Capítulo 3.

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Cuando tenía seis años, mi papá había comenzado a ir al trabajo más seguido. Pensaba que era porque teníamos menos dinero ahora que mi mamá se había ido, pero ahora se que era porque el trabajo adormecía su corazón por unas horas más.

Porque el dolor volvería si se sentara en su frío, vacío cuarto y mirara fijamente la pared, como lo había hecho después del funeral.

Como mi papá no estaba en casa tanto, tuve una niñera.

Su nombre era Kristen y vivía al otro lado de la calle. Era muy divertida y le gustaba dibujar conmigo, y no fruncía el ceño cuando dibujaba mas princesas que dragones y usaba mas rosa que azul como mi maestra lo hacía.

Un día, me presentó a su novia quien había venido para ayudarnos a cocinar cupcakes. Cuando vio mis labios fruncidos en confusión, me explicó que a algunas chicas les gustan las chicas y a algunos chicos les gustan los chicos y que estaba bien. Pensé que eso era bastante especial.

Su nombre era Amelie y era de Suecia. Tenía largo, rubio, fino cabello y quería ser diseñadora de modas, así que se vestía muy bien y siempre traía consigo una bolsa de diseñadora llena de todo tipo de necesidades de belleza.

Un día, cuando Kristen y Amelie me dejaron viendo la televisión mientras preparaban la cena, fui al baño y me encontré con la bolsa de maquillaje de Amelie en la encimera en donde ella la había dejado.

Intenté maquillarme como Amelie lo hacía, pero me equivocaba y me sentía frustrado y triste porque nunca sería tan bonita como ella.

Corrí hacía ella con mi problema y ella hizo mi maquillaje sin pensarlo dos veces y me sostuvo un espejo frente a mi cara. Sonreí y la abracé felizmente porque parecía una de las princesas que siempre quise ser. 

The Story of a Female Boy Named Louis (Larry Stylinson AU) (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora