El diario de Rogue

17/09/18(Lunes)

Hoy he estado hablando con Levy, es la novia de mi hermano y la verdad es que me llevo bastante bien con ella. Es simpática y muy inteligente, todo lo contrario a mi hermano Gajeel pero bueno. Los opuestos se atraen ¿no?

—Rogue, ¿como vas?—en aquel momento yo estaba estudiando en la biblioteca. Levy estaba leyendo uno de los muchos libros de esta y, al verme, se había acercado para saludarme.

—Un poco agobiado pero bