CAPÍTULO 39

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N/A: 2K!!! Gracias a todos, los amo.

- Sara S.


Trato de pasar por alto el hecho de que debo estar roja como un tomate y estar al lado de Theo acelera mi pobre corazón. Suelto un suspiro cuando Theo empieza a abrir la puerta.

Él adelanta la cabeza pero frunce el ceño – no hay nadie, April.

-¿Qué...?

Me adelanto hacía él y veo que, evidentemente, no hay nadie en la puerta.

El pasillo de las puertas está despejado. A lo lejos no hay nadie que podamos ver como para decir que ello tocaron la puerta; mucho menos podemos decir que es una broma porque no hay adolescentes riendo porque caímos en la broma.

-¿Será que lo imaginamos?

Me encojo de hombros – tal vez, aunque no creo.

Theo se voltea hacia a mí.

-¿Por casualidad no consumiste algo y cuando te bese, ya sabes...?

Abro mis ojos como platos y lo golpeo en el hombro.

-¿Qué rayos, Theo? – él se ríe al ver mi reacción – además, el que consumiera drogas, entre tú y yo, serías tú, Theodore.

Theo pone cara de indignado con una mano en su corazón.

-¿Acaso tengo yo cara de drogadicto, señorita Rodríguez?

Oh, claro que no tienes cara de drogadicto, sexy...

Theo frunce el ceño pero puedo ver diversión en sus ojos azules.

-¿Ah, no? – mierda, pensé en voz alta - ¿Entonces de que tengo cara, April?

Me relamo los labios – de imbécil, de eso tienes cara.

Theo se ríe y me parece la cosa más hermosa del mundo. Sus ojos se achican mientras sonríe y su sonrisa... es la cosa más perfecta que he visto. En lo más profundo de mí, no sé qué hace un chico como Theo soltero; si yo no lo conociera y lo viera en la calle, seguramente me tiraría encima de él.

-¿Oh, en serio? – dice siguiéndome el juego – eso no lo dijiste mientras me besabas hace unos minutos...

-Tú me besaste, loco – digo – y no hubiese caído si no me hubieras cogido desprevenida.

Theo se acerca unos pasos a mí - ¿Quieres apostar?

Suelto un bufido y ruedo los ojos. No voy a negar que yo estaría encantada porque el volviera a besarme, pero, ni en un millón de años, eso puede volver a pasar.

-Sabes, Theo, deberías ir por un poco de comida – digo y veo a Theo fruncir el ceño – porque me estoy muriendo de hambre.

Él se aleja de mí y levanta las cejas – bien, April. No te voy a negar que también tengo hambre – dice y se da la vuelta – pero no te saldrás con la tuya tan rápido.

-Ajá – grito cuando el cierra la puerta.

Por alguna razón estoy sonriendo. Hay algo que Theo hace que causa algo en mí. Me muerdo mi uña para intentar quitar esa sonrisa estúpida que tengo en mi cara, pero me doy cuenta que es una pérdida de tiempo. Suelto un suspiro y me dirijo a la habitación para cambiar esta camiseta.

Toc, toc, toc.

Frunzo el ceño y suelto una risa mientras abro la puerta.

-Wow, Theo, qué servicio tan rápido de la cafete-

No es Theo, es Wynd.

-Oh, hola – digo recostándome en la puerta.

Sus ojos grises azulados se levantan del piso lentamente y esboza una sonrisa.

-Hola, April.

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Separados por una pared [#LEA1] #CarrotAwards2019Donde viven las historias. Descúbrelo ahora