i n s o p o r t a b l e

218 17 6
                                    

Narrador Omnisciente.

-¿Creen que estén bien?-

-No sabemos nada de ellos desde la reunida.-

-El solo pensarlo me preocupa...-

-A quien le importa? Ya no tendremos que soportarlos.-

-Aún así, eran nuestros compañeros. ¡Debemos hacer algo! Y si... y sí los están castigando?-

Todos se encontraban preocupados. No les dieron ni la mínima información de la parada de sus compañeros.

Obviamente era para que no se metieran en el proceso de "amistad" entre ellos.

Anat se veía sereno. Por el fondo igual estaba preocupado, pero debía permanecer bien para que los demás no se angustien demasiado.

-Tienes razón.- dijo derrepente -Quizás.. deberíamos visitarlos, para saber cómo les está llendo hasta ahora.- sonrió de una forma calida. Todos le miraron confundidos.

-Pero... ¿No está mal que interrumpamos? Por alguna razón no nos dijeron donde están.-

-Exacto, pero no hará mal que solo vallamos a verlos.- mencionó antes de sonreír dando por finalizada la conversación.

En algún lugar lejano con Kai y Ea.

-¡Oye! ¿Cuando dejarás de hacer eso?-
se quejaba el de pelo recogido mirando a su contrario que estaba hace ya unos largos minutos controlando alguna especie de máquina completamente desconocida para él.

Más el otro no le respondió, sólo seguía, manipulando el objeto, hasta que se volteó, manteniendo en sus manos una taza de café.

-¿Quieres usarla? Toda tuya.- dijo mientras le daba un sorbo al café y miraba a Kai con la mirada serena, en cambio este, tenía su rostro lleno de confusión.

-¿Que es eso?-

-¿No lo sabes?-

No podía creer las palabras de su compañero, ¿En serio nunca había visto una? Que se supone que comen en su universo? La curiosidad probablemente no sería buena, no quería saber de todas formas.

-Esto amigo mío, se llama cafetera. Sirve para hacer café.- hablaba con voz firme a su vez que señalaba el objeto.

-¿Porque me hablas como si fuera un tonto?-

-¿Por qué alguien no sabría lo que es una cafetera?-

-Okay... De todas formas no tomaría eso, no se ve delicioso.-

-Lo es.- dió otro sorbo, apoyándose en el mesón para mirarle incrédulo, Kai se cruzó de brazos, mirando las demás acciones de su compañero y sintiendo el frió invadirle de nuevo.

- Como sea, prestame la cosa de antes.- dijo con la voz temblorosa

-¿Te refieres a mi abrigo?-

-¡Como se llame! Dámelo.-

-Se llama abrigo.-

-¡Solo dámelo!-

-Pero es mío, ¿donde están los modales?- un suspiro de irritación salió de los labios de su compañero de piel morada, agarró sus cabellos con la intención de arrancarlos, más no tuvo la valentía de hacerlo, su contrario lo miraba divertido.

-Ugh, eres... Tan insoportable!-

–Oye tranquilo, el único insoportable eres tú por hacer tanto ruido.–

El de tés morada solo se dedicó a bufar para luego darse la vuelta con intenciones de irse de ahí, no iba a seguir perdiendo el tiempo con su irritable compañero. Salió por la puerta para después subir hasta su habitación; al pasar por el pasillo, se encontró con la habitación de su contrario, entró sin dudar a esta, para luego ver el abrigo encima de la cama que momentos antes le había pedido, sonrió victorioso para ir hacia él y tomarlo.

–Ja, no necesito de su permiso. Desearía poder tener uno de estos, es tan.. suave, y su aroma... –hablaba a medida que acercaba el abrigo hasta su rostro, aspiro levemente el olor que era nada más que el de su compañero, por alguna razón le relajaba bastante.

Se quedó unos cuantos segundos de esa manera antes de darse la vuelta para irse, se quedó quieto y paralizado otros segundos después, cuando escuchó la voz de su compañero en la puerta.

–Si lo querías tanto, debiste pedírmelo amablemente, Kai.–

¿¡Juntos!? [Kai Y Ea]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora