Capítulo 25

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La gira para que quede de espaldas a el, le baja el cierre del vestido y deslizándoselo por los brazos lo deja caer al piso, que da al descubierto un corsé color piel que lo hace suspirar a el. Va dejando un reguero de besos de un hombro al otro. Se para frente a ella y repite lo que hizo en la espalda.

-Señora Grey se ve sensacional. Pero creo que yo tengo mucha ropa.

No termina la frase y Alexia lo toma de la corbata.

-Señor Grey será un honor para mi ayudarlo a sacarse la ropa.

Le desanuda la corbata y se la saca, el saco se lo había quitado antes de cenar, le desabrocha los botones de la camisa y le saca los gemelos, como hizo él, le deslizó la camisa y la deja junto a su vestido, luego desabrocha el botón del pantalón y le baja el cierre, el se saca los zapatos para poder quitarse los pantalones. La lleva hasta la cama y la recuesta, admira la bella mujer que ahora es su esposa. Le quita el corsé y la bombacha, el se quita el slip, se coloca sobre ella y la besa recorriendo su cuerpo, se detiene a adorar sus pezones, luego sigue su camino por el vientre hasta el clítoris, hace círculos con su lengua sobre él, ella gime de placer, introduce un dedo en la vagina y también lo mueve en círculos. El placer se extiende por el cuerpo de Alexia, entonces Christian se coloca el condón y la penetra con una exquisita suavidad y amor, ambos hacen el amor lentamente, sintiéndose uno al otro, recibiendo y dando todo el amor que sienten, los dos llegan a un orgasmo arrasador, primero ella y le sigue el. Se sienten satisfechos y él descansa su cabeza en el pecho de ella, que acaricia su pelo, mientras los rescoldos del órgasmo van mermando.

-Alexia mañana nos iremos de luna de miel, vamos a Alemania, España y la Costa Azul. Te gustan los lugares que elegí?

-Si Christian. La verdad nunca salí del país en mi vida, así que todo es nuevo para mi.

-Te va a encantar, te voy a llevar a conocer muchos lugares interesantes. Ahora mejor que descansamos el viaje será largo. Hasta mañana señora Grey.

-Hasta mañana señor Grey. Te amo

-También te amo, descansa.

Los dos se quedaron dormidos y abrazados, con una cara de felicidad única.

Alexia se despierta y Christian la esta abrazando, lo mira y no puede creer que ya sea su esposa, siente que esta viviendo un sueño increíble. Christian abre los ojos y ve como lo esta mirando, ella tiene una mirada que desborda amor.

-Buenos días señora Grey, está hermosa esta mañana. Me gustaría mucho hundirme en usted pero debemos desayunar para luego poder tomar el avión que nos lleve de luna de miel.

-Buenos días señor Grey, usted también se ve muy bien esta mañana. Estoy deseando empezar ese viaje para poder disfrutarlo juntos.

-Mientras te levantas pediré el desayuno, Ponte ropa cómoda para el viaje. La señora Gail preparó tu equipaje, Taylor lo cargó en el auto junto con el mío.

-Dónde vamos primero Christian?

-Es una sorpresa, quiero hacerte muy feliz. Así que ya arriba que en muy poco tiempo estaremos volando.

-Si señor, en 5' minutos estaré lista.

Ambos se levantan y en sincronía se cambian, como si fuera algo que hubieran hecho todos los días. Llegó el desayuno y los dos lo devoraron, la gimnasia de la noche anterior los dejó con apetito.

A media mañana Taylor los pasa a buscar para ir juntos al aeropuerto, el también va a viajar con ellos para cuidarlos en el viaje.

El vuelo es largo y agotador, pero Alexia va muy contenta porque luego de presionar a Christian consiguió que le dijera a donde iban, conocer parte de Europa era un sueño para ella.

La Luna de miel fue soñada para los dos. Recorrer España, ver los museos, los teatros, los lugares históricos. Un lugar más hermoso que el otro. Luego fueron a Alemania e hicieron un recorrido similar, el muro de Berlín y la puerta de Brandemburgo. Alexia estaba extasiada y Christian estaba muy feliz de verla así. Por último fueron a la Costa Azul, un lugar impresionante. Christian alquiló un yate para estar cerca de la playa, pero más tranquilos que en un hotel.

