Izuku y Katsuki son amigos desde pequeños, desde entonces planean su vida ideal juntos, pero un importante suceso en la vida del pequeño pecoso hace que todo cambie en sus respectivos futuros.
Historia basada/adaptada/inspirada en varias cancione...
Ya habían pasado las dos semanas los Midoriya acababan de llegar, nada más entrar Izuku dejó todo en su habitación y salió corriendo a casa de su amigo. Necesitaba verlo y hablar con él urgentemente. Llamó al timbre.
- Oh Izu-kun!! Bienvenido, ya estáis de vuelta, esta tarde me pasaré a ver a tu madre entonces... supongo que vienes a buscar a mi hijo.
- Buenos días Mitsuki-San!! Mi mamá se pondrá muy contenta de verla... esto, si vengo a ver a Kacc..Katsuki, gracias- haciendo una reverencia.
En ese momento asoma por detrás de su madre el pelicenizo. Estaba super felíz de ver a su Deku pero no lo iba a demostrar y menos delante de su madre así que salió hacia la calle.
- Aparta vieja bruja!! Vamonos Deku- pasando por delante del pequeño comenzó a andar hacia el lago.
- Maldito mocoso maleducado!!!
- Esto....si, Kacchan esperame- siguiendo con dificultad al mayor ya que este caminaba muy rápido un poco, estaba confundido y nervioso por lo que iba a decirle.
Cuando llegaron al lago Katsuki frenó en seco y se dió la vuelta tomando al pecoso de las muñecas atrayendolo hacia él bruscamente el delicado cuerpo del otro, si dejarle tiempo a reacccionar lo besó, tan intensamente que al separarse Izuku quedó congelado costandole unos segundos volver en sí. Cuando por fin reaccionó bajó la mirada con una expresión de tristeza y suspiró desde el alma.
- Kacchan... tengo algo importante que decirte y no es nada bueno.- decía jugando con sus dedos para calmar su nerviosismo.
- Deku otra puta vez no!!! No lo arruines de nuevo...apenas llegas y ya la estás jodiendo... Qué pasa ahora?!!
- Mi mamá... le han ofrecido un nuevo puesto en la empresa que trabaja- decía con voz apagada
- Pero eso no es malo-respondiendo un poco confundido.
- No, eso no es lo malo además es un trabajo que le encanta a mi madre...lo malo es que... es en Londres...en unos días nos mudamos allá porque tiene que empezar cuanto antes- unas lágrimas comenzaban a rodar por sus mejillas.
- Qué dices Deku?! Que te vas así sin más que te importa una mierda dejarme que prefieres irte a esa estúpida ciudad!!! Porqué siempre tienes que hacer lo malditamente correcto!!???- expresaba frustrado el cenizo- Deku por favor no te vayas...que va a pasar con el intituto... conmigo, con lo nuestro...
- Yo...yo no quiero irme, pero es lo que debo hacer por mi mamá ella ahora está felíz con su nueva relación, ella ya me apunto a un colegio... un internado para mejorar mi currículum académico y perfeccionar mi inglés, la verdad que me gusta ese sitio... pero vendré a visitarte siempre que pueda te lo prometo!- decía intentando quitarle hierro al asunto.
- Por mi puedes quedarte en tu estúpido colegio de pijos lleno de putos niñatos repelentes!!! Total tú ya has decidido irte de nuestro lugar... - estaba enfadado y tiste, se expresaba como mejor sabía: de manera despechada - Yo no lo entiendo que pasó con tu corazón, ya no sientes lo mismo que antes. Lo que pasa es que no te permites ser libre, esa es la jodida razón. Pero yo estaré aquí y se que volverás a mí... Aquí estaré esperándote maldito nerd!!! Porque tú no puedes vivir sin mí.
Y así pasaron los días hasta que llegó la hora de partir hacia su nueva vida. Izuku y su madre ya estaban a punto de subir al taxi cuando llegó agitado por la carrera Katsuki, simplemente le miró fijamente a esos ojos enormes y verdes, que estaban rojos seguramente de llorar lo sabía porque lo conocía muy bien, tomando en su mano la pulsera roja apretandola en su pecho cosa que el pequeño respondió acercando su mano derecha a su boca dandole un beso a la calavera del anillo. No hizo falta más, sus ojos y sus gestos ya lo decían todo. Por la cabeza de ambos pasaban miles de preguntas: cuánto debían pasar para poder estar juntos? Porqué todo conspiraba en su contra? Acaso no era correcto el amor que sentían?
Y la nueva vida de ambos empezó a levantarse... muchos cambios y dificultades le esperaban.
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