Capítulo 1| Madrastra.

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dos años después....

Cenicienta aprendió ser fuerte y ser amable con su prójimo. Tal como su madre quizo.

La mayoría de tiempo siempre la pasaba en el jardín con los animales, siempre le gustaba conversar con ellos . Cuando niña siempre conversaba con los patos del prado, su madre decía que la entendía y que sólo no puedo hablar su lenguaje.

Aquel día, estaba soleado y un cielo muy azul como sus ojos. Como siempre Cenicienta estaba en el jardín rodeada de patos.

―Sabes me gustaría que me pudiera responder ―dijo Cenicienta, mientras alimentaba a los patos.

Sólo el sonido de los patos, supo que le respondieron, pero no entendía el lenguaje de los patos. Pero aún así sonrió ante eso.

― ¡Cenicienta! ¡hija! ―dijo una conocida voz.

Cenicienta reconoció la voz, y se paró y corrió hacia el para darle un abrazo.

― ¡PAPÁ! ―dijo emocionada.

El padre de Cenicienta trabaja mucho. Siempre se iba a la cuidad a trabajar, y dura semanas y días en el trabajo.

―No sabes cuanto te extrañe, padre ―dijo Cenicienta con una sonrisa .

―Yo también querida, yo también. ―Puntualizó su padre.

― Y como te fué, en estos días que no tuve presente ―le pregunto su padre, mientras se adentraba en la casa.

―Bien padre, la mayoría del tiempo la paso en el jardín o aveses limpio con los empleados y siempre me la bien ―dijo Cenicienta, como si fuera lo mejor del mundo.

―Me alegro que estés feliz, después que se a ido tu madre nunca sonreiste, pero ahora te veo y no lo creo ―dijo aque padre orgulloso.

En parte Cenicienta se quedo en sus pensamientos .

― Cenicienta, tengo que decirte algo ―dijo Brett, algo nervioso.

― Claro padre, dime ―dijo Cenicienta, esperando una gran noticia.

― Cenicienta, me e enamorado nuevamente, se que es muy pronto , y te lo esté diciendo ahora y..... ―Fue Interrupido por Cenicienta.

― Padre, eres libre puedes enamorarte de cualquier mujer, tranquilo. ―dijo sonriente aquella Cenicienta.

El padre soltó un suspiro de alivio.

―¿Cuando la conoceré? ―Preguntó nuevamente Cenicienta.

― De hecho viene hoy, a vivir con sus dos hijas. Tendrás hermanastra te harán compañía cariño ―dijo Brett, feliz por la tal idea.

A Cenicienta le gusto la idea, ya no tendrá que hablar con patos o cualquier otro animal.

― ¿Están de camino? ―preguntó nuevamente Cenicienta felizmente.

―Sí cariño, Solo hay que esperar ―Puntualizó su padre.

Cenicienta se sentia feliz, se sentia feliz por su padre y por todo, por fin tendrá hermanastra. Y estaba desesperada para que lleguen.

El sonido de un carruaje, llamo la atención de Cenicienta y de Brett. Salieron para ver si por fin llegaron.

Y así erá.

Un empleado abrió la puerta del carruaje y primero salió una mujer pelirroja, ojos verdes oscuro y un rostro pálido. En su rostro no había ni felicidad ni una sonrisa, solo su seriedad e intimidante.

―Mileidy ―el padre de Cenicienta hizo un ademán y beso sus nudillos.

Aquella mujer dirigió su mirada a Cenicienta y dijo.

― Usted debe se Cenicienta ―pronunció aquella mujer.

Cenicienta sonrió como siempre y estrecho su mano.

―Así es, mi padre me dijo que se llama Coolorin Scodelario ―dijo Cenicienta.

―Es Caolín Scodelario, niña ―escupió aquella mujer. Le paso por el lado, dejándola con la mano aun extendía.

Del carruaje salió dos jóvenes muy parecidas. Con el cabello en un moño alto y vestido muy pesados.

― Oh, Cenicienta es realmente hermosa ―dijo una de ellas.

Cenicienta solo sonrió.

― Muchas gracias.

―Porque esta vestida así ―dijo la otra joven.

Cenicienta bajo su mirada a su vestido color azul simple y sólo dijo.

―Es lo que uso en casa ―dijo apenada .

― Porque eres tan insolente ―le dijo la joven a la otra.

―Deja de joder ―dijo, dirigiéndose a la gran casa, seguía de la otra joven.

El padre de Cenicienta se le acercó y le susurro.

― Te le paciencia, aveses son así ―dijo Brett, alejándose y entrando a la casa.

Cenicienta solo suspiro y entro a la casa.

Una Cenicienta RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora