[ ¡Conejito! ]

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¡Nuevamente aquí estamos!
Estoy bastante felíz de poder hacer por fin mi primera historia larga, ¡Y es una comedia!
Me encantan las cosas dramáticas pero, quería hacer de esto algo gracioso así que, ¡A leer!

Les dejo como recomendación escuchar la canción de Bolbbangan4, para ponerse en ambiente.

Advertencias. (Si es que hay algo qué advertir.)

ㅡ YoonGi travestido.
ㅡ Comedia y humor estúpido.
ㅡ Capítulos cortos de 500 a 1000 palabras.

Muchas personas son capaces de hacer lo que sea por dinero

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Muchas personas son capaces de hacer lo que sea por dinero. Incluso perder su dignidad, cometer homicidios o hacer favores sexuales.

YoonGi, se consideraba alguien que iba por el camino "Correcto" y le parecían repulsivos esos seres que eran esclavos del dinero.

Sin embargo... A veces la vida puede dar muchas vueltas.

Empezando su primer año en la universidad y apenas teniendo un poco del dinero que le dio su madre al mudarse a la capital de su país, estaba seguro que pronto estaría viviendo en la calle y alimentándose de ratas.
Era su primer mes ya empezando sus clases y la comida en su pequeño refrigerador ya había desaparecido.

Morir joven se veía tentador, pero seguro entristecería a su familia.

Y ese fue el inicio del infierno.

Una compañera de clases que era muy rara y habladora, solía estar acosando a las chicas de su salón para que se unieran a su pequeño proyecto, cosa que, no iba muy bien que digamos.

En su desesperación y curiosidad, cometió el error de preguntar por el empleo, y fue ahí donde YoonGi se convirtió en lo que quería destruir.

Habían pasado cuatro meses desde que comenzó a trabajar mediante una recomendación, y aunque su moral estaba disminuyendo día con día, podía permitirse una vida "Tranquila" en cuanto a gastos. Todo lo que un estudiante de la carrera de composición y producción musical necesitaba en la diminuta habitación para universitarios que rentaba.

Esa misma tarde, después de una agotadora jornada de clases, comenzaba la tortura diaria llamada "Trabajo".

ㅡ ¡Vamos YoonGi, no te quedes ahí parado y quítate ese cigarrillo de la boca, vas a apestar! ㅡ Su jefa, Lalisa, o "Lisa" como le llamaban todos estaba haciendo un escándalo desde la entrada de la cocina y él, ya estaba retrasado en su pequeño descanso. ㅡ Hay nuevos clientes sin ser atendidos así que mueve esos pies, "Señorita". ㅡ Ante esos comentarios tan sólo hizo una mueca de querer vomitar, pero aún así se arregló el delantal del disfraz que traía y puso unas orejitas de conejo sobre la peluca de cabello corto y negro que tan bien ocultaba su verdadera identidad.

Bajo ese maquillaje, ese delineador, máscara de pestañas, un lindo labial rosa y un poco de rubor, se escondía un agrio chico de 21 años queriendo suicidarse por haber aprendido a maquillarse mejor que cualquier muchacha de su clase. 

En efecto, habían nuevos clientes qué atender pero, todo ellos eran viejos sonrojados que tan solo iban allí a ver jovencitas con atuedo de sirvienta, esa clase de tipos a Min le daban asco, pero aún así él, o más bien "Ella" se disponía a atenderlos lo mejor posible.

Muchas veces incluso esos vejestorios habían intentado pasarse de listos con Min, queriendo ver bajo su falda e incluso manoseando su trasero, cosa que, aparte de estar tremendamente mal, lo dejaba en peligro de ser descubierto.

¡Bajo esa falda usaba boxers por el amor de Dios! Y claro, las bofetadas que se ganaban esos depravados eran lo mínimo que podía hacer, a pesar de que luego lo regañaran.

Entre mesa y mesa, llegó a tomar la orden a otro cliente, estaba cerca del fin de su turno, así que sus ánimos estaban relativamente bien.

Más, inmóvil se quedó frente a la pequeña mesa al notar que se trataba de un chico, un joven. O más bien; Un mocoso.

YoonGi siempre estaba nervioso junto a personas que eran jóvenes, y más aún cuando traía un bonito atuendo de volantes y orejitas de conejo esponjadas; Min YoonGi quería morirse ahí mismo.

Para su fortuna, la forma en la que él atendía a los clientes era mediante escritos, ya que su voz era bastante grave como para fingir una femenina y dulce voz, lo que usaba entonces era una pequeña y mona libreta con forma de gatito. En la que escribía para poder comunicarse mejor, y que no dudó en mostrar al nuevo cliente, la nota decía:

"¡Bienvenido al Maid Café "Love in Pinku"! Soy Min YoonJi y estaré encantada de atenderlo hoy, ¿Qué del menú será su orden? (* ㅅ *)"

Mientras tanto el chiquillo leía, ella se encargó de ponerle unas orejitas de conejo iguales a las que llevaba; Cortesía del establecimiento. Servían como recuerdo.

Sonrió entonces, intentando parecer lo más encantadora posible, esperando una respuesta, aunque por dentro quisiera huir de ahí y fumarse lo que le quedaba de la cajetilla de cigarrillos. Ugh.

Pero ese chiquillo dientón no parecía ponerle atención a lo escrito, sino que, por un momento, parecía estar babeando por "Ella".

Pero ese chiquillo dientón no parecía ponerle atención a lo escrito, sino que, por un momento, parecía estar babeando por "Ella"

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