Día 6: AU.
Advertencias: Smur muy ligero, poco explicito.
Genero: Romance.
Aclaraciones: Esto no tiene sentido, solo es un poco de smut sin trama. Espero que les guste de igual manera xD.
¡Disfruten la lectura!
...
Recuerda cuando fue mordido, fue una noche oscura, estaba moribundo, a punto de morir y con una enfermedad terminal que empezaba a carcomerle el cuerpo. Él vivió en pleno auge de los samuráis en el Japón antiguo, donde los emperadores seguían gobernando todo el territorio asiático, donde las geishas eran comunes y todos vestían con kimonos. Oh, como extrañaba esos días.
Sin embargo, su cuerpo mortal no resistía más. Iba a morir, por una enfermedad que hoy en día sería curable. Hasta que llegó él, uno de los más antiguos, bebió de su sangre extrayéndole toda enfermedad que fuese incurable y le dejo un poca, después lo hizo beber de la suya entregándole la vida eterna.
Aquel Conde le dio todo a Kubo, le trajo a la vida después de casi la muerte, le dio clase y le enseño a disfrutar de la vida llena de lujos, era una vida de ensueño para todo aquel que vivió toda su vida en las calles pidiendo ayuda para comer algo de pan un día.
Y así nació, Kubo, el precioso chico japonés, el favorito del Conde. El Conde tenía una colección, solo las joyas más preciosas de cada nación eran sus jóvenes de compañía. Y vaya que disfrutaba de tenerlos, un chico árabe que bailaba al compas de una suave melodía cuando el disfrutaba de una deliciosa cena (normalmente compuesta por niños, eran los de carne más tierna y con la sangre tan pura que te termina haciendo adicto a ellos, Kubo tuvo el privilegio de probarlos más de una vez). Un chico griego que hablaba en su lengua natal tan fluido que te llegabas enamorar de sus historias, y un chico egipcio que te hipnotizaba con el color de sus ojos.
El Conde tenía la accesibilidad para pasar una velada de amor carnal junto a los chicos más bellos del mundo, pero siempre, por alguna razón terminaba volviendo a Kubo. No sabía si era el precioso cabello negro que llevaba, el color de su piel o el cómo su único ojo le hacía perder los estribos cuando lo miraba por más de un minuto. Kubo lo sabía y sacaba provecho de ello, el Conde siempre complacía todos sus caprichos, todo por su niño favorito, su único niño.
— Kubo, me gustaría que me acompañases hoy a un lugar muy lejos de aquí.
El asiático asintió sin rechistar, corría el año de 1810, estaba comiendo en el gran mesón de la casa, como siempre la comida era deliciosa, los dejaba completamente satisfechos, al igual que como se sentía Kubo ahora mismo, la misma historia, él siendo el favorito para siempre de aquel Conde, siendo la envida de todos aquellos que lo rodeaban, podía sentir la mirada clavada en su nuca de todos, sobre todo de aquellos que apenas habían llegado, como era el caso de aquel chico británico que no poseía más allá que su belleza, pues solo abría la boca para decir tonterías.
— Perdón Conde, pero no me parece justo que siempre lleve a Kubo a todos lados y a nosotros nos deje aquí encerrados. — Oh no, no debió abrir la boca. Kubo sonrió cuando vio los ojos de su Conde convertirse en color rojo.
— James... Acompáñame.
El mencionado se espanto y echo a correr como damisela en apuros, todos los demás miraban con espanto al Conde que se transformaba en murciélago para perseguir aquel británico tan grosero.
Fueron unos segundos de silencio hasta este se rompió ya que se escucho la voz del rubio de ojos verdes implorando piedad.
Kubo limpio su boca y se puso de pie. — Creo que debo preparar mis maletas.

ESTÁS LEYENDO
Seven » Kuban
Romance» Recopilación de 7 OS con diferentes temáticas. » Aportación del equipo Calaveritas del Distrito 8. Creditos: Ni Leo ni Kubo son de mi autoridad, créditos a sus respectivos creadores. Al igual que la foto, pertenece a la talentosa Mochi Ezk en Face...