• HASTA LA CUENTA DE 3. (2)

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Había cambiado de trabajo, había dejado la cafetería porque está decidió hacer recorte de personal y por desgracia le había tocado irse por su poco tiempo, que va. Medio año trabajando era muy poco como para que la que apenas llevaba como unos dos meses ahí se quedará solo porque estaba demasiado bonita. Que se jodiera medio mundo.

Había peleado con KyuHyun al darle a entender qué aceptaría el trabajo que le habían ofrecido aquel bar, tuvo que darle una buena noche caliente para que este accediera a decirle que podía.

Ahora llevaba más de medio año trabajando en aquel lugar. Se le hacía increíble ver cómo el tiempo había pasado tan rápido, en que momento su vida había dado un cambio tan inesperado de un día para otro desde que había logrado salir de su casa. Apenas y tenía pláticas pequeñas con su hermano, pues el terminaba cortando las llamadas cuando KyuHyun llegaba. No quería involucrarlo en nada.

Mientras terminaba de limpiar unas mesas, su mirada fue a dar al anillo de plata que tenía en su dedo índice. Sonrió un poco, pero fue por unos segundos al recordar como una vez le habían asaltado de regreso al departamento quitandole aquel anillo. Cuando llegó con KyuHyun en medio de lágrimas, le describió como era el tipo quien lo había hecho. En la noche, el menor regresaba con la cena comprada y el anillo en su bolsillo. Ni para preguntar cómo lo había conseguido cuando era fácil de suponerse, ese día fue el mejor después de ver como hacia de todo para poder ver su sonrisa.

Sintió unas manos en su cadera que le hicieron darse la vuelta para ver al responsable, de inmediato se encontró con una sonrisa amistosa de SungMin quién le miraba directamente.

-Yesung Hyung -este estiró una de sus manos hacia su cabello para poder tocarlo-, realmente te queda muy bien el color rubio.

También terminó sonriendo. Había accedido a cambiar su look con este, al principio fue perforar sus orejas, y claro que le había dolido demasiado cuando según no iba a haber algún dolor. Fue por eso que sé negó rotundamente cuando le dijeron una en el labio inferior. Después de eso, le dió tips para poder vestirse y después terminó en el color de su cabello.

Claramente que ese cambio atraía la mirada de muchos y la felicidad de KyuHyun quien se lo demostraba en la cama, pero había algo que no le gustaba.

-Ya deja eso. El jefe ha dicho que nuestro turno acabo, podemos divertirnos.

Volvió a hablar haciendo que dejara el trapo que había estado entre sus manos por un rato.

Asintió un poco torpe mientras iba caminando detrás de este hacia los casilleros donde se sacaron el mandil que los caracterizaba como los meseros para ponerse su ropa. Él solo terminó poniéndose la chaqueta mientras seguía pensando en todo lo que su cabeza pudiera, incluso atormentandolo demasiado en muchas ocasiones.

A veces le hubiera gustado demasiado ser como SungMin. Este parecía vivir muy feliz sin importarle lo que sucediera a su alrededor, después de todo este vivía muy feliz, solo y sin necesitar de nadie.

Al salir hacia el bar de nueva cuenta, se dió cuenta que la música había cambiado a una más movida. Las personas ya se habían puesto de pie para poder ir hacia la pista de baile donde habían comenzado a bailar, unos pegado a otros. Sin importar estar en un lugar público, miró como muchos restregaban su pelvis contra el trasero de mujeres e incluso hombres.

Recibió un vaso de alcohol que SungMin había ofrecido hacia su dirección para poder beber de este sin despegar su mirada de todos aquellos quienes seguían en lo suyo.

Ni siquiera pudo oír lo que SungMin había estado diciendo porque la música mezclada con el alcohol solo estaba provocando que su mente estuviera violando en ese momento. Podía sentirse como que sus pies no tocaban el suelo, todo le daba vueltas y no podía parar de dejar de beber por la impotencia que estaba sintiendo su cuerpo desde hace días.

• Hasta la cuenta de 3; KyuSung.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora