Capítulo 6: Camino al narcotráfico, Parte 2/2

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Esa noche dormí en un hotel, en un pueblo cercano a donde vivía, no pensaba irme muy lejos caminando. Al día siguiente, fui a buscar donde había dejado mis pocas pertenencias, y partí hacia la estación de bus para irme lejos de aquí.

Luego de tomarme el bus, pasó un largo rato, pero al final logré llegar a otro pueblo. No sabía donde estaba, pero sabía que no se encontraba muy cerca de donde venía, probablemente a unos cientos de kilómetros.

Luego de varias semanas, me encontraba sin trabajo, sin dinero, sin lugar para dormir, y sin contacto con mi abuela. Mi única oportunidad de conseguir dinero era pidiendo como indigente, ya que prefería no robar.

*De noche en la calle*

Estaba algo asustado, era mi primera noche en este lugar, y me habían contado que no era muy conveniente estar en la calle a estas horas, los ladrones abundaban por aquí.
A lo lejos veía un hombre mal vestido, y borracho, seguramente estaría saliendo del club nocturno.

Me acerqué a unos metros de él, y antes de poder preguntarle si estaba bien, alguien sale de adentro del club y me interrumpe..

Hombre - ¡Oye!, ¡ni te acerques a ese vago!, está causando estragos en todo el pueblo

Leo (algo nervioso) - Vale, vale..

Hombre (dirigiéndose a alguna persona que estaba dentro del club) - ¡Sabueso!, saca a esta escoria de aquí (señala al vagabundo)

El hombre apodado "Sabueso", salió del club corriendo y se llevó a aquel extraño borracho unas cuadras al norte.

Hombre - Uff.. (mira a Leo), ¿tú quieres entrar?

Leo (algo nervioso) - Emm.. no, gracias.. soy menor

Hombre - Venga, mira esto.. entra, vamos (invitándolo a entrar con los brazos)

Leo (sonriendo) - Ok, vamos

Entré junto a aquel hombre, y mis ojos se deslumbraron, era como un paraíso para cualquier adolescente.. sabrán a lo que me refiero.

*El hombre se sienta en una mesa donde hay mujeres y algunos hombres más, y Leo se queda parado al lado*

*Uno de los hombres de la mesa mira a Leo y dice*

- ¡Bienvenido muchacho!, ¡ven siéntate!

No entendía porque eran tan serviciales, pero me agradaba, tal cuál mi abuela me trataba.

- Vamos, no tengas vergüenza, mi nombre es Vince, ¿y el tuyo?

Leo - Yo soy Leo, Leo Karl

Vince - ¿Cómo?, ¿hijo de Franz?

Leo - ¡Sí! - y agregué sorprendido - ¿Cómo lo sabes?

Vince - Mira, tu padre fue nuestro mayor enemigo, y tal vez podríamos negociar contigo

Resulta que Vince, era el patrón del mayor cártel de droga del país, sus delitos salían en las noticias a cada raro.

Leo - No... yo también estoy en contra de él..

Pasamos un rato más hablando, rodeados de mujeres y muchas bebidas lujosas. Fue allí cuando les conté mi historia con la milicia.

Vince - Así que tú también estás en contra de los militares, eh, ¿pues te gustaría unirte a nosotros?

Un poco drogado y borracho, dudé un poco, pero acepté, luego no recuerdo nada más de aquella noche.. solamente que me había unido a los narcos, contra los que mi padre había luchado tanto.

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