Capitulo 4 |Limpieza.

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Cenicienta.

Desde qué entré a casa, mi madrastra me mando a limpiar la cocina. Cosa qué no refuñe.

Lavaba cada plato, qué se encontraba sucio, y aunque tenga una montaña de platos qué por la cual ahí que limpiar. No me importaba lo que limpié, lo que me molesta es qué ellas no hagan nada.

-¿Cansada?- la voz de Erika se hizo presente. Me volteó para poder verla.

-Oh no, apena empiezo -dije, volviendo mi mirada al fregadero.

-Te noto tensa- añadió, poniéndose al lado mío.

-Pues no lo estoy -asegure.

Hubo un silencio hasta qué hablo nuevamente.

-¿Te ayudó?.

La miré y negué rápidamente.

-Tranquila, además ya casi término- contesté.

-¿Enserio?, por qué veo mucho platos sucios.

Si que lo había.

-Oye lo siento, si mi madre es brusca contigo, y te trate mal y....

-Erika- Eriza entro a la cocina, interrumpiendo totalmente a Erika.- que haces aquí con esta -prosteto. Me enoje mucho por su tono de hablar ante mi persona.

No te altere, no responda, se amable. Siempre perdona.

Esa frase estaba en mi mente, y siempre me acordaba de cada cosa qué dijo mi madre.

-Deja de ser insolente, y sal de aquí -le respondió Erika. Con su tono de molestia.

Ellas discutían mientras yo estaba muy lejos de lo ajeno. Nunca me gusto intervenir si es de entre familia.

Termine de limpiar cada cosa, qué había en la cocina, y poniendo cada cosa en su lugar, hasta qué escuché la voz de Caolín.

-¿Qué sucede aquí? -pregunto enfadada. Su ceño esta fruncido, así que a lo mejor estaba leyendo un libro. Siempre se pone así cuando esta leyendo algo qué realmente le gusta.

Y ahora que me di cuenta, las hermanas casi se golpean, estaba tan consetrada qué no me di cuenta de aquello.

-Es culpa de las ratas de Erika y Cenicienta, Madre- Chillo Eriza.

¿Pero yo qué?... Nunca intervine, sobre aquello.

Caolín me miró, y su ceño se fruncio aun mas.

-Tu Cenicienta -me señalo con su dedo -estas castigada. No almorzara ni cenara, como la cocina esta limpia, es mejor que vallas limpiado el piso de arriba-añadio. Pero por qué me pone hacer semejante cosas, si aún averiguar si es cierto lo qué dijo Eriza.

-Madre, Cenicienta, no tiene que ver con esto. Es culpa de Eriza y mia-intervino Erika.

Eriza abrió su boca exageradamente. Mientras wyè Caolín la miraba sin ninguna expresión. Pero me sorprendió su respuesta.

-Ella estuvo con ustedes así qué ella tiene la culpa. Eriza y Erika vayan a su habitación y tu Cenicienta -su mirada penetrante me miro-quiero qué lavé el piso de arriba-Erika se interpuso hablar pero Caolín subió la mano, haciéndole que no diga ni una sola palabra. -es mi última palabra .

Después de eso salió dejando un silencio en la cocina. Erika me miro con su mirada triste. Pero ella no tenia la culpa de nada, ella nunca la tubo.

Padre, no sabes cuanto te hecho de menos.

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Hola, perdón por mi tardanza. Es que con tanta historia no tengo historia. Pero la pregunta de hoy.

¿Odian a Caolín?

Una Cenicienta RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora