Minseok estaba tumbado en su cama, leyendo un libro de poesía tranquilamente cuando escuchó a alguien tocar a la puerta, con una leve confirmación dejó pasar a quién estuviera al otro lado. Oyó un suave carraspeo para llamar su atención y solo entonces levantó la vista de su libro para fijarse en la joven sonriente. Seulgi era hija de una de las cocineras y desde joven había tenido un papel importante en el castillo al convertirse en la criada personal del príncipe, pese a ser algo más joven que este.
Minseok siempre se había llevado bien con Seulgi, la consideraba su mejor amiga y confidente, era quien más le había ayudado durante todos los momentos duros de su infancia, incluso cuando le dijeron que debía casarse con el rey de la nación del aire. También era quien le estaba ayudando a planear la huida del castillo para no tener que soportar tan horroroso futuro.
Por eso, cuando la vió con esa sonrisa a tan solo una semana de la boda, supo que ya sabía cómo salir del castillo sin ser vistos. Se sentó en la cama con rapidez, tirando el libro al suelo en el proceso y dedicó toda su atención a atenderla.
- Sinceramente Minnie, no sé cómo no lo pensamos antes - la sonrisa traviesa en la cara de la morena lo tentaba a pecar - por las noches los cocineros salen a los patios para echarle los restos de la cena a los perros. Nadie los revisa, nadie les pregunta. Es solo la gente de siempre dándole de comer a los perros. ¡Ya solo hace falta colarte en la cocina y podrás irte! - exclamó la joven, moviendo mucho las manos con emoción mientras lo abrazaba - solo...solo espera a mañana. Mañana acabará todo.
- ¿Mañana? Mañana es muy pronto, aún no hemos pensado en el resto de detalles. ¿A dónde iré? ¿Qué pasará contigo si te pillan? ¡Sabemos cómo salir de aquí pero necesitamos preparar más cosas! - el rubio empezó a hiperventilar conforme hablaba, ya se le estaban escapando un par de lágrimas cuando Seulgi lo atrajo en un abrazo y lo arrulló con suavidad.
- Hey, ¿te crees que tu mejor amiga no se iba a encargar de todos esos detalles? Lo tengo todo planeado - siguió sonriendo la morena con tranquilidad -. Si sigues varios kilómetros hacia el norte darás con la frontera de la nación del relámpago, allí te esperará una amiga mía que te esconderá en el castillo real. Solo tendrás que hacerte pasar por alguien del servicio un tiempo hasta que arregle los detalles para que te lleven a la nación de la luz, de allí soy yo. Hablé con mi rey, Baekhyun, y me dijo que no tenía problema en acogerte; tardaré algo de tiempo en conseguirte el transporte pero mi amiga Wendy te cuidará de mientras.
Minseok estaba asombrado de todo lo que había hecho su amiga para evitar su casamiento, era incapaz de imaginar todo lo que estaba arriesgando Suelgi solo porque él no tuviera una vida que no deseaba. Abrazó aún más fuerte a la joven mientras le repetía lo mucho que la quería. Intuía que la morena debía haber llevado tiempo planeando todo eso, algo extraño ya que el rubio le transmitió sus preocupaciones hacía tan solo un par se semanas.
- ¿Algo más que debo saber? - preguntó, listo para irse.
- Tendrás que irte mañana, no hay forma de retrasarlo. Sé que es precipitado pero en dos días llegaran los invitados de la nación del aire y la vigilancia se reforzará. Aún te queda un día entero para prepararlo todo. Luego solo te llevará otro día llegar a la frontera e intentaré que tarden lo máximo posible en darse cuenta de que te has escapado, pero tendrás que correr, eres un príncipe a punto de casarse. Por no sumarle a eso lo de tu padre.
- ¿Lo de mi padre? - Minseok tenía una ceia alzada, interrogante.
- Que te odia. Creía que había quedado claro después del matrimonio de conveniencia que te ha organizado, te quiere solo por tu posición social y el poder que llevas a tus espaldas - rió la morena, tratando de no enfadarse ante un tema que odiaban ambos.
ESTÁS LEYENDO
ice storm [chenmin]
FanfictionMinseok, príncipe de la nación del hielo, está obligado por su padre, Yifan, a casarse con Sehun, rey de la nación del aire. En un arrebato por huir de su inminente boda, se escapa del castillo y va hacia la nación más cercana, con la suerte de que...