Crossed Paths [Instagram] (Hopemin/Sujin)

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Dedicado a mi dulce kittycat KateJackson87 porque te prometí que te dedicaría algo que me pareciera bonito (y creo que esto lo es?). Gracias por apoyar siempre todo lo que escribo T_T I love u babe ❤

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Jimin buscó el nombre de contacto de Hoseok y, pese a su mano algo temblorosa, consiguió enviar la solicitud de videollamada. Se acomodó en el asiento y a los dos segundos miró a la pantalla, sorprendido porque Hoseok había aceptado la llamada en tiempo récord. Tragó saliva y sonrió nervioso antes de hablar:

—Hola, bichito.

Jimin observó a Hoseok ruborizarse y le dedicó una tierna sonrisa. En el fondo, le hubiera gustado poder atravesar la pantalla para estrechar al otro entre sus brazos y no soltarle jamás. Pensó que podría quedarse horas sólo admirando lo bonito que era aquel chico mientras sus ojos se paseaban por su pelo oscuro y ligeramente ondulado en aquel momento, sus ojos que le miraban brillantes, sus labios, adornados por aquel precioso lunar, que se curvaban en una sonrisa tan especial en forma de corazón y aquellos dos hoyuelitos que se le formaban sobre la comisura de los labios... Jimin suspiró sin darse cuenta.

—Ho-hola, Jimin —Hoseok apartó un momento la mirada. Jimin estaba casi seguro de que su exhaustivo análisis de las facciones del contrario no había pasado desapercibido por Hoseok y también se sonrojó un poco al pensar en lo idiota que debía de haber parecido al quedarse embobado de tal manera. Hoseok carraspeó entonces, devolviéndole a la realidad y, cuando sus miradas se cruzaron, una pequeña sonrisa apareció en los rostros de ambos. —¿Cómo estás?

—Bien. Mejor ahora que hablo contigo, cariño. —A Jimin le estaba gustando ver cómo Hoseok reaccionaba a cada uno de los motes cariñosos con los que se refería a él. Era extremadamente adorable y la sola visión de ese chico ruborizándose o rascándose la nuca tímidamente por algo que él hubiera dicho o hecho, le hacía sentir un agradable calorcito en el pecho. No pudo evitar preguntarse qué sensaciones desencadenaría en él probar sus labios si tan sólo observarle a través de una pantalla ya le provocaba todo aquello. —¿Tú cómo estás, bichito?

—Estoy bien, gracias... —Hoseok apartó la vista para mirar hacia abajo, Jimin pudo adivinar (porque le conocía) que su vista estaba fijada en sus manos, con las que seguramente estaría jugando nerviosamente. Eso a Jimin también le pareció enternecedor. —O-oye, yo... —Hoseok pronunció las palabras entrecortadamente, como aguantando las lágrimas. —A mí... A mí de verdad no me gusta estar peleado contigo. Me he sentido muy triste... —Alzó la vista para mirar a Jimin, y éste último quiso: primero, autopropinarse una paliza (por segunda vez en poco tiempo) y segundo, abrazar a Hoseok. El deseo de abrazar a aquel chico que le miraba con ojos llorosos era tal que le quemaba por dentro. Y, como si eso no fuera suficiente, el corazón todavía le latió más fuerte cuando Hoseok pronunció las siguientes palabras: —Te he echado mucho de menos.

El moreno frunció los labios y alargó la mano, acercándose un gran peluche al que se abrazó fuertemente. Jimin de verdad necesitaba romper aquella pantalla y aparecer en la habitación de Hoseok para intercambiarse con ese suertudo peluche.

—Yo también te he echado muchísimo de menos. —Jimin miró a Hoseok y ninguno de los dos supo cuánto rato estuvieron así, sólo mirándose a los ojos. Fue cuando una lágrima resbaló por la mejilla de Hoseok que Jimin rompió el contacto visual, su gesto tornándose en uno preocupado. —No, no, por favor, no llores. —En un gesto instintivo, acarició la pantalla del ordenador, como si así pudiera llegar a tocar a Hoseok. Ojalá. —No llores, mi amor.

Mi amor.

Aunque Jimin se hubiera estado divirtiendo llamando a Hoseok por motes cariñosos durante aquel rato, ese último no lo había dicho queriendo. Se le había escapado y, al escucharse a sí mismo, se sobresaltó. Miró a Hoseok con una expresión algo asustada, pues no sabía cómo reaccionaría el otro y se puso todavía más nervioso cuando vio al chico, aún abrazado a su peluche, con  la boca medio abierta en sorpresa y la mirada perdida.