¿COMPROMISO O SACRIFICIO?

El hombre misterioso

Yoona era mas que una chica bonita, ella era muy inteligente. Mucha gente no lo sabía pero durante los dos años que estuvo en Inglaterra no solo había estado estudiando diseño de modas y desfilando sobre las pasarelas londinenses, ella se había encargado de aprender todo lo referente a los negocios de su familia incluyendo por supuesto finanzas y contabilidad, todo esto a petición de ella misma, lo que su padre tomo con mucho agrado. Aunque siempre sería su pequeña niña a la que quería proteger por sobre todas las cosas, el señor Im sabía que estaba criando correctamente a Yoona, convirtiéndola en una mujer fuerte e independiente, estaba orgulloso de que ella quisiera intervenir de manera activa en lo referente a los negocios de la familia.

La razón por la que la modelo había elegido al ojinegro como su prometido aún mucho antes de conocer su apariencia había sido precisamente tomando en cuenta todo los informes de Hyori que hablaban acerca de los Park. La chica sabía y aceptaba de cierta forma que la familia de Bo Gum estaba en la cima de la cadena alimenticia. Si ellos llegaban a unirse, Yoona podría proteger a toda la gente a su cargo, frenando los ataques que habían experimentado en los últimos meses, esto debido al gran frente que formarían ambas familias.

La modelo en ese momento iba rumbo a la casa de Daniel Henney. Ese hombre era algo así como el padrino de la sociedad coreana, sabía que el estaba al tanto de lo sucedido y que o tuvo algo que ver con los incidentes que había experimentado últimamente o estaba enterado de quien era la gente atrás de ellos. De lo que la chica si estaba segura es que tal vez el era el único que podía detener la emboscada que los demás estaban tendiéndoles. Pero... ¿qué podía ofrecerle a alguien que parecía tenerlo todo?.

Bo Gum estaba sentado en su sofá cuando llego Joo Hyuk corriendo a verlo.

Joo Hyuk: Ella fue a verlo...

El pelinegro suspiro.

Bo Gum: ¡Lo sabía!, esa chica... ¡ash!... ella en verdad se mete en problemas. Sabes, comienzo a creer que las cosas dulces no van conmigo, parece que si sigo consumiéndolas me van a matar de una indigestión algún día. 

 Los dos chicos rieron al unísono divertidamente. Bo Gum raramente tomaba su coche, pero en ese momento no tenía más remedio que ir en busca de la dulce chica.

Cuando el pelinegro llego a aquella imponente mansión y entro al despacho de aquel lugar,  pudo ver a una Yoona bastante decidida que en ese momento se encontraba de pie hablándole directamente a los ojos a Daniel Henney sin ningún temor alguno, aunque en el interior la chica estaba temblando de nervios.

Henney después de escucharla comenzó hablar, diciéndole que era lógico que ese compromiso jamás hubiera podido pasar desapercibido en las altas esferas, que el no tenía ningún problema con su familia, que no estaba involucrado con los accidentes que habían ocurrido peroooo... podía ayudarla a detenerlos, sin embargo necesitaba algo a cambio,  ¿qué ganaba el si la ayudaba?, el tenía que sacar algo, todo esto lo dijo mientras se levantaba de su escritorio dando unos enormes y decididos pasos hacia Yoona. La chica pensó en ese momento en lo impresionante que se veía ese sujeto. Daniel Henney era sumamente apuesto, tenía una presencia realmente avasalladora, tan intimidante... Yoona trago algo de saliva pero sin dar señales de querer retroceder ante el. En ese momento Bo Gum se acerco lentamente a Yoona hasta colocarse al lado de ella. La chica estaba tan inmersa viendo a la persona que cada vez estaba más cerca de ella que solo volteando se dio cuenta de que el ojinegro estaba a su lado. Cuando Henney estuvo a dos pasos de Yoona, la modelo instintivamente sujeto a Bo Gum del brazo. El pelinegro pudo sentir el agarre de la dulce chica y entonces la tomo de la mano colocándola atrás de el mientras esta lo abrazaba por la espalda con Bo Gum sujetando su mano izquierda aún. En el momento en que Henney estuvo frente a los dos chicos solo sonrió sarcásticamente.