Al despertarme de mi sueño profundo me toma algo de tiempo entender donde estoy y que es lo que me ha pasado, me he desmayado y gracias a la camilla, los dibujos de animales e instrumentales médicos puedo descifrar que me han traído a enfermería.
Marvin al notar que he despertado, se acerca hacía mi, y dice:— Te desmayaste.
Wow, no me digas.
—¿Te sientes bien?,— pregunta y toma mi mano, por instinto la quito incomodando la situación.
—Lo siento no quería que...
—No no, tranquila, tú dijiste que querías ir lento, y yo te agarro la mano, es mi culpa—, lo miro confundida y él me sonríe alivianando por completo el ambiente,— pero, ¿Si estás bien?.
—Creo que nunca me he sentido mejor,— me levanto de la camilla rápido, tambaleo al principio sosteniéndome en el pecho de Marvin,— ¿podemos irnos rápido de aquí?.
—Vamos pequeña.
Ya son alrededor de las seis de la tarde, y el cielo empieza a montar toda una obra de arte para nuestros ojos, me dedico a apreciar el ultimo suspiro del día mientras Marvin conduce.
—Te desmayaste por dos razones posiblemente, pero aún no puedo descifrar cual de las dos es la causa— habla Marvin rompiendo el silencio que el majestuoso atardecer había dejado.
—Digame detective, causa número uno— me burlo y actuó como si estuviera anotando cada palabra.
—La primera causa, y la más probable es el no haber almorzado nada, la víctima se debilito por falta de alimento, y lo admito esa es mi culpa, ¿Anotado?—, regresa a verme y asiento mientras que sigo anotando falsamente en mi mano,— La segunda causa es culpa de la victima, ya que la víctima tiene una especie de fobia por las alturas, y por ende también tendría miedo a este tipo de juegos.
—¿Cómo lo supiste?—, pregunto asombrada, no puedo creerlo que sepa de mi miedo con tan solo un desmayo.
—Los paramédicos al medir tu pulso cardíaco vieron que estaba muy acelerado, supusieron que fue por la montaña rusa,— estaciona el carro en McDonalds, apaga el auto y toda su atención está enfocada en mi,—¿Por qué no me dijiste?.
—Pensé que no era algo importante de decir,— me encojo de hombros e intento abrir la puerta para no tener que seguir dando explicaciones, pero está con seguro, parezco gato encerrado.
—Sabía que intentarías salir, y obviamente que importa Olivia, podrías haber muerto.
—No exageres, todavía no me quieren por allá, o sino ya hubiera muerto.
—Estas loca, no me hubiera perdonado si algo mucho más grave te pasaba,— suena realmente preocupado.
—Si, estoy loca, pero por ti,— sonríe relajando sus expresiones faciales y de alguna forma también me relaja a mi,— ¿podemos salir a comer?, muero de hambre.—Marvin sale del auto, lo rodea hasta llegar a mi puerta y la abre.
Por fin soy libre.
—Otra razón por la que te encerré es porque quería ser todo un caballero, en el parque me olvide de abrírla y eso debió haber bañado puntos.
—Ese pequeño detalle, no bajo ningún punto.— entrelazo nuestros dedos, para mi asombro no se sorprende y nos dirigimos hacia el restaurante, juntos.
Es realmente increíble la capacidad que tiene mi estómago para almacenar comida cuando tengo hambre, junto a Marvin hemos hecho una competencia de quien comía más y sin pensarlo gané yo, comí cinco hamburguesas, incontables papas fritas y tres gaseosas.
Creo que invitarme a salir sale muy caro.
—Al parecer tenemos casa sola,— digo al notar que todas las luces de la casa están apagadas.
—Así puedes pagarme con carne en vez de dinero.— me mira con una sonrisa traviesa y podría jurar que es encantadora.
—Es una propuesta tentadora, pero necesito pagarte en en efectivo todo lo que comí y no me harás cambiar idea.— nos adentramos a la oscura casa y definitivamente no hay nadie, estamos solos.
Todas las cosas que podríamos hacer.
Olivia controla esa mente, por favor.
—Tu no comiste, tragaste.—Marvin me toma de la cintura y me acerca mucho más a él.
—¡Oye!— golpeó su pecho y me sorprende lo duro que está.
Como será allá abajo.
Esto ya no es sano.
Sus infinitos ojos azules analizan cada centímetro de mi rostro y se quedan en mis labios.—¿Das besos en tu primera cita?
Río tratando salir de su agarre pero se me hace imposible, si que se ha estado ejercitando.— Tienes que ganártelo.
—¿Acaso no me lo he ganado? Me mentiste sobre el parque y no me enoje eh, te me desmayaste por casi diez minutos mientras yo estaba muriéndome de la preocupación, y te comiste toda mi billetera en hamburguesas.
—Sacarme las cosas en cara si te baja puntos.— vuelvo a intentar zafarme de su agarre está vez exitosamente.
Dejó a Marvin en la sala, y subo a mi habitación a ver el dinero que le debo por comer tanto, al entrar a mi habitación mi celular está lleno de notificaciones de llamadas perdidas de un número desconocido.
Decidí dejar aquí mi celular ya que considero de mala educación pasar con el celular mientras estas con otra persona y de igual manera nadie nunca me escribe, ni me llaman. No tenía sentido llevarlo a la cita.Vuelve a llamar ese número y decido contestar:—¿Si?.
Al principio hay un poco de interferencia y cuando estoy decidida a colgar se escucha una voz femenina,— Olí, ¿Como vas?, ... ¿Me escuchas?.
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Doble actualización —>
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El Caos Perfecto
Roman pour AdolescentsVenir de intercambio por un año a Alemania es lo mejor que me ha podido pasar en la vida. He conocido personas inolvidables, como mi familia adoptiva, compañeros de instituto y trabajo. He experimentado cosas nuevas tales como saltar de un puente, e...