Nos encontramos en el último domingo del mes, la próxima semana ya entraría en el sexto mes de embarazo, por ahora estamos bien pero aún así el miedo sigue presente. Estuve hablando con Mariah, que el día de ayer acompañó a Victoria al día de visita a los jugadores, obvio que tuvo un momento incómodo con Cristian, hasta me contó que por un lado él le pidió que se quede y a mil seiscientos veinte kilómetros en Sochi, donde está la residencia de la selección brasileña, Neymar le recordaba que tenía el pase libre para poder visitarlo y entradas reservadas para el partido del miércoles ante Serbia. Por otra parte, Victoria se vio con Gian y es otra confundida más, parece que por ahora nadie tiene suerte.
Sebastián está en pretemporada, en Austria. Recibí algunas llamadas de él, más que nada para saber cómo estaba yo y cómo está Salvador, me prometió que va a pedir permiso para venir a Londres la próxima semana y acompañarme, pero prefiero seguir pensando en que voy a ir sola. Vanesa ya cumplió los siete meses y le quedan solamente dos más para que nazca su hija.
Noemí me visitó al otro día que había venido Sebastián, estuvo llorando casi todo el tiempo en el que estuvo acá, primero por ver mi vientre, después por entrar a la habitación de Salvi, cuando le conté el riesgo que corre... Tenía una fuerte mezcla de emociones y no la culpo, si yo estuviera en su lugar, me sentiría y actuaría igual. Me contó que Maxi, Luciano y Gonza estaban muy entusiasmados con venir a visitarme, que cuando Sebastián les contó, no lo podían creer.
–No entiendo –dijo Ramiro–
–¿Qué cosa? –pregunté–
–¿Por qué Mariah fue al partido de Suiza contra Brasil?
Suspiré y puse los ojos en blanco.
–Ya te dije que capaz vuelve con Ney –respondí– Y aparte ya pasó una semana de eso –reí–
–¿Y pavón qué onda?
–Uy, no sé Ramiro –dije algo molesta–
–Fua, háblame bien a mi
–Perdón –reí–
–Ahora te reís, re loca estás –dijo– Medícate amiga
–Ya lo estoy –dije haciendo puchero con mi labio inferior y reí nuevamente–
–Ahora me siento una basura por decirte que te mediques, Dios –suspiró– No te cansas de hacerme sentir mal
–No –sonreí e hice una pausa poniéndome de pie– ¿Me queres ayudar a acomodar la ropa de Salvi?
–Bueno, está bien
Como estábamos en el living, se puso de pie y caminamos hasta el hall, justamente uno de los empleados estaba cerrando la puerta y volvía con una caja entre sus manos.
–Señorita Candelaria –habló– Llegó esto para usted
–Gracias
Respondí y Ramiro agarró la caja por mí. Era de color blanco con una cinta en celeste.
–¿Tiene alguna tarjeta? –pregunté mientras subíamos las escaleras–
–Nop –respondió mirando todos los lados de la caja– Capaz que adentro sí
No respondí nada y seguí caminando hasta llegar a la habitación en la cual últimamente paso mis tardes. En estos días papá trajo bastante ropa de la línea Kids especialmente para su primer nieto, una de las empleadas se ofreció a acomodarlo, pero preferí hacerlo yo misma, solamente es doblar y guardar.
–Éste pibe ya tiene más ropa que yo –rió Ramiro sentándose sobre una alfombra y dejando la caja a un lado de él– Ah, tomá –dijo agarrándola nuevamente y extendiéndomela– ¿Qué es?
–Esperá
Dije con una sonrisa de lado, me senté en el sillón y puse la caja sobre mis piernas, deshice la cinta y quité la tapa. "Congratulations, Candelaria. We wish you the best of luck in this new part of your life, for you and your future son. xoxo Donatella."
–Voy a matar a alguien –dije poniéndome de pie y dejando la caja en el sillón–
–¿Qué pasó? –preguntó Ramiro–
–Dice... Felicidades Candelaria, te deseamos lo mejor en esta nueva etapa de tu vida, a vos y a tu futuro hijo –hice una pausa– Papá o mamá le contó a una diseñadora amiga sobre mi embarazo y que es un varón –suspiré y comencé a mirar algo de la ropa que había dentro de la caja–
–¿Pero ella le va a contar a alguien? –preguntó nuevamente–
–No sé –suspiré sacando una chomba que a la derecha tenía el reconocido rostro de Medusa– Voy a tener que llamarla... Seguramente no le contaron toda la historia –dije poniendo los ojos en blanco–
–¿Quién es?
–Es Donatella Versace –respondí– ¿Te acordas la serie que miraban vos y Agustín?
–Que el tío Pablo dijo que eran giladas –rió y asentí– la del asesinato de Gianni... –hizo una pausa y se dio cuenta de quien hablaba– AAAAA JODEME BOLUDA ¿POSTA SON AMIGOS DE DONATELLA?
–No puedo creer que tengo un amigo tan imbécil –dije llevando ambas manos a mi rostro– Sí Ramiro, hasta fuimos a un desfile de ella
–Fua, pero nunca me avisaste, sos re mala
–Mariah trabaja mucho para Versace –conté– Si no me equivoco, estuvo en un desfile de ellos antes de irse para Rusia
–Lluvia de datos –dijo mientras sacaba el resto de la ropa de la caja y comenzaba a doblarla– ¿Será que va a tener los ojos claros como vos u oscuros como los del gordo?
Sonreí.
–No sé... A veces me pregunto lo mismo –hice una pausa– Aunque últimamente me pregunto qué tan parecido va a ser a su hermana –dije arrugando la nariz–
–Ojalá se lleven bien –hizo una pausa– Sino alto quilombo
Y sí, tenía razón. No me había puesto a pensar en los conflictos que se podrían generar en el futuro por ser de distintas madres, aunque se dice que pueden ser evitados, para mí es mentira y sé que en algún momento van a haber problemas, más por el momento en que quedé embarazada...
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Hola hola holaaaaa, tenía que actualizar y acá les dejé el capítulo, Voten y comenten❤️ Tengo una novedad para ustedes y es que mi querida socia ahre BocaJrEng publicó una nueva historia y va a estar conectada a mi próxima novela, que decidí hacerla de Paulo nanana, así que vayan a leerla ❤️👇🏼
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