1. Ángel

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Esta es una historia de mí autoría que había escrito hace mucho y creí haberla perdido. Solo le hice pequeños ajustes, cambios de nombres y algunos hechos, espero que sea de su agrado y que sepan apreciar mi esfuerzo presionando las estrellitas en cada capítulo. Gracias💕.


Todos necesitamos a alguien que nos haga saber que no salimos tan mal en las fotos, y que el invierno no es tan frío y triste como parece. Y quizás nos hemos acostumbrado a pensar que todo irá  de mal en peor y que la ultima llave nos llevará a ningún lado. Y que muchas veces tenemos esa necesidad entre a nuestra vida accidentalmente y cure nuestras heridas, que amortigüe nuestra caída cuando tomemos la decisión de saltar de nuestros miedos... 

Yo no, no cuento con nadie... Por eso tomé esta cobarde decisión de abandonar este mundo que no ha tenido nada bueno para ofrecerme.

Apoyé mis manos en la barra, mis manos temblorosas y frías, mi vista descendió hacia las personas que comenzaban a detenerse y a presenciar lo que estaba apunto de hacer. "¡No lo hagas!", se escuchaban desde la multitud que ahora se había formado. Ignorando los gritos, crucé los pies del otro lado de la barra, estando aun mas cerca de mi objetivo, la muerte. Dejando mi vida a la suerte de mi mano derecha que con un movimiento iba a caer en falso. Mis ojos ardían y las lagrimas comenzaban a salir pero siendo rebatadas por el viento frío que azotaba mi cara. 

Las multitud empezaba a crecer... Ya quería acabar con esto, con esa de vida que llevaba, si así se le podía llamar. Mis dedos deslizaban para dejarme caer... Pero unos fuertes brazos me tomaron firme por la espalda. —¿Que haces? ¡suéltame!—grité llorando y moviéndome para zafarme, pero era imposible. No podía ver su rostro pero por la fuerza pude saber que era un hombre. 

No me respondió, me levantó  y me sacó del otro lado de la barras del puente poniéndome fuera de peligro. La multitud empezó a aplaudir. Me giré para golpear a esa persona, pero me quedé algo anonadada con el tremendo personaje que tenía  en frente, rápido salí de mi trance y lo empujé sin lograr que se moviera siquiera un poco.

—¡No tienes ningún derecho a hacer eso! ¡es mi vida, j*$x!—lo volví a empujar— ¡imbécil!— mis lágrimas no paraban y me detengo en seco, mis piernas me fallaron, provocando que caiga al suelo y gritar de frustración. Aquel chico se agachó a mi altura y sin preguntar me dio un abrazo, me ayudó a para de nuevo. 

— No te conozco, no sé que te trajo aquí a querer tirarte de un puente, pero sea lo que sea no te rindas, si no te gusta lo que te sucede, cámbialo...— me dice el chico. 

— Ya no sé que hacer...— respiro agitadamente. 

—¿Buscaste ayuda?, ¿intentaste eso?— niego con la cabizbaja.

—Créeme todos tenemos problemas, y esta no es la mejor manera de solucionarlo...—me da una sonrisa de lado. 

—... ¿Como te llamas?— pregunto. 

—Me llamo Angel.

Si te está gustando la historia presiona la estrellita y comenta.

        ¡Gracias por leer!🍇

Un amor de playaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora