Epílogo

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Epílogo

Dopamina y personalidad

Uno de los rasgos de personalidad que más nos define a cada uno es nuestro nivel de extraversión. La extraversión tiene dos componentes principales: el gusto por la interacción social y la impulsividad. Este rasgo depende mucho de la dopamina.

Las personas con mayores niveles de impulsividad y búsqueda de nuevas sensaciones (normalmente extravertidos), tienden a tener una mayor capacidad para activar los circuitos de la dopamina. También suelen ser más proclives a las adicciones y conductas de riesgo.

[...]

—De verdad Delfina, tienes que venir algún día, este lugar es maravilloso —murmuró Yamila mientras su prometido le abría la puerta para que ella pudiera pasar, le lanzó un beso y siguió la conversación con su amiga—. ¿Qué te vas a Europa? ¿Con Pedro? No me interesa, interrumpan su itinerario si hace falta, ustedes no pueden faltar a mi boda, ya se acerca la fecha... ¿Qué? ¡Le corto le pene si te hace llorar! ¿Cómo que estoy en altavoz? No, ¡Delfina!

Se apresuró a cortar la llamada. A lo lejos vio a Ámbar que parecía practicar una complicada rutina en telas, sus ojos se iluminaron cuando la rubia le sonrió, ya tenían todo preparado para su sorpresa, y pensar que unos meses atrás ella se negaba rotundamente a aquel compromiso.

Simón se acercó a ella y la chica le sonrió saludándolo, tomando asiento en uno de los taburetes, esperaría a que la rubia terminara para darle la noticia.

—Y, ¿ya está todo listo?

—Sí, la modista que me recomendaste es fantástica, y encontré a una persona maravillosa que me va a ayudar con el catering, ¡estoy tan emocionada Ámbar!

—Eso es muy lindo —la de ojos zafiro le sonrió—. Y Ramiro, ¿no sospecha nada?

— ¿Qué si sospecha? El pobre esta tan estresado que apenas nota mi presencia, como sea, no creas que me he olvidado de ti —la mayor le ofreció una sobre blanco que la otra aceptó en sus manos—. Por todos tus favores.

Ámbar abrió el sobre, en este encontró una invitación a la boda Ponce Sánchez y un cupón para un día entero de Spa.

—Ya deja los analgésicos, hay otras alternativas para el dolor —susurró Yamila alejándose y caminando hacia su prometido, pero antes de alejarse lo suficiente le comentó: —Y por cierto, quien sabe, tal vez en mi boda Simón pueda atrapar el liguero o tú el ramo.

Ámbar la miro sorprendida, había sido descubierta. Y aquello último la había emocionado, demasiado.

[...]

—Emilia, ya te dije que solo fue una broma, ¿por qué simplemente no lo aceptas? —Le susurró su novio comiendo de su pastel—. Esto está delicioso por cierto, ¿tú lo preparaste?

La mexicana se negaba a responderle, no estaba molesta, estaba furiosa. En aquella boda no solo se había encontrado a la ex de Benicio, sino que este también le había coqueteado, ¡la chica había venido acompañada! ¿Acaso para Benicio no existían reglas?

Claro, ella hizo lo mismo, pero peor. Él se estaba vengando, eso era.

—Solo, iré a cambiarme el uniforme, no te muevas de aquí a menos que quieras salir soltero de la boda de tu prima, ¿okey? —El italiano asintió, comiendo otra cucharada del pastel.

Cuando Emilia salió del baño se chocó con la ex de su novio, que éxito.

—Hola, tu eres Emilia, ¿no?

· D O P A M I N A · #SagaNeuroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora