IX El núcleo

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El sonido de alguien tocando la puerta lo despertó, al principio creyó que era su puerta, pero al prestar atención sé dio cuenta que tocaban al lado, en la habitación de Annabeth, intento ignorarlo, pero quien fuese era demasiado insistente, salió de su cama y sé asomo por la puerta. Era Bruno quien tocaba

-¿Qué pasa? ¿Porque la insistencia?

- oh hola Dimitri, es que ya es tarde y pues se me hace un poco raro

- déjala debe estar dormida o haciendo berrinche...

-pero es pasada medio día y...

- ¿Qué? ¿Medio día? - y volteo para revisar la hora, la puerta de enfrente también sé abrió, Geovanny salió también al escucharlos

-¿Qué ocurre? ¿Por qué tanto alboroto? - Pregunto mientras frotaba sus ojos y bostezaba

- Que la señorita no abre y tú te ves destruido hermano - Geovanny salió al pasillo y Dimitri sintió el olor a alcohol - ¡Wow! ¿Estuviste bebiendo?

- algo así - respondió mientras sobaba un poco su cabeza

- ¿tan grave fue la pelea?

- ni que lo digas

-lamento haberla provocado

-no te preocupes, era algo que debía pasar

- bueno Bruno ya te dije, saldrá pronto cuando le de hambre ya veras

-¿ustedes creen? - pregunto Bruno un poco preocupado

- sí, si...así es cuando hace berrinche - respondió Dimitri haciendo un gesto de indiferencia - iré por café ¿Geo no quieres unos analgésicos?

- sí, si no te molesta

- no, para nada

La tarde paso sin ninguna novedad, los tres chicos sé mantuvieron en sus habitaciones, entrada la noche, Dimitri toco en la puerta de Bruno

- ¿si?

- ¿no ha salido? - pregunto señalando la puerta de enfrente

- No, he estado pendiente y no

- Ok...- se dirigió al gabinete de la sala de estar, sacando un juego de llaves, escogiendo una que uso para quitar el seguro de la puerta de Annabeth. Entraron y la habitación estaba a oscuras, la cama estaba hecha, la puerta corrediza que daba a la terraza estaba abierta, revisaron el cuarto de baño y no había nada

- Sé fue...-musito Bruno

El viento que entraba por la ventana del coche era frió, y golpeaba su cara con fuerza, pero eso no parecía importarle, iba a toda la velocidad que podía, quería llegar al Núcleo lo más pronto posible, sabía que cuando se enteraran que no estaba en el castillo saldrían a buscarla, había tomado lo necesario, algo de ropa, abrigo, dinero y sus pertenencias personales, llegando a la costa del Lago Turquesa debía tomar un bote que la llevaría al otro lado y luego cabalgar en medio del bosque para poder llegar a la "Escalinata dorada" cientos de escalones subían toda la montaña para poder llegar al Núcleo, que era una hacienda enorme, que su eje central era la casa de "La superiora" así llamaban a quien era la máxima autoridad en ese momento, a su alrededor se extendía las diferentes cabañas de las habitantes que no eran muchas hoy en día, diferentes áreas verdes y planicies aptas para sus entrenamientos, el lugar estaba muy retirado de la civilización , ahí era como si el tiempo sé hubiese detenido. Llego al atardecer al otro lado de la costa, tomo un caballo y sé adentro en el bosque que sin duda alguna sé volvía un poco tenebroso con la poca luz que quedaba, las pequeñas luces en cada grada de la escalinata le señalaban el camino, se sintió muy agotada cuando alcanzó la cima, ahí si hacía mucho frió y sé acobijo un poco más en su abrigo, camino por la vereda que conducía a la puerta principal, toco la aldaba en forma de león con fuerza, al momento a través de la mirilla unos ojos color avellana la observaban

DANDELIONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora