Aquel día fue realmente caótico tanto para Harry como para Louis, quién aunque intentaba, no podía quitarle el ojo de encima. Necesitaba hablar con él, pero ¿Que podría decirle? ¿Me haces dudar de mi sexualidad, pero por la misma razón te dejé? ¿Soy un idiota? Afirmativamente. Así que, algo abrumado, se dirigió hasta el camarín del equipo de fútbol, donde extrañamente encontraba paz y tranquilidad. Tocó la puerta, rogando que no hubiera nadie dentro, pues sus compañeros usualmente llevaban hasta allá sus conquistas para un polvo rápido.
Nadie abrió, por lo que entró aliviado y dejó la puerta con pestillo para que nadie molestara. Se recostó sobre una de las bancas, bastante fría y dura, pero reconfortante para Louis quien pasaba mayor parte del día en ese lugar.Mirando el techo con la pintura gris a medio descascarar, Louis se quedó dormido. No había descansado nada en los últimos días, nervioso por tener que volver a ver al muchacho de ojos verdes que le tenía la vida vuelta de cabeza. Desde que le había terminado, se había concentrado en sus partidos de fútbol, en mejorar deportivamente y ni siquiera se había cuestionado si se arrepentía de lo que había hecho. Sin embargo, en los días anteriores, todo eso se había esfumado. Estaba tan nervioso que se había puesto el pantalón al revés dos veces. Y ahora yacía allí, en su locación de descanso secreta, profundamente dormido.
De pronto, unos golpecitos en la puerta le despertaron. Se sentó rápidamente, restregando sus ojos con somnolencia. Aunque no hubo necesidad de que se levantara a abrir, la manilla sonó de forma extraña y se volteó, abriéndose así la puerta, dejando ver la imponente figura de Harry tras esta. El rizado guardo el pinche de Gemma en su bolsillo, pues ella le había enseñado aquella maniobra tan inusual pero útil.
Louis sonrió algo decaído. —Nunca dejas de sorprenderme, Styles. ¿Qué haces por acá?
—Me han enviado a buscarte. Somos compañeros de filosofía. ¿Sabes?
—Claro que lo sé, así como tú sabrías que estaría aquí—lo delató, pasando la lengua por sus labios. Harry se acomodó las gafas y sonrió de lado, adentrándose un poco más en la habitación, apoyó su peso sobre uno de los casilleros y miró a su alrededor.
—Bueno aquí es donde vienes a besarte con gente usualmente. —se cruzó de brazos, mientras Louis tensaba la mandíbula.
—¿Te arrepientes?—preguntó Louis, dolido.
—Como si realmente te importara—contestó cortante. —Solo vayamos a clase, seremos compañeros todo el año, así que solo olvidemos todo lo que pasó.
Ambos salieron de aquel camarín, caminando a una gran distancia el uno del otro, intentando que ni sus auras se tocasen. Era una pena, que ambos no entendían que no podían librarse tan fácilmente de dos almas que ya se habían fusionado.
Cada paso se hizo eterno, pisada tras pisada sobre aquella roja cerámica bien pulcra y brillante, les pareció incesante. Hasta que finalmente lograron llegar al salón, en dónde el profesor Charles, de filosofía agrupaba a sus estudiantes. Louis bufó apenas puso un pie en la habitación, odiaba filosofía, odiaba tener que sobreanalizar todo y cuestionarse todo; le llevaban siempre a la misma temática: su orientación sexual y Harry Styles.
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Shout out to my ex // l.s
Short StoryA Harry Styles le acaban de romper el corazón. Intenta no volverse un sentimental destruido y se dedica a mejorar su imagen. Harry comienza a usar sus mejores atuendos, al comienzo para impresionar a Louis, pero aquel cambio le proporciona la confi...