Capítulo 1

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Del como terminó todo.

No cambiaría nada revestir las cosas para hacerlas parecer buenas, porque en realidad no lo eran

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No cambiaría nada revestir las cosas para hacerlas parecer buenas, porque en realidad no lo eran. Fueron destellos fugaces de algo que prometía empezar bien pero que terminaría acabando mal.

Si bien la culpa no la tenía yo, era en conjunto; es tan irónico que la única vez desde lo que se suponía que debería de habernos acercado más, fue y será, lo que terminó destruyéndonos.

La ambición insana de poder puede llevar hasta al más bondadoso a
sucumbirse en el más puro éxtasis lujurioso, en donde el poder absoluto es el elixir más delicioso que puedas probar.

Me dirán que los lazos son tan fuertes que ningún obstáculo consiguiera romper. A veces, el único lazo que podemos tener es ese, ya que irremediablemente no podemos hacer
borrón y cuenta nueva.

Analiza de nuevo esto y reformúlalo.

La mente es algo fácil de guiar, lo instruye la sociedad; al inculcarte como debes actuar, cuál debe ser tu rol en ella. Y si, por alguna mera razón quisieras pensar y accionar diferente, la sociedad gobernada en una dictadura en donde su mayor objetivo es educar a las personas en la ignorancia, y así dejarlas en una modorra infinita.

Por eso uso esta comparación; es algo compleja, pero sitúa mi intento de accionar, porque el resultado fue desastroso. No perdí yo, perdió aquella gente con ganas de libertad, no para ellas, que ya se habían conformado con la miseria y la ignorancia tan latentes en aquellas mentes sin descubrir un mundo distinto, sino en un buen futuro para sus descendientes, que accedan a lo que por desgracia ellos no pudieron tener.

Y mis ganas de luchar fueron marchitas, como de una flor se tratase, tan bella antes de florecer, hermosa durante la transición y por sobre todo magnífica al momento de marchitarse.

¿Por qué?, porque dejó un camino cuesta suya, impregnada de grandes logros.

¿Qué lograría? Embellecer una humilde morada, alegrar el corazón de una mujer o acompañar al alma de un difunto.

Dirás nuevamente a qué quiero llegar, pues es bastante simple.

"No hay más ciego que el que no quiere ver".

Esa era yo, estaba ciega y no por el inmenso dote que había adquirido, sino por darme cuenta de que había personas que no querían ser salvadas, sólo deseaban que entres a su
círculo vicioso, en donde quería que supieras, que no importaba aquellas atrocidades que realizaba , y que aun así había esperanza de que cambiaría y se daría cuenta de sus errores y
además los enmendaría o lo intentaría.

Hablo en pasado porque eso no sucedió, ella no cambió, no hubo un y cambió y vivieron felices para siempre.

Y aun así, no hice nada. No hice nada porque tal vez te suene muy rebuscado, pero una frase anónima lo enuncia de la mejor manera, la sangre te hace pariente, pero la lealtad te
hace familia. Yo creía que había lealtad, amor, que ella seguía siendo ella, a pesar de lo que paso, pero la cruda realidad es, que nunca supe quién era ella, solo uso una máscara todo el
tiempo, que poco a poco se adentró en su ser, y se convirtió en una segunda piel.

Las acciones, los hechos, y las circunstancias develaron lo que todo el mundo ansía; descubrir su verdadero yo. Y déjame decirte, que su ser, es una completa atrocidad, retorcido, lujurioso y sobre todo egoísta.

Jamás pensé que esté hablando así de mi propia hermana, como alguien con quien compartí toda mi vida pudo llegar a ser así, ni yo misma tengo respuesta a eso.

Yo al igual que mis hermanas fuimos cruelmente engañadas, creímos y aseguramos,que el enemigo era otro.

Que gran equivocación cometimos, el enemigo estaba entre nosotras, planeando meticulosamente, todos los detalles para su plan.

Batallé con mi propia mente al no creer en lo que había presenciado, que todo era producto de una increíble estrategia por parte de ella,para capturar al enemigo.

Pero si lo hizo, capturó al enemigo, a la única pieza que estorbaba y arruinaba su plan.

Te acuerdas que dije que ella adoptó una segunda piel, pues si, lo capturó.

Y fue donde todo se derrumbó.

Ella acabó con la falsedad que tanto había sostenido, su última pieza en un tablero de ajedrez , dejó caer su máscara para mostrarnos su verdadero ser, y ese fue sin duda su mayor
jugada.

Con ese movida tan simple pero a la vez crucial.

Destruyó las defensas de su contrincante e hizo jaque mate.

No falta decir quién o quiénes eran sus contrincantes.

Mentir nunca fue lo mío, pero en este caso omití cierta información a mi dulce hermanita-nótese el sarcasmo-.Que como ella aniquiló, humilló y engañó a todos, nosotras también podríamos hacerlo, no buscando alcanzar el poder, sino derrocarla.

Porque por más que sea mi hermana lo que hizo fue imperdonable, y debemos destruirla.

La venganza duele más cuando tu enemigo es tu amigo.

Esto no se trata del comienzo de las elegidas, sino del final que comenzó mal pero, no haré conclusiones anticipadas, es más emocionante saber el cuerpo de la historia para
disfrutar del final, uno que apenas acaba de comenzar......

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