Mi fuerza interna

Capítulo 9

AVISO: Hinata gana los torneos Chunin de la Niebla, matando a dos Genin en defensa propia e hiriendo a varios ninjas, pero los ayuda con Ninjutsu Médico. Ella regresó a Konoha, después de quedarse 3 días más en la Niebla.

Ya estaba en las puertas de Konoha, los guardias se mostraron alertas, pero al verme con mi banda Ninja, se mostraron contentos.

Entré dándoles a los guardias un asentimiento de saludo, estaba vistiendo un chaleco Chunin con una diferencia a la de Konoha, ésta era de un color rojo vino oscuro. Estaba caminando hacia la torre Hokage, sentí varias miradas pegadas a mi presencia. Entré hacia la puerta del Hokage.

— ¿Qué desea con el Hokage?— el guardia ANBU se puso en medio del portón.

—Vengo a hablar con el Hokage en privado, soy Hinata Hyuga. — contesté secamente.

Se hizo a un lado, me permitió pasar, le agradecí indiferentemente.

—Buenos días Hokage-sama, vengo a dar mi reporte. —Le entregué la información.

—Bueno, primeramente, felicidades por ascender a rango Chunnin, yo sí estuve plenamente confiado en que usted lo iba a lograr— me sonrió el viejo Hokage. — pero lo que me dices, justo aquí en observaciones, te dolió la cabeza, con lo cual te drenó el restante de tu Chakra. — me miró seriamente, a lo que yo solamente asentí con la cabeza. —Te voy a disgregar de tus misiones que te encomienden por dos semanas. Procuro ir al hospital, te voy a dar algunas referencias para que te hagan más análisis.

—Gracias señor Hokage, agradezco su preocupación— y sin más, salí del lugar.

Al salir, comenzaron a inspeccionarme con la mirada la mayoría de los aldeanos. Me encogí de hombros, tenía una imaginación que era por las noticias que circulaban.

Ciertamente, ví en los periódicos de un estante de la tienda de flores, en primera plana de un Genin que mató a la mayoría de ninjas en un solo acto. Me quedé en blanco ante esas noticias, no todo era cierto, aunque no me dio tanta preocupación. 

Pasé de largo caminando de manera calmada, cuando de repente me interceptan Kiro y Saori, ese dúo era inevitable. Les sonreí, y comenzaron a hablarme, miento, estaban chillando.

—Hinata-chan estás en todas partes, ¡Felicitaciones!, te vamos a llevar para celebrar en la barbacoa, ¿O quieres comer en los puestos Ramen?, por mí no hay problema, ¡kyyaaaaaa!.—me reí ante su comentario. A veces Saori podía ser chillona, pero igual me hacía sentir más confortable con ella tanto como Kiro, no importaban sus edades, parecían más infantiles.

Comenzamos a reírnos a carcajadas por todas las bromas que éste par hacía.