CAPITULO OCHO

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El dia de nuestra boda fue una locura,no sabia lo que hacia alli en ese altar sin ninguna pizca de emocion o amor que sentia por Calum. Al entrar,solo dije si,acepto.

A los 5 meses de casados y convivir juntos, me di cuenta que estaba esperando un bebe de tres meses de gestaciòn. Calum al enterarse, se sintio tan feliz que hizo como un hechizo para que todo este equlibrio, yo al decir verdad, no estaba emocionada, pero si queria tener a mi hijo.

Unos meses después, el sexo del bebe era femenino su nombre seria  Safira , yo lo elegí con mucho amor, lo unico bueno de estar junto a Calum era tener a una bebe. Luego del transurso de unas semanas, ideé un plan muy ingenioso, el cual constaría en dejar a Calum e irme con mi hija y criarla lejos de él. Calum esos meses despues de emterarse que estaba esperando un hijo suyo, se transformó en otra persona totalmente egoísta, malevola,sin rencor,sin culpa, sin humanidad casi y violento. Al pensar otra vez en volver a nuestra casa,era pensar en sufrimiento. Asi que,me fui a ver a mis padres, que por cierto no los veo hace como dos años.

Mis padres,se quedaron estupefactos al verme a mi en su casa y embarazada. Creían que me habian secuestrad0 y pensaron lo peor,nunca los vi tan molestos,felices y sorprendidos al mismo tiempo. Al transcurrir casi tres horas contandolés todo lo que había pasado,mi madre me obligó a quedarme y mi padre rogó por me quedara también. Lo que hice fue quedarme, fue la primera vez en años que no sentía esa paz en su interior.

A la mañana siguiente, desperté con mis padres muertos. sin alma. Sin vida. Sin luz. De pronto lo vi a él, al que de un segundo lo odié tanto como pude. Lo que salió de su boca perversa, fue...LOS MATÉ POR ESCONDER A MI ESPOSA Y A MI HIJA. En ese puntal momento, lo que hice fue gritarle con todas mis fuerzas y golpearlo hasta quedar exausta tirada en el suelo con infinitas lágrimas de dolor. El me drogó,me llevó con él a su casa y me ató en una silla llena de gasolina. Calum poseía un encendedor en su mano derecha, lo apretaba como si fuera a explotarlo,pero lo que iba a explotar era yo seguramente. Lo único de le dije fue que me matara de una vez y que termune este sufrimiento que estaba pasando. Al fin y al cabo,no lo hizo. no me mató. Solo me dejó encerrada en el baño trémulo.


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