Parte sin título 3

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Zarpa de Águila caminaba, había llegado el día, iba a visitar la Piedra Lunar, ya llevaba bastante tiempo como aprendiza.

Siguió las instrucciones y se agazapó frente a la roca mientras Gota de Rocío, l curandera, caía dormida. Zarpa de Águila se la imaginó soñando con sus antepasados y sonrió

-Zarpa de Águila

-¿eh?- se le erizó un poco el pelo

-Soy yo, Peuqeño Risco

-Hermanito- maulló bien alto, y se levantó hasta rozarlo

-Lo sineto- susurró, había sido ella quien lo había arrastrado hacia el bosque

-Tranquila, te perdono...- maulló él

A la gata marrón de rayas blancas se le empañaron los ojos.

-Gracias, no lo merezco...- masculló

Su hermano se pegó más a ella.

-Debes de ser leal al Clan, o todo estará perdido

Zarpa de Águila abiró de golpe los ojos, que acababa de oir? pero ahora estaba tumbada de nuevo, junto a su mentor, temblando. No había rastro de su hermano

-Adós Risco...- pensó

La historia de Pequeña Águila. Gatos guerrerosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora