Prólogo

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No veía nítido y hacia mucho calor siendo invierno.
Su madre no estaba en casa y su padre, igual.
Ya llevaba mojando sus púas y su rostro por lo menos unos 10 minutos, el calor no bajaba. Había comenzado a quejarse de tanto calor, mojo por última vez sus espinas y rostro.
Bajo de la silla, era algo pequeña para poder alcanzar el lavatorio.
Cuando dio un paso fuera del baño, en segundos ya no sentía calor.
Se lanzo a su cama y se enrolló con su frazada. Ahora anhelaba calor, su cuerpo estaba muy frío y la frazada,que acaba de mojar, no le daba mucho calor. Golpeo con todas sus fuerzas la almohada, ella debía de estar jugando. Iba a llorar, un sentimiento de querer romper todo hasta sentir que era suficiente, apareció. Apoyo su mejilla en la almohada, no tenia fuerza para romper todo. Tal vez podría distraerse un rato, así el sentimiento se iba.
Se quitó la frazada y se abrigó con una sabana. Fue descalza a la sala, ver en la TV sobre postres,le alegrará. Lo prendió, hoy tocaba pastel de mora.

Cuando termino el programa, sintió ganas de comer,en específico, un pastel de zanahoria. Mas no recordaba la receta, ese día olvido anotarlo, al menos no hizo lo mismo otra vez, el pastel de mora será para mañana.
Paso su dedo sobre la pantalla de la TV apagada, su estómago sonaba y sus pies temblaban.
Trató de darse calor, apretó sus espinas y varias gotas cayeron a sus pies.
Regreso a su cuarto, busco una toalla y frotó la toalla en su cabeza por bastante tiempo. Se echó en su cama y durmió, hace rato que los sentía pesados.
•_• •_•
Durmió por unas cuantas horas, su casa seguía en silencio.
Fue a la cocina y preparo pan con queso, era lo único que podía hacer.
Se sentó y recordó como se había divertido el día anterior.

Había ido al zoológico, era raro ir a un lugar así, sabiendo que ella poseía una cola y orejas como los animales de ahí.
Saludo a varios con "hola familia lejana"
Sus padres reían cada que decía eso, esto empeoró cuando vieron unos erizos. Las risas no pararon. Hubo un momento  en que quedó embobada viendo un sapo, estaba bien escondido y al parecer ella era la única en notar al sapo, aparte de un señor.
Sus padres en esos momentos debían estar a su lado, pero no los sentía, tal vez en aquel momento fueron a comprar algo o hacían tanto silencio que ni los noto.
Lo más notorio del sapo al que observaba eran sus ojos, un rojo intenso.
Una niña apareció a su lado,no le dio importancia hasta que esta susurró

"Que bonito sapo"

Vio a todos lados, ese sapo de ojos rojos era el único, no sabía que animal debía estar ahí, no lo encontró, pero parecía que lo demás si podían encontrarlo rápido.
Toco el hombro de la niña, era una echidna si no se equivocaba.
Esa niña volteo a verla, preguntó si podía ver a ese sapo de ojos rojos.

"¿Rojos? ¿No son celestes?"

La respuesta le sorprendió, esa niña echidna señalaba al sapo. No estaba equivocada, eran rojos y no celestes como decía la echidna.
Iba a reclamarle eso, mas la niña le hizo muchas preguntas.

"¿Puedes ver al sapo? ¿Estando tan escondido? ¡Sus ojos celestes son bonitos! Y... El celeste y el rojo son diferentes...demasiado diferentes ¿Como te llamas? Yo soy Tikal ¡Tu diadema es linda! ¿Te gustan las diademas? ¿Tu tienes mascotas? Yo tengo un chao y es muy lindo ¿Quieres ser mi amiga?"

Respondió con un , después respondió a lo demás haciendo memoria y eso se le daba mal. Bueno, en realidad no, no le ponía empeño, pero recibió risas de Tikal.
No sabía si volvería a ver a Tikal, pero si fue divertido hablar con ella.
El sapo ya no estaba donde antes.
Quería agradecerle por darle una amiga divertida, aunque sólo por un día.
Ambas se despidieron cuando los padres de Tikal vinieron.

Dio la última mordida a su pan, miró sus pies descalzos, luego movió uno para atrás y el otro para adelante, lo hizo repetidas veces. El frío del piso se sentía bien, calmaba el calor que sentía.
Recostó su rostro sobre la mesa, puso sus brazos rodeando su cabeza y respiro por la boca. Se sentía bien, cerro sus ojos.

Había olvidado escribir en su diario

Olvido tender su cama después de dormir sobre ella y dejarla mojada

Olvido cerrar la bolsa que contenía el pan y recuerda haber visto una mosca por ahí.

Olvido que los ojos del sapo eran rojos.

Olvido que su amiga se llamaba Tikal.

Olvido que fue a un zoológico el día de ayer.

Olvido que ayer ella conoció a alguien

Olvido que ese alguien llamaba al sapo con un nombre que no recuerda.

Olvido que gracias a esa persona pudo ver al sapo.

Olvido que ella se había perdido ese día. No lo noto hasta que los padres de Tikal vinieron y se despidió de ella.

Olvido que tenía hambre

Olvido el dolor de cabeza.

Olvido su fiebre.

Solo recuerda ver al sapo, con sus ojos de un azul, un bonito azul. No pensaba en nada más.
Solo mportaba el sapo.
El sonido de la puerta abrirse y el Amy! Traje pastel de zanahoria" no importaba.

La voz de su madre gritando su nombre repetidas veces no importaba.

La voz del doctor no importaba.

Lo ojos llenos de miedo de su madre no importaban

La voz de su padre preocupado no importaba.

Nada importaba,solo ese azul.

El color blanco de las paredes no era tan bonito como el azul del sapo.

Pensar que ese azul fue el causante de que todo empeorara, habría elegido olvidar todo sola.
Habría dolido menos.

Sonamy: RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora