Eco

Un escalofrío recorrió las espalda de la aprendiza marrón oscura de rayas blancas, pero asintió tratando de ocultar lo que sentía.

-Y aqui empieza la del clan de la Sombrra- explicó tras cainar un rato Castaña.

Zarpa de Águila asintió, sabía que volvían cuando dejaron a un lado las marcas olorosas.

-Descansa, esta bien como prime día.

Zarpa de Águila corrió hacia la guarida de los aprendices, donde estaban Zarpa del Alba y Azulejino. Justo en ese momento Zarpa del Alba se levantó y se dirigió hacia Rayo de Sol, su mentor.

-Azulejino- ronroneó ella acercandose al gato que había sido su mejor amigo de cachorra

-Hola- ronroneó él- ¿qué tal te ha ido?

-Muy bien, he visto las fronteras. ¡Oye!- simuló estar ofendida por algo

-¿qué ocurre?- preguntó él mirandola con sus ojos azules llenos de sopresa

-No has estado en mi ceremonia- hinchó el pecho

-Oh, cierto... Yo... lo sineot mucho...

-tontorrona bola de pelo- le lanzó un zarpazo a la oreja- era broma, ¿por qué no has podido? ¿patrullabas?

-Eh... Bueno, eh... dormía- maulló mirandola con culpabilidad

Zarpa de Águila soltó un sonoro ronroneo de risa

-Eres un lemur no un gato- se burló

-¡Qué dices!- exclamó él

-Venga, cuantame, ¿qué hiciste noche?- preguntó de broma

-Pues, espiar al Clan del Río- maulló él en voz baja, pero se le escapó una risita

-¡¡Seguro!!- saltó hacia él empujandolo

-Quita, bola de pleos- se defendió con las patas traseras. Zapa de Águila rodó, y su amigo se colocó sobre ella, inmovilizándola.

Ambos ronronearon, sus hocicos casi se rozaban.

La historia de Pequeña Águila. Gatos guerrerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora