Capítulo 7 • UA

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Tantas veces me habías dicho que me alejara de la UA, que no eso no llegaría a nada bueno y que solo traería problemas a la liga. Bueno, en eso no te equivocabas. El caso es que acabé allí, en el "sitio prohibido".

De pronto se oyó un pequeño pitido y las puertas de metal se abrieron una detrás de otra. Al fin, estas dejaron ver sus magníficos jardines y con un poco de temor me adentré en ellos.

Pocos pasos después de entrar vi a un hombre de pelo rubio con una ropa llamativa.

— ¡Hola! — Se acercó a mí. — Yo soy Present Mic. Tú debes ser ______ Aizawa ¿no? — Asentí. — Acompáñame.

Me llevó a una pequeña sala donde hice un pequeño examen teórico. Nada fuera de lo humano y después de entregárselo me explicó en aquella misma aula como iba a ser el examen práctico.

Me dijo que me llevaría a un campo donde habría 4 tipos de robots, cada uno con un puntaje. Uno de ellos valía 0. Me explico que tenía que lograr conseguir el mayor puntaje que pudiera.
Me llevó al sitió que nombró y la prueba empezó. Todo iba bastante bien, desmantelaba un robot tras otro.
Había limpiado una zona de robots consiguiendo así 53 puntos cuando oí el llanto de una niña desde un edificio.
Entré lentamente a ese lugar y seguí el sonido de los llantos. Llegué a una habitación en la que todo estaba oscuro pero se podía ver perfectamente a la niña que había en una esquina atada de pies y manos. Me acerqué a ella lentamente mientras me fijaba en todo alrededor mía.
Estaba delante de ella y acerqué mi mano pero esta traspasó la figura de la niña distorsionando se un poco la imagen.

— Un holograma — Pensé en voz alta. Detrás de mí apareció la figura de mi padre quien me golpeo. Supuse que esto también era parte de la prueba y tendría que pelear con él.

Empecé a esquivar sus golpes y a contraatacar pero él hacía lo mismo y al final no quedábamos en nada. Estaba empezando a cansarme cuando se me ocurrió una idea de escape. La puerta que estaba detrás de mi padre estaba abierta al fin y al cabo.
No podía usar mi quirk porque me lo había borrado a sin que esquivé uno de sus ataques y cuando me iba a tirar una de sus cuerdas la agarré y la lancé de tal forma que se quedó enredada en sus pies. Le di una patada con la se cayó al suelo y salí corriendo de esa sala cerrando la puerta tras de mí.
Supuse que mi quirk ya había regresado ya que no podía verme h así era. Cree desde el suelo una barra y la puse en la puerta para que no pudiera salir.
Me dirigí hacía la puerta exterior y cuando salí sonó una alarma. Era un leve pitido pese a que sonaba por todo el territorio.

— La prueba ha terminado — Se escuchó una voz grave y mi padre salió del edificio no sé cómo.

Me dirigí hacia él y le pregunté que si eso era todo.

—Sí, ya ha terminado. Ahora ve a ver al director, él te dirá si has logrado entrar o no.

— ¿Tú no tienes clase? — Le pregunté.

— No, mi clase está con Present Mic ahora.

— ¿Y quién estaba vigilando mi prueba?

— Hace rato que te está vigilando All Might

Miré hacía a lado y vi al héroe número 1 asomarse desde una esquina y levantándome el dedo pulgar con una sonrisa. Después de eso me dirigí al despacho del director tal y como me lo había dicho mi padre. Llamé a aquella puerta enorme de madera y una voz dulce y aguda me respondió para que entrara. Dentro me encontré con un animal que parecía un oso de peluche blanco sentado en el sofá tomando un poco de té. Me indicó que me sentara.

— ¿Debes de ser la hija de Aizawa no? — Asentí y cogió unos papeles que tenía en la mesa. Después de varios minutos me miró. Mis nervios aumentaban conforme el tiempo pasaba. — ¿Quieres té? — Me preguntó. Me quedé ojiplática con la boca un poco abierta pero pronto reaccioné.

— Eh... No, no gracias. — Volvió a sus papeles. Tras, más o menos, 10 minutos ya dejó los papeles sobre las mesas y me miró.

— Enhorabuena, bienvenida a la UA. Has conseguido ponerte 3º en la lista de puntuación. Tu clase es 1-A. — Salí de la habitación y fuera me esperaba el mismo héroe que me recibió a principio de la mañana, Present Mic. Me acompañó hasta el aula y llamó a la puerta, abrió mi padre y el héroe rubio se fue. Mi padre me dijo que esperara aquí y que entrara cuando me lo pidiese.

