Un amor de playa

4. Momento especial

Sus manos estaban a cada lado de mi cabeza. Sus labios eran suaves y dulces, se sentía especial. No sé como describirlo.

—También me gustas- es lo que dice para besarme de nuevo. Me empezó a dar un fuerte calambre en el pie, lo que me hizo separarme bruscamente de él y hago cara de dolor.

—¿Que pasa?— me pregunta con cara de preocupado.

—Calambre, calambre —repito y esta vez me agarro el pie.

—Salgamos del agua—me carga y sale conmigo de esta.

—Que manera de romper un momento tan especial, ¿no?— comienzo a reír, y él me acompaña también.

Ángel y yo seguimos viéndonos, esos días fueron los mejores de mi vida, todo era dulce, maravilloso, parecía un libro, y no gritos, golpes y abusos... Tal vez por eso es que me eh encariñado mucho con él, tanto que me atrevía a decir que estaba enamorada; no tenia conocimiento de la palabra, no lo sabia, lo sentía, sabia que era así y me sorprende, los dos nos hemos enamorado en un periodo de tiempo muy corto.

Me pidió que fuese su novia, los dos sabíamos que todo era muy precoz, y que teníamos que conocer mas cosas uno del otro, pero todo era tan intenso y a la vez hermoso, viviamos como si fuesen los últimos tiempos... Así que le di el si.

**

Días mas tarde...

—Ángel, ¿me vas a decir que te esta pasando?... Me preocupas— le reclamo.

—Te vengo diciendo que no me pasa nada, desde hace días, y tu sigues con los mismo— bufa.

—¡¿Nada?!, ¿¡Nada!?, ¿como te dices que no te pasa nada?—digo preocupada— ¿te has visto en un espejo?, ¡estas demasiado pálido!, mas delgado, en tu cara se pueden ver las venas- mis ojos se cristalizan— ¿Que no entiendes que me preocupas?... Eres la única persona que me ha dado amor... Te amo— salen varias lágrimas.

—No llores chiquita— limpia mis lágrimas con sus pulgares— Ven— me hace señal para que me acomode en su pecho— También te amo— besa mi cabeza— Pase lo que pase, recuerda siempre que te amo, y no te olvides de mi— lo miro preocupada.

—¿Porque hablas como si te fueras?.

—No me iré a ningún lado niña bonita—me dice.

— Prometelo... —se queda callado por varios segundos que parecen interminables para mi— ¿Ángel?...

—Lo prometo—besa mi mano y salen varias lágrimas de sus ojos.

—¿Que pasa?— le digo.

—Nada, no pasa nada...

Nos quedamos en el parque, en silencio, yo seguía con mi cabeza en su pecho, disfrutaba su calor corporal. Me preocupaba su situación. Ni siquiera el brillo que siempre tenia en sus ojos estaba allí.

Si te está gustando la historia presiona la estrellita y comenta.

¡Gracias por leer!🍇