Para despedir la luna de miel Christian organizó una cena romántica para su hermosa esposa. Le regaló un bello vestido para que usé esa noche y agasajarla con todo su amor.

-Ven Alexia hoy quiero que tengamos una noche especial, mañana volveremos a Seattle. Quiero que esta sea muy especial.

-Christian todo ha sido muy especial, me has hecho sentir muy amada. Muchas gracias por esta maravillosa luna de miel. La verdad me apena que nos tengamos que ir, espero que siempre seamos felices como ahora.

-Yo también deseo lo mismo, mi misión en la vida será hacerte feliz el resto de tu vida. Vamos a comer.

Tomados de la mano van al comedor, disfrutan de la cena, charlan y ríen, la pasan genial. Cuando terminan el pone una música romántica y bailan, se besan profundamente.

-Vamos señora Grey le voy a hacer el amor y besar cada centímetro de su hermoso cuerpo.

Ella lo abraza más fuerte y lo besa agradeciéndole en ese gesto todo lo que hace por ella.

Cuando llegan a la habitación ella le pide que se siente en la cama.

-Me voy a sacar la ropa lentamente para vos amor.

-Me gusta mucho esa idea, me gusta ver que cada vez tienes más confianza en ti misma.

Empezó por bajar el cierre del vestido, lo deslizó suavemente por sus hombros y lo dejó caer al suelo, ya no siente que sus marcas la hacen fea, el le mostro con su amor que es una mujer bella y por eso ya no sentía vergüenza de estar desnuda frente a él. Se saca el corpiño y luego la bombacha. El la mira con amor puro, se para toma su rostro entre las manos y la besa, sin separarse la recuesta en la cama, él se incorpora y se desviste muy rápido. Se acuesta al lado de ella y recorre su cuerpo con las manos, acariciando cada centímetro de su piel. Comienzan a depositar besos por donde su mano estuvo antes, está vez se detiene a venerar sus pezones y cuando los ve listos sigue su camino hasta su lugar favorito, la unión de sus muslos. Su lengua comienza a trazar círculos sobre su clítoris, ella gime con fuerza cuando el introduce un dedo en su interior. Su cuerpo comienza a tensarse cuando introduce un segundo dedo, que la hace estremecer y llegar a un orgasmo intenso. Christian se arrodilla y levanta a Alexia, la coloca sobre su pene y la penetra lentamente, más profundamente por la posición en que se encuentra ella. Poco a poco empieza a acelerar sus movimientos que hacen que nuevamente ella llegue al orgasmo pronunciando su nombre como una plegaria, acto seguido el también llega emitiendo un gran gemido, se desploma en la cama con ella encima. Permanecen unidos y se van relajando de a poco.

-Alexia eres lo mejor que me ha pasado en la vida. Agradezco a Dios que me haya puesto en tu camino para poder salvarte, porque gracias a eso hoy estoy con la mujer que completa mi vida.

-Soy yo la que agradece poder ser parte de tu vida. Si no hubiese pasado este encuentro quizás ya no estaría en este mundo, porque en ese momento solo quería morir para dejar de sufrir. Desde que te conozco aprendí a sentir amor y a ser querida, algo que no conocía. Vos me hiciste creer que podía ser una persona que podía recibir afecto. No te importan mis marcas y me quieres a pesar de ellas. Tu eres el Ángel que me salvó, viviré de ahora en más a tu lado para agradecerte y amarte por lo que me quede por vivir.

Los ojos de Alexia se llenan de lágrimas de agradecimiento al igual que los de Christian. Le seca las lágrimas con besos, ambos se prometen amor. Se quedan dormidos sintiéndose plenos.

Por la mañana ya tenían que volver a Seattle. Podrán ser felices en su vida juntos o tendrán más escollos en su vida?

Apunte de la autora:

Sigan leyendo para saber qué pasa con la vida de estos dos enamorados. 

Tu y yo en la eternidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora