Capítulo 1: Una segunda oportunidad

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La escuela Kuoh, una de las escuelas más importantes en la enorme Japón, tanto que muchos estudiantes trataban de aplicar en esta prestigiosa escuela de diferentes partes del país e incluso de otros países para intercambio. Entre todos los alumnos de la escuela destacaba una persona en especial, una joven de cuerpo seductor, cabello rojo como la sangre y ojos del color del agua cristalina, vestía el uniforme escolar que quedaba relativamente justo en su bien formado cuerpo.

Ella veía desde el salón del club de ocultismo a todos los que pasaban por debajo, que cabe mencionar eran pocos, nadie que valiera la pena, los días cada vez se volvían más monótonos y aburridos, nada fuera de lo común. Akeno, su reina y mano derecha no se encontraba como siempre junto a ella en el salón, había ido de compras al supermercado para preparar un pequeño banquete a pesar de no haber nada por lo cual celebrar. Estaba completamente sola, "¿ es mucho pedir un chico lindo o algo interesante?" Era lo que ella expresaba seguido de un largo suspiro, su mano puesta en su barbilla y su mirada perdida a la nada lo decían todo.

Cómo si algo hubiera hecho que reaccionara un enorme temblor surgiría, un temblor seguido de una ola de poder inmensurable, era gigante y aterrador lo que ella como demonio podía sentir, jamás había sentido un poder tan grande. El movimiento dudaría aproximadamente un minuto seguido de un gran estruendo como si un rayo hubiera impactado en el suelo, más específicamente en la parte trasera del salón de ocultismo dejando una gran capa de humo a su paso, hablando de manera telepática a Akeno se dispondría a bajar rápidamente antes de que lo que fuera que había caído atacara, además de que gracias al movimiento había sonado la alarma en contra de sismos por lo que no habría alumnos cerca de la zona del impacto.

Rias:-Akeno...¿tu también sentiste eso cierto?

Akeno:-Por supuesto que lo sentí, Kiba y los demás en estos momentos están evacuando a los alumnos hacia el gimnasio y hacia la zona de seguridad, yo me demorare un poco...tendrás que encargarte por ahora de esto y por favor ten cuidado.

Al terminar aquella conversación rápidamente se deslizó por la cornisa de la ventana para extender unas grandes y enormes alas negras de demonio, al empezar a descender lentamente al suelo desaparecería éstas para caminar lentamente hacia donde había sido aquel estruendo, sin embargo lo que vería después la dejaría completamente impresionada.

Una extraña sensación recorrió el cuerpo del albino, lentamente comenzaría a abrir sus ojos como si hubiera despertado de un terrible sueño, sin embargo no lo era, se encontraba en lo que parecía ser el interior del mar y éste lentamente descendía dejándose llevar por el mar, entre pequeños lapsos trataba de llegar a la superficie o siquiera moverse pero no podía hacer nada, estaba completamente inmóvil como si una fuerza sobrehumana le impidiera moverse. Entre las profundidades de aquel extraño lugar podía divisar a su derecha un cristal color azul, sentía que el cristal le llamaba, una voz dulce como la de su madre adoptiva, pero en aquella voz se escuchaba tristeza, este haciendo un esfuerzo donde podría todas su fuerzas despegaría su brazo tratando de alcanzar ese pequeño cristal que decía con una voz algo apagada y apenas audible que repetía "ayudanos" "necesitamos tu ayuda".

 Entre las profundidades de aquel extraño lugar podía divisar a su derecha un cristal color azul, sentía que el cristal le llamaba, una voz dulce como la de su madre adoptiva, pero en aquella voz se escuchaba tristeza, este haciendo un esfuerzo do...

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Al tocar tan sólo con el roce de su mano el objeto un brillo le cegó, un brillo más intenso que mirar directamente el propio Sol. Inexplicablemente un extraño vórtice azul comenzaría a atraerlo a su interior en contra de su voluntad, por más que trataba de escapar no podía hacer nada, un grito enorme sería lanzado por el mientras rápidamente era absorbido al interior de aquel agujero azul.

El joven sería disparado a un mundo que claramente no sería el suyo tal vez una segunda oportunidad de poder vivir, éste caería desde una altura de 2500m de altura de donde el portal lo arrojaría cayendo en una zona específica que generaría un enorme estruendo y un temblor de grandes magnitudes, el al impactar en el suelo irremediablemente quedaría inconsciente.


El tiempo transcurría lentamente, apenas habían pasado 4 minutos desde el incidente y ella aún no sabía que hacer, las facciones del albino a pesar de ser ciertamente duras le resultaban muy varoniles, el sólo imaginarse ese cuerpo desnudo..."¡¿qué demonios estás pensando Rias Gremory?! Céntrate" era todo lo que podía decir, pero la tentación de al menos tocar por debajo de aquella gabardina roja sólo le hacía que un rubor apareciera en su cara. Sin más y decidida trató de acercar su mano al pecho del albino cuando repentinamente éste abrió los ojos, con un rostro de pocos amigos expresó las siguientes palabras con tal fuerza que casi hicieron caer a la pelirroja:

Ragna:-¿Se puede saber qué carajo estás intentando hacer?



《Bien chicos hasta aquí el primer capítulo, espero no se les haga muy aburrido mi redacción y aprovechando esto quisiera preguntarles que prefieren ¿capítulos más largos, más cortos o de este tamaño?
Sin más no olviden puntuar la historia, nos leemos ;)》

El Angel De La MuerteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora