5 - Oportunidad.

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Entre por las puertas de la universidad, caminando lentamente por los pasillos de esta

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Entre por las puertas de la universidad, caminando lentamente por los pasillos de esta. Sinceramente, no tenia ni ganas de empezar de nuevo la universidad. Quisiera poder estudiar desde mi cómoda y calentita cama.
¡Pero no! ¡Eso no es posible!

Abri mi casillero y de el saque los libros de mi primera clase, la cual era frances.
Sentía un amor/odio por esa clase.

Un brazo paso por mis hombros, sobresaltandome. Rapidamente gire mi cabeza hacia mi derecha, viendo ahí a mi mejor amigo Ruben.

— Hombre, hasta que llegas. Te estamos esperando en el patio. - Me regaño. Rodee los ojos.

— Que pereza, tío... - me queje. El rió y tiro de mi, obligándome a caminar.

— No queeeeerooo' - me quejé.

— No te comportes como un niñato y vamos. - Siguió jalándome hasta que me rendí y comencé a caminar.

La razón por la que no quería venir a la universidad era porque aquí estudia mi novia, oh bueno, mejor dicho mi ex novia.
Terminamos en el verano, y la verdad... Muchas ganas de verla no tengo.

Todavía le quiero y siento que si la veo me dolerá.

— Ostia, el niño ha llegao'. - Exclamo Mangel al verme llegar.

— El idiota no quería venir. - Hablo Ruben, recibiendo un golpe en el hombro de mi parte. - Oye, este brazo esta reservado para mis admiradoras. - Hablo egocéntricamente y le sonrió a dos chicas que pasaban a nuestro lado.

— Jennie no estará tan feliz si se entera de lo que haces... - murmure, cruzándome de brazos y dirigiendo mi mirada a otro lado.

— Estara feliz mientras que no se entere. - Sonrio traviesamente. Un pinchazo en mi estomago hizo que me saliera un quejido por mi boca.

— ¿Esta' bien? - pregunto Mangel.

— Si, solo sentí un pinchazo en mi estómago. - Le reste importancia.

— Oye, ¿y Sarah? - pregunto Ruben, dirigí mi mirada hacia el.

— Yo que se, por ahí andara. - Hice como que no me importara.

— Es tu novia y no sabe' donde esta, pueh... Que buen novio ere' - Hablo, irónicamente, Mangel.

— No es mi novia. Terminamos. - Me di media vuelta y salí de ahí, sintiendo sus miradas clavadas en mi espalda.

Mis ojos comenzaron a nublarse por las lagrimas, recordar a Sarah me dolía. Al fin y al cabo, hace mas de diez años que nos conocemos, y hace cinco que somos novios.

𝐂𝐨𝐮𝐧𝐭𝐢𝐧𝐠 𝐬𝐭𝐚𝐫𝐬 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora