dos

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—Oh, ¡Lucas!—Su madre lo llamó desde la sala de estar cuando regresó a la casa.—Tu tío Bobby tuvo que viajar a Japón por unos días debido al trabajo y la tía Rose sigue en cama. Ella quiere saber si te molestaría llevar y traer a Chenle hasta el colegio a partir de ahora.

—¿A la escuela?—Lucas se quejó—pero suelo desayunar con los chicos antes de que la tienda abra.

—Lo sé, pero tu tía no puede ir a ningún lado y tu padre y yo tenemos el restaurante—su madre dijo—tan sólo acompaña a tu primito, ¿podrías? es sólo por un par de días.

—Pero mamá...—Lucas se calló por un minuto cuando recordó algo. Jungwoo. El ángel.

—¿Qué?—ella resopló, lista para comenzar a discutir.

—Espera un momento, lo haré.

—¿De enserio?—lo miró con los ojos muy abiertos.—Eso fue más fácil de lo que pensé.

—¿Cuando se cree que la tía dará a luz?

—En dos semanas, creo.

Dos semanas. Dos semanas para ver a Jungwoo de lunes a viernes.

—¿Qué clase de...

—¡¡Nada mamá!!—Lucas subió las escaleras corriendo mientras su madre lo miraba incrédula, preguntándose qué rayos estaba pasando con él.

  ***  

—¡Buen día Chenle!—Lucas estaba un poco decepcionado cuando vio a otro maestro saludar a Chenle la próxima mañana cuando lo llevó al kinder. 

—¡Buen día Sr. Lee!—dijo Chenle con una sonrisa. El Sr. Lee, cuya etiqueta de nombre decía Lee Taeyong, era considerablemente atractivo; pero no era a quien Lucas buscaba.

—¿Y tú eres?—preguntó Taeyong, extendiendo su mano hacia Lucas.

—Oh, mi nombre es Lucas. Soy el primo de Chenle.

—¿Por qué no entras?—preguntó Taeyong, haciéndolos pasar. El primer problema vino cuando tuvieron que sacarse el calzado, ya que Lucas estaba usando unas botas enormes y había un millón de pequeños zapatitos con flores y super héroes rodeándolo. Entró al kinder con una mano en la mochila de Chenle y vio a todos los niños en la mesa con vasos de leche y pan.

—Ten un bien día pequeñito, te veré en unas horas.

—¡Adiós Lucas-hyung!—dijo su primo, sonriendo ampliamente para luego correr hasta la mesa y saludar a sus amigos. Lucas buscó con la mirada a cierta persona, pero lo único que vio fueron las paredes de color pastel llenas de dibujos de los niños.

—Supongo que la madre de Chenle no ha dado a luz aun—Taeyong rio.

—Nop, pero se parece mucho a una ballena—Lucas se rio entre dientes—quizás si la pincho con una aguja como a un globo el bebé finalmente sale.

—Es muy lindo de tu parte traer y recoger a Chenle.

—Oh, ¿me has visto?—preguntó Lucas.

—Yo no, pero Jungwoo sí. ¡Hey, Jungwoo!—Taeyong lo llamó y Lucas de verdad dejó de respirar cuando Jungwoo apareció desde la cocina. Tenía puesto un delantal marrón lleno de ositos y un suéter blanco.

—¿Es él a quien viste ayer?—preguntó Taeyong.

—¡Sí!—exclamó con su adorable y dulce voz. Lucas lo único que quería era derretirse en ella como algodón de azúcar en el sol.—Un gusto en conocerte, mi nombre es Jungwoo.

—Soy Lucas, el primo de Chenle—le devolvió el saludo.

—Chenle es uno de los mejores en la clase—Jungwoo sonrió—es amable y muy inteligente. Aunque hace...—hizo una mueca de una risa poderosa, la cual solo podía ser del pequeño chino.

—¿Hace un poco mucho ruido?—continuó Lucas—créeme, es peor en casa.

—Estamos considerando cambiar las ventanas a unas aprueba de sonido—Taeyong frotó sus orejas—¿conoces a alguien capaz de hacerlo?

—Trabajo con máquinas, el vidrio es demasiado delicado para mí.

—¿Dónde trabajas?—preguntó Jungwoo.

—En la mecánica Boss.

—Oh—Jungwoo asintió—que agradable.

A este punto, Lucas ya había olvidado cómo responder como una persona normal y estaba demasiado ocupado observando a Jungwoo, concentrado en apreciar cada detalle de su rostro; como las pequeñas pequitas debajo de sus ojos o la manera en que aparecen pequeñas arrugas en su nariz cuando sonríe.

Mejor me detengo antes de parecer un pervertido.

—Tengo que irme—Lucas se golpeó mentalmente—debo ir a trabajar.

—Entonces ten un buen día, Lucas.

Lucas. Incluso la manera en que Jungwoo decía su nombre hacía que tanto su pulso y su corazón se aceleraran. Rápidamente se despidió con su mano y casi sale corriendo del kinder, no porque llegaba tarde, si no porque no podía estar ni un segundo más sin estallar en llamas.


the broken bro-code  ;  luwooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora