Capítulo II

284 21 5
                                    

El sonido de mi celular lleno mi habitación despertándome de mi sueño. Adormilada arrastre mi mano por la mesita de noche hasta llegar a mi teléfono.

-Si?-pregunté.

-¡Adivina qué!-chilló Cristina al otro lado.

-¿Qué?-dije.

-¡Hoy habrá una fiesta en el club!-dijo y abrí los ojos.

-¡¿A que hora?!-chillé.

-A las 9-dijo.

-Nos vemos allí-dije y me levanté.

El día paso lentamente hasta que escuché los pasos de Cristina entrar por mi puerta.

-¿Lista? Ya son las ocho-dijo y cerró.

-Tenemos que ver que ponernos-dije y entramos en el armario. Me decidí por un vestido negro con detalles plateados y tacones también negros. Mi cabello era ondulado así que lo deje así. Mi maquillaje era simple, algo de sombra y un labial no tan llamativo. Cristina iba de un morado azulino hermoso, con unos tacones celestes y su cabello corto liso. Sus ojos delineados y un labial rojo. Ambas subimos al Jeep negro y fuimos al lugar. Al entrar nos encontramos con que había muchos Keysers. Cristina me tomó de un brazo y me apartó.

-¿Que crees que te digan cuando te vean vestida así?-susurró.

-No me verán vestida así-dije y ella fruncio el ceño hasta que comprendió todo cuando levanté mi dedo índice, el cual desprendía un brillo azul. Con un simple movimiento de dedos podía hacer que los Keysers vieran lo que quisiera, además de poder transformar cosas. Posicione el dedo en uno de los tirantes del vestido y lentamente el azul comenzó a llenar la tela negra que se alargó hasta tocar el piso. Con una media sonrisa entré. Todas me miraron y saludaron, yo solo camine hasta el resplandeciente ascensor que nos llevaría a mi amiga y a mí al segundo piso, que tenía vista al primer piso desde una terraza de vidrio. Entramos en la caja de metal y apreté el botón correspondiente.

Estaba en el baño viendo alguna imperfección, aunque no había encontrado nada. Revisé mis pestañas, mis labios, nada malo. Cristina entró en el lugar.

-Kat, tienes que ver esto.-dijo ella seguida de mí. Caminamos hasta la terraza de vidrio, allí apoye mis antebrazos y pude ver de que se trataba. Los chicos con mascaras de animales estaban allí, mi expresión se volvió mas seria. Se podía reconocer que el líder de ellos era el que usaba la mascara de Tigre. Ya tenía claro de quien se trataba, al ver mi rostro pude percibir la media y arrogante sonrisa de él a través de la mascara. Di media vuelta con dirección al ascensor, Cristina venía tras de mí. Giré mi cabeza a un lado.

-Iré sola, ya se como tratar con ellos-dije y seguí mi camino sin ella. Al entrar me la quedé viendo, tenía una expresión de intriga. Yo solo apreté el botón 1 y las puertas se cerraron. Con mi dedo índice volví el vestido azul largo al negro corto que había llevado originalmente. Las puertas se abrieron y los Inocentes habían formado un pasillo hasta el grupo de chicos. Al ritmo de la canción que había puesto el DJ caminé hacia ellos.-¿Que haces aquí?-pregunté con mis manos apoyadas en mis caderas.

-Solo vine a gozar de una fiesta, cariño-dijo y puso un mechón de cabello detrás de mi oreja, solo moví mi rostro para que no me tocara. Di media vuelta con dirección al ascensor nuevamente hasta que escuché la voz de uno de ellos.

-Es una zorra mas para tu colección, hermano-dijo. Al escuchar eso cerré los puños. Al darme la vuelta para dirigirme a él, toda mi ropa había cambiado a una blusa suelta y unos jeans negros combinados con los tacones. Los ojos de quien se hallaba tras la mascara de Tigre se abrieron en una expresión de sorpresa por mi repentino cambio. Lentamente camine hacia él y me acerqué peligrosamente a su oído.

-¿Sabes algo?-dije acariciando su musculoso brazo-Tengo que decirte una cosa-continúe mis caricias hasta su cuello y su cabello- Mother F*ucking Animals-susurré en su oreja y al mismo tiempo chasqueando mis dedos haciendo que los Keyser se movieran al ritmo de la música e hicieran locuras. De allí, me mezcle entre la gente y comencé a bailar. Sabía que aquel chico me miraba así que decidí menear mis caderas y agitar mi cabello. De vez en cuando lo miraba. Un grito se escuchó, sabía que si los Keysers lo oían pararían todo, así que chasquee nuevamente los dedos, esta vez frente a él, todos seguían disfrutando. De repente presentí donde se encontraba él y sus amigos. Salí del lugar y caminé por oscuros pasillos hasta que los vi a los cinco reunidos, sin mascaras. El líder de ellos estaba de espaldas, técnicamente era invisible para ellos hasta que uno advirtió mi presencia. Salí de mi escondite y camine a paso veloz por los lugares y pasillos hasta un lugar que estaba completamente oscuro. Las luces se prendieron lentamente mostrándome que estaba acorralada por ellos. Uno estaba frente a mi, dos bloqueando la salida a la izquierda y uno a mi derecha. Solo faltaba el quinto.-Malditos-susurré para mi misma. A ciegas caminé hacia atrás, pero choque con alguien. Era el quinto, el resto de los animales desapareció en la penumbra. Su mano viajo desde mis dedos hasta mi hombro, acariciándolo tan suave que su toque era desvanecedor. Sus respiración estaba en mi nuca, cada vez que exalaba lo sentía. Su mano llegó hasta el tirante de mi sostén y lo bajó lentamente dejando al descubierto la marca del tigre que tenia en mi hombro, la cual delineo con su pulgar. Sin moverme tanto di media vuelta quedando frente a frente con Martin, su expresión era satisfactoria y otra de esas medias sonrisas tenia lugar en su rostro. Su mano derecha tocaba mi estomago y espalda baja por debajo de la blusa acercandome peligrosamente a él. Su mano izquierda estaba en mi cuello. Sus labios chocaron con los mios, su lengua entro en mi boca recorriendo cada centímetro de mi cavidad. Bajo sus besos hasta mi cuello donde, con su nariz, olió y acaricio deliciosamente. Se separó de mi y dirigió su mirada nuevamente hacia mis labios.

-Que linda marca tienes-susurró.

-Callate-mascullé.

-Tranquila tigre-dijo -No le diré a nadie sobre esto-susurró en mi oído.

-Eres un maldito idiota-dije.

-Al parecer, este maldito idiota, te trae loca-dijo.

-No es cierto-respondí.

-¿A no? Pues eso no explica por que te acercaste mas-dijo.

-No me acerque mas-dije.

-¿Estas segura de que no quieres mas?-dijo inclinándose con sus labios rozando los mios. Mi boca se entre abrió y provocó una sonrisa de su parte. Volvió a besarme apasionadamente, sus manos viajaban por todo mi cuerpo y las mías estaban enredadas en su cabello. Nuevamente Martin me apegó lo mas posible a él, fue cuando me separé.

-Esto demuestra que tu eres el que quiere mas de los dos, aunque te seré sincera... Tal vez los rumores sean ciertos y tu seas bueno en la cama-dije y salí de allí dejándolo con la boca abierta.

You. Me. Together (Martin Garrix) CANCELADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora