VI

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El silencio de la habitación era opacado por los chasquidos y las respiraciones agitadas de ambos muchachos que llegaron a caer en el sofá del hogar de Yuuri apenas, pues entre los besos y toqueteos nada tímidos por parte de Otabek apenas lograron entrar.

El kazajo yacía sentado con Yuuri sobre su regazo, acariciando cada centímetro de su increíblemente suave espalda, demonios, Otabek nunca antes había tocado piel más suave y lisa.

Quería morderlo y dejar sus marcas en todos lados.

Yuuri tampoco se quedaba atrás, quería culpar a la adrenalina por haber viajado casi media ciudad en una motocicleta, pero debía ser sincero consigo mismo y aceptar que ese chico era demasiado ardiente como para dejarlo ir nada más.

¿Qué? Katsuki Yuuri también puede ser atrevido de vez en cuando.

Con el torso de Otabek al descubierto y Yuuri con apenas su playera ya mal puesta en su cuerpo, un nuevo beso inició al mismo tiempo que un pequeño balanceo por parte de las caderas del japonés, sacándole al menor un jadeo de gusto. Las grandes manos del castaño se amoldaron a ese firme trasero y le incitó a seguir con ese delicioso meneo sobre su entrepierna.

Usando la fuerza necesaria, Otabek recostó a Yuuri a lo largo del sofá mientras que él se acomoda entre esas regordetas pero gloriosas piernas cubiertas por esos ajustados pantalones, que posiblemente dentro de poco desaparecerían.

Los labios de Otabek bajaron hasta el cuello del japonés, dándose el gusto de olisquear a gusto el delicioso aroma del perfume ajeno combinado con el propio aroma natural de ese bello doncel. Siguió su camino mientras que una de sus manos se colaba por su camiseta, acariciando esos pequeños pero lindos pezones en lo que volvía a besar los adictivos labios de Yuuri.

Joder, se sentía como un total desesperado, pero realmente quería poseer a ese doncel.

—Ngh...Otabek...—Y ese fue el gemido que detonó todo dentro del kazajo. Pronto, el castaño comenzó a simular embestidas lentas pero fuertes mientras luchaba por arrancarle finalmente la estorbosa camiseta que ocultaba esa cremosa piel.

—¡Yuuri, adivina quién llegó! Oh...—Viktor Nikiforov apareció en la estancia de Yuuri mientras llevaba a su fiel amigo, Makkachin a su lado.

A la velocidad de la luz, Otabek se bajó de Yuuri mientras este ocultaba su abdomen (aún algo rechoncito) y se sentaba con el rostro ardiendo al rojo vivo.

Segundos después, Yuuri se levantó del sofá además, caminando directo hacia Viktor para quitarle la camiseta de Otabek que había recogido del suelo o quizá a golpearlo, pero el ruso fue más hábil y le rodeó de los hombros mientras miraba despectivamente al nervioso Otabek.

Cariño, ¿quién es él y porqué estaban tan acaramelados?  —El rostro de Yuuri palideció de un segundo a otro mientras se giraba a mirar el sorprendido rostro de Otabek.

¿Qué carajos estaba diciendo Viktor?

—Darling, no pude sacar la otra maleta del auto, tendrás que ayudarme. —Otro sujeto, igual de atractivo que el albino apareció por la puerta, con una enorme maleta en una de sus manos.

Viktor le hizo una silenciosa y sutil seña a su pareja y luego continuó con el juego. — ¡Yuuri, amor mío! ¿Con dos? Nunca lo esperé de ti.

—Cerdito, ¿me eres infiel con ese guapo de allá?  Hm, al menos tienes buenos gustos. —El chico de puntas rubias miró de pies a cabeza al paralizado kazajo, el cual ya se estaba haciendo una película tipo Hollywood en la cabeza.

¿Yuuri tenía pareja? ¿Y engañaba a su pareja con...? ¿Quién era su pareja? ¿Qué caraj...?

—¡Ya basta ustedes dos! —Gritó Yuuri aún con el rostro hirviendo de lo rojo que se encontraba, simplemente tomó la camiseta de Otabek para entregársela y ponerse los lentes que por alguna razón estaban en el suelo. — ¿Qué hacen en mi casa a esta hora? ¡Ustedes llegarían mañana!

—Ush, el cerdito se nos enojó. —El rubio de ojos verdes volvió a reír de la estatua en el que se había convertido Otabek. — Tranquilo, mi amor, sólo somos amigos de Yuuri que querían darle una sorpresa.

—Lo siento, pero es raro que Yuuri traiga...amigos a jugar. —Bromeó el ruso mientras soltaba la correa del caniche, el cuál corrió  hacia el japonés lo más rápido que su avanzada edad le permitía. — Soy Viktor Nikiforov, el mejor amigo del mundo mundial de Yuuri. Y no, Phichit no cuenta.

El doncel japonés bufó mientras se agachaba a acariciar al precioso poodle. No se atrevía a ver el rostro de Otabek, la vergüenza no se lo permitía.

—Y yo soy Christopher Giacometti de Nikiforov. Mejor dicho, pronto seré de Nikiforov. —Ante eso, el japonés alzó su mirada bastante sorprendido hasta que una sincera sonrisa se formó en su rostro.

—Felicidades por su compromiso, se me hacía raro que Viktor ya no me llamara para preguntarme si preferías unas esmeraldas o zafiro para tu anillo. —Otabek, que seguía sin hablar o siquiera ponerse la camiseta, guio su vista hacia el bonito doncel que estaba a su lado aún mimando a ese caniche.

Si, se podría decir que Otabek se imaginó pasando toda su vida al lado de ese chico.

Con un suspiro de alivio se vistió, terminando por volver a ponerse su chaqueta de cuero.

—Yuuri, yo...deberé irme, atiende bien a tus invitados. —Yuuri cambió su mirada a una más apagada mientras asentía y le indicaba a la pareja que se acomodase en la habitación para huéspedes mientras él salía unos minutos.

—Lamento lo que pasó, n-no quiero que pienses que soy un lanzado o algo así, es sólo que...Dios, eres ardiente y...y me atraes mucho, pero jamás quise orillarnos a esto...—El balbuceo del pelinegro fue detenido por los labios del varón, que le besaron con una extraña pero reconfortante y adorable suavidad.

—No sabes lo...aliviado que me sentí cuando dijeron que sólo era una broma. —Otabek le mostró una de sus sonrisas, acariciando la acolchada mejilla del japonés sin querer separarse aún. — Porque te juro...que hubiese hecho hasta lo imposible porque te quedaras conmigo.

HOLA

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HOLA

Espero que no se hayan olvidado de este bonito fic, sí, tardo milenios en actualizar, pero ahora quiero culpar a la universidad por eso

También quiero aprovechar de promocionar la historia de una escritora muy buena, también OtaYuuri ya que todos sabemos lo difícil que es encontrar de esta pareja

https://my.w.tt/YHp42M0odO

Ahí está el link, nos veremos a la próxima, bai.

ITS GIGI STYLE

Ups! [OtaYuu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora