Volverte a ver | 2º Temporada

✻ 75 ✻

▶️ Con música es mejor👀

Parecía que ninguno de los invitados presentes se hubiera imaginado que Victoria y Betania se estuvieran llevando tan bien como para estar en el mismo grupo de Damas de honor. Pero todos deberían superarlo. ¿O no ven que una de ellas dos tiene un vientre demasiado grande y dentro suyo tiene dos bebés?

Empezaron a pasar en pareja, todas tenían el mismo vestido, que después de la ceremonia se cambiarían. Matías Antezama con Dakota Hermsen, Ramiro Martinez con Chantal Hermsen, dos potencias juntas. Agustín Pedrozo con Betania Hermsen, Kevin Hornos con Victoria Rivero, Luciano Driussi con Mariah Simeone y Maximiliano Driussi con Pilar Galliano, el hermano de Sebastián sostenía a Francesca y la hermana de Candelaria sostenía a Salvador, cada uno tenía un anillo atado a la muñeca, para que no se les pierdan.

Al llegar al altar se acomodaron a los costados, los chicos al lado de Sebastián y las chicas enfrente, del lado en este estaría Cande. El sonido instrumental prenupcial de piano empezó a sonar en el lugar. Candelaria tomó aire y agarró fuerte el brazo de su papá.

–Sé que te dejo en buenas manos y vas a ser la mujer más feliz del mundo

Dijo Pablo mirando a su hija con una sonrisa.

–Ya soy feliz papá –sonreí– Desde que volví de Londres, desde que volví a ver a Sebas, desde que tuve a mi hijo en mis brazos por primera vez, desde todo eso, soy feliz y aunque Sebastián estuvo ausente en algunas cosas, me alegra saber que el tiempo ponía todas las cosas en su lugar para que hoy estemos acá

Candelaria recibió un beso en su frente de parte de su papá y empezaron a caminar hacia el altar. Todos los presentes se pusieron de pie para poder ver a la novia. Su vestido era único claramente, no estaría incluido en la colección de novias, fue hecho especialmente para ella.

El corazón de Sebastián se aceleró al ver a su futura esposa caminando por el pasillo, ella sonrió y el enfoque de sus ojos solamente estaba en él, su deseo es correr para llegar más rápido hasta su lado, pero prefería mantener aquel leve ritmo. Una vez que llegaron Pablo se acercó a Sebas y le dio un corto pero fuerte abrazo.

–Cuídala

Susurró y puso la mano de su hija con la de Sebas. El jugador no podía dejar de sonreír y con su dedo pulgar acarició. El cura que los casaría empezó con ese embole de sermón previo a las preguntas más importantes hasta que llegó el momento del consentimiento, ambos se enfrentaron y tomaron sus manos, era el momento en el que Sebastián diría sus votos sin leerlos.

–Yo, Sebastián Driussi te tomo a ti Candelaria Galliano, como mi esposa –dijo el jugador– Sé que dejé promesas sin cumplir, pero hoy, que es el segundo día más importante de nuestras vidas –hizo una pausa– El primero fue cuando nació Salvi –dijo rápidamente mirando a su hijo en los brazos de su cuñada– Prometo que no voy a fallarte, aunque muchos acá pensaran mmm vos decís –rió al igual que Candelaria– Siempre fuiste el amor de mi vida y cuando te volví a ver me prometí a mí mismo que iba a cuidarte como hoy te prometo seguir cuidándote, amarte y respetarte por el resto de nuestras vidas... Soy el chico más afortunado de tenerte en mi vida, le agradezco a Dios y a la vida que me dio otra oportunidad de Volverte a ver

✺ 🅡🅔🅒🅤🅔🅡🅓🅞🅢 ✺

–Miren chicas el es Sebas Driussi, el número treinta y dos de River... aunque creo que numero once ahora sí no me equivoco ¿No Sebastián? –preguntó para confirmar–