C o m i e n z o

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Los principales integrantes de el plan se encontraban ya en las afueras del Templo de Zen Oh Sama, esperando a sus demás compañeros.

Al frente de ellos El Gran Sacerdote los acompañaba con una sonrisa misteriosa, que minutos antes había salido del Templo al sentir las presencias de los Kaios. Estos le se vieron a explicarle el porqué estaban ahí, lo que tenían planeado y que debían esperar a los demás que no tardaban en llegar. En ningún momento se vió un solo gesto de molestia en él, dio a entender que estaba de acuerdo.

De ser así, esperaban la misma reacción en Zen Oh Sama...

Pasaron unos minutos cuando ya todos comenzaron a aparecer, y como era de esperarse, Kai y Ea no se estaban. Pues estos no debían enterarse al menos sí todo resultaba bien.

—Bien, ya que están todos al fin, los llevaré con Zen Oh Sama.—

Cada uno caminaba a la par de El gran Sacerdote en ese pasillo que se demostraba interminable. A pesar de haber estado ahí muchas veces, no se les quitaba para nada los escalofríos.

Shin veía al frente temeroso, no salía de su cabeza el echo de que algo pueda salir mal. Agachó su cabeza lentamente tragando saliva.

Anat se percató de esto he inmediatamente se puso a su lado y tomo su mano, sorprendiendo al pequeño el cual lo miró. No dudo en sonreirle para transmitirle algo de tranquilidad, cosa que logró cuando esté le devolvió la sonrisa con las mejillas algo rojas.

Detrás de ellos venía Iru que los estuvo observando en todo momento. Se le hizo tierno verlos de esa manera, tanto que... Quiso intentarlo, Apegándose a Kuru.

Más no resultó como esperaba, ya que su "enamorado" le hizo caso sumiso, indignado por ser ignorado,
Siguió su camino haciendose notar que estaba molesto, pero Kuru ni cuenta se dió.

Luego de estar caminando, todos fueron transportados  hacía la sala principal del Templo, en donde se encontraba Zen Oh Sama en su silla con una sonrisa siniestra.

—Zen Oh sama, los Supremos Kaios han venido con una importante propuesta. Por favor, le pido cordialmente su atención— Habló El Gran Sacerdote, haciendose a un lado.

—¡Hola!— saludó alegre el pequeño Zen, poniendose de pie en su silla. Al instante los Kaios le saludaron inclinandose en forma de reverencia. —¿Qué es esa propuesta tan importante?—.

—Verá, si me permite explicarle..— exclamó Anat dirigiendo su mirada al frente —¿Le gustan las buenas relaciones?— Zen Oh Sama asintió.—Bien, de eso se trata la propuesta, quiero sugerirle aumentar un poco eso entre dos de nuestros compañeros—

—¿Qué? ¿A quiénes?—

—El Supremo Kaio del universo 11 y 3.—

— Pero... por qué ellos? ¿Acaso se llevan mal?—

—Bueno... eso no es lo qu-

—Quiero verlos. ¡Hey! Llamalos ahora!— hablo con una expresión seria, todos quedaron sorprendidos a excepción de Daishinkan.

—Enseguida— El Gran Sacerdote salió del lugar.

El ambiente se volvió pesado, causando temor en los kaios de lo que fuera a pasar. Zen Oh Sama se le notaba serio y pensativo, de verdad odiaba que las personas se pelearan, buscaba en su mente un método para evitarlo.

—Mmh...—

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¿¡Juntos!? [Kai Y Ea]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora