Los tortolitos aprovecharon que los padres del Izuku no estarían hasta mañana al mediodía que volverían para llevarlo al aeropuerto. Retosaron a sus anchas por la casa, cuando tenían hambre picaban algo, si tenían sueño dormían donde les pillaba Morfeo, si se ponían "cariñosos" lo mismo que con el sueño....donde les pillara. Ya era bien entrada la noche cenaron cualquier cosa que había en la nevera, vieron una película hechados en el suelo en un futon que bajaron para estar más cómodos , pero no pudieron acabarla pues el cenizo se puso más que mimoso y bueno se dejaron llevar una vez más, no tendrían muchas oportunidades de estar tan a gusto. Cuando ya era casi de madrugada se durmieron allí mismo estaban agotados y para evitar contratiempos Izuku puso la alarma de su teléfono a las 10 de la mañana tiempo suficiente para recojer todo desyunar y despedirse de su chico ante de que volvieran sus padres.
Cerca de las 9 de la mañana se oyen las llaves en la puerta... Cuatro pares de ojos se cruzan: los verdes se miran con vergüenza por la situación (teniendo en cuenta que nos estaban prácticamente desnudos en el salón de su casa), los azules tenían la mirada asesina dirigida a una sola persona y los ojos rojos le devolvían la mirada desafianantes.
Unos minutos antes cuando el coche de Toshinori se aproximaba a la entrada del garage, una moto obstaculizaba su paso para meter el coche, sabía muy bien a quién pertenecía esa moto. Inko apenas divisó el vehículo, sacó su móvil intentó poner en aviso a su hijo de que estaban en la entrada, aunque Izuku nunca se lo dijo ella sabía perfectamente su relación con Katsuki. "Contesta Izu...vamos atiende!" Pero nada ya están en la puerta, está se abrió y se encontraron con la imágen de los chicos enredados en una ligera manta semidesnudos en pleno salón.
Inko tomó del brazo a su marido como queriendo calmarlo, Izuku rápidamente tomó su camiseta, se la puso y de un brinco estaba de pie en cambio Katsuki con total parsimonia agarró su camiseta se la puso, se levantó. Justo en ese instante Yagi se paró enfrente suyo.
- Lárgate de mi casa ahora mismo- no levantó la voz pero lo dijo de una manera que al pecoso se le erizaron los vellos del cuerpo.
- Como quieras viejo- tomó sus vaqueros del sofá- Ahhh pero antes debo despedirme sería muy maleducado por mi parte irme sin saludar al anfitrión- agarró a su pequeño por la cintura y le estampó un beso que dejó a Izuku con los colores subidos al máximo. El cenizo pensó "de perdidos al río...total ahora ya lo saben". Salió por la puerta haciendo una reverencia a su suegra y guiñandole un ojo al hijo de ésta. Se sentía genial, triunfante.
Ahora la mirada del mayor se dirigía hacia su consentido. Izuku estaba muerto de la vergüenza, no se había movido del sitio, con la mirada baja como si sus dedos de los pies fueran lo más interesante del mundo. Inko salió en su auxilio, se acercó a su hijo y le dijo dulcemente:
- Cariño, sube a bañarte que te preparo el desyuno mientras.
- Si mamá, gracias... y lo siento.- paso junto a Yagi para subir las escaleras y vió en este una mirada de decepción. Apuró el paso, quería huir de allí. No sabía que decirle a su padrastro.
Desayunaron en silencio, recogieron y se prepararon para llevar a Izuku al aeropuerto. Toshinori seguía sin decirle ni una sola palabra. Al llegar se despidió amorosamente de su madre como siempre, pero no sabía que hacer con el mayor. Este se acercó lo abrazo fuerte, cosa que le sorprendió a ambos peliverdes por como había ido la mañana.
- No volverás a Japón hasta que acabes la carrera y la especialización.- le dijo a Izuku muy serio y firme, que este no hizo más que agachar la cabeza y asentir. Se dió la vuelta y se marchó antes de que su madre lo viera romper en llanto.
- No has sido muy duro con él?- preguntó Inko algo angustiada.
- Es lo mejor para él, no te preocupes nosotros iremos a visitarlo.Lo que ellos no sabían es que había alguien esperando dentro del aeropuerto cerca de la zona de embarques, ni siquiera el mismo Izuku se había percatado de esa presencia.
- A dónde vas tan solito y triste?- le preguntó una voz grave que conocía perfectamente.
- Kacchan!!!! Qué haces aquí!!???- saltó a su cuello con una enorme sonrisa.
- No iba a dejar que te vayas sin que te despidieras de mí y sin que me lo vuelvas a prometer.
- Oh Kacchaaaaan ...-mientras se soltaba de su chico y instintivamente tocó su anillo- Yo... claro que te prometo volver siempre a tu lado...pero... yo no...- agachó la mirada y unas lágrimas comenzaban a rodar por sus mejillas. Katsuki le tomó la cara con ambas manos y lo miró a los ojos.- Qué pasa Deku? Dime lo que sea.
- Yo... no puedo- fue interrumpido por la megafonía que llamaba por tercera vez a los pasajeros con destino a Londres a embarcar, le dió un beso, se fue corriendo y llorando a mares.- Dekuuuu¿?- se quedó allí parado sin saber lo que su pequeño pecoso quería decirle, mirando hasta que éste desapareció por completo y lo dejó allí sólo, apretando con fuerza la pulsera que siempre llevaba consigo y una sensación horrible en el pecho.
"Perdóname Kacchan, fui incapaz de decirte que no podré verte en un par de años... fui un cobarde" pensaba acomodado en su asiento del avión y llorando sin parar.
"Qué es esta sensación que me quema en el pecho, Deku...qué me oculta? Tendrá que ver con el payaso bicolor? No....mi Deku no me haría eso... mañana lo llamó si o si".
Otra etapa iba a comenzar, las despedidas con Kacchan siempre eran duras, pero esta vez el saber que no lo vería en muchos meses le partía el corazón, como llevaría adelante justo el curso más duro de la carrera sabiendo que al final no tendría su premio de volver a casa y estar con él, mañana lo llamaría y le contaría la desición que había tomado al respecto Toshinori por lo sucedido esa mañana.
*******************
ESTÁS LEYENDO
IRRESPONSABLE
FanfictionIzuku y Katsuki son amigos desde pequeños, desde entonces planean su vida ideal juntos, pero un importante suceso en la vida del pequeño pecoso hace que todo cambie en sus respectivos futuros. Historia basada/adaptada/inspirada en varias cancione...