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Estaba en mi patio aprovechando mi piscina y los días soleados que pronto se irían.
Tenía mi teléfono en la pinta de está sobre una toalla, refugiado que cualquier gota que quiera ir a parar a él.

Comenzó a sonar frenéticamente así que me acerqué hasta ahi, de un salto pero senté en el borde y seque mis manos para luego agarrar mi preciado teléfono.
A mi sorpresa la que me escribía era Susan, me sorpendio que incluso aún tuviera mi número.

Hablamos unos minutos cuando de la nada comenzó a hablarme de ti, yo no entendía mucho. Me pregunto como íbamos y todas esas cosas, me comento también que te había visto hoy.
Yo le aclare que no éramos absolutamente nada y ella asombrada me dijo que eso diste a entender.

¿Enserio? Debe ser una maldita broma.

Le dije que estaba ocupada y volví a la piscina para relajarme y así olvidarme un poco de todo este revuelo

Querido Matt [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora