Mi amiga, mi crush

2.- Cuándo comenzo todo

1er y 2do °

Entre al bachillerato, todo iba normal a pesar de que no conocía a nadie.
Me senté en la primera fila cercas de la puerta, como en el cuarto banco delante de mi se sentaba Consuelo y le seguía Ana.
En el primer banco de la primera fila se sentaba ella, "P".
Se que a la mejor piensan en una chica de estatura promedio, de tez blanca y unos ojos color miel, o algunos se estén imaginando a las chicas que les gusta, bueno, seguramente para la demás gente, la ve con muy poco atractivo pero yo no la veo así...
Comencé a hablar con ella por lo que antes mencione, ella es súper fan de Harry Potter así que hablaba de el casi todo el tiempo, yo la verdad nunca me había detenido a ver una película de HP completa así que de tanto que ella hablaba de eso a mi me entro la curiosidad y pues de ahí empecé a amar a HP , gracias a ella.
La primera impresión que dio ella hacía mi fue: *Ok es una chica inteligente, buena persona, es educada, tiene buenos amigos, yo creo que si estaría bien ser su amiga* por que saben que en primero no me empezó a gustar sino fue esta segundo cuando comenzó todo.

Al comenzar las vacaciones empecé a hablar mas con ella, empecé a preguntarle cosas y ella a mi, así nos conocimos un poco y puede decirse que la personalidad de ella me encanto, es seria en cosas serias y de vez en cuando le entra lo payasa.
Se llego el momento de pasar números de WhatsApp y pues me comenzó a gustar el rollo de hablarle seguido.
Cuando entramos a 2do° ella era muy buena conmigo, me hablaba bonito y siempre me abrazaba, era lo mejor del día pero como les dije me empecé a enamorar más y más de ella que casi casi iba a la escuela solo para hablar con ella, estaba muy distraída dirá yo que demasiado, y pues me enamore, paso, no se como explicarles como paso, mis amigas no sabían nada solo lo sabia yo.
Me encantaba platicar con ella cualquier tema era bueno pues ella nunca se queda callada, siempre tiene algo que contar.
Bueno, paso, se me hizo costumbre el que ella y yo nos fuéramos caminando hasta su casa, platicar casi siempre, sus abrazos también se me hicieron costumbre y si algún día de la semana se le olvidaba darme uno yo me sentía fatal.
Prácticamente primer y segundo año fueron color de rosa...