Se escuchó a mi padre hacerme una mini-presentación.

— Hoy tenemos a una nueva alumna. Entra por favor. — Me adentré en el salón. — Preséntate por favor.

— Hola... — Miré hacia delante, toda la clase me miraba y le di con mi mirada un recorrido general, mirando a todos los integrantes de la sala. Me paré en Shoto que, al igual que el resto, me miraba fijamente. — Me llamo _____ Aizawa. Un gusto conocerlos. — Hubo un pequeño murmullo general y mi padre me pidió que me sentara en un sitio que había detrás de un chico peli verde.

Papa hizo un breve resumen de lo que estaban dando y después siguió con la clase normal. Se hizo pesada y aburrida. Aunque me emocionaba estar en una clase por primera vez que yo recuerde. Supongo que antes de que fuera secuestrada por los villanos iría a la primaria o algo pero no me acuerdo mucho acerca de eso.
Sonó el timbre y me dirigí fuera del salón. Estaba en el patio de camino a la azotea y la gente me miraba, como no.

Toda la vida me habíais dicho que la gente me juzgará. Que toda la gente asumiría quien era solo con mirarme. Y que la baraja estaba, está y estará trucada en mi contra. Que cuando me enfrentara a eso, cuando no tuviese poder, en el exterior, tomaría decisiones más difíciles.
Es fácil esconderse, rendirse ante el dolor. Tú sabes mejor que nadie que llevar una vida privilegiada es cosa de otros. Pero la realidad es que el privilegio es una trampa en sí mismo. Y no te haces ningún favor agachando la cabeza, ocultándote. Debes encontrar un modo de ir con la cabeza bien alta. Tienes que encontrar un modo de hacerte ver en este mundo, de ser fuerte. Cuando sientes que te han dado de lado puedes sentirte sola y asustada. Pero tienes que encontrar el modo de escarpar de esas emociones.
Sí.
Eso me habíais enseñado y os estaré eternamente agradecida por ello.

Por fin llegué a la parte alta del edificio que subía y allí me encontré con Todoroki. Me senté a su lado, donde había sombra. Soplaba un poco de viento. Ya se estaba acercando la primavera, supuse.

— No creí que quisieras entrar a la UA... — Dijo el bicolor tras un largo silencio.

— Bueno... Yo tampoco. Pero supongo que no quiero que otras personas pasen por lo que pasé yo y mi familia. Supongo que por eso he decido coger el examen de acceso. — Me miró de reojo, yo tenía la cabeza gacha. Escuché un asentimiento de parte de él. — Éramos vecinos de pequeños ¿no? — Me miró.

— Sí. ¿Has recordado algo?

— Solo eso y el día en el que me secuestraron. —Bajó la cabeza. —Todo el mundo me mira mal. Como si fuera una villana. —Me miró.

— ¿Lo eres? — Me ofendió que lo dudara pero negué. —Entonces no tienes porque preocuparte. —Su rostro tranquilo me relajaba.

El descanso terminó y los dos nos dirigimos al salón juntos hablando de cosas triviales y cuando entramos todas esas miradas se volvieron a mí y ahí estaba esa horrible sensación de nuevo. Shoto puso una mano en mi espalda empujándome para que caminara hacía mi sitio.

— Esto... —Una chica de pelo y piel rosa se dirigió hacía mi. —Aizawa-san ¿no? —Asentí. —Solo me preguntaba... Nos preguntábamos. —Corrigió y miré a todas las chicas que estaban detrás de ella atentas a la conversación. —Si quisieras... —Volví mi mirada a ella y le dio un respingo. —Bueno... ¿Si quisieras sentarte con nosotras a comer mañana? —Bajó su mirada. Parecía que me tenía miedo.

— Claro. —Le dije y sonreí. Ella se volvió hacía mí y me devolvió la sonrisa.

Todo iba viento en popa y cuando menos lo esperé volviste a mi vida. Me quedé congelada viendo la pantalla del móvil y tu mensaje, todo había empezado a tener sentido pero después de eso, se me despejaron toda duda. Pero todo cambió a partir de ese mensaje.

No sabía cómo había sido capaz de creer que estar en la UA y hablar con villanos había sido buena idea, ¿no, Dabi?


¿Un Solo Bando? | Dabi y Tú [COMPLETA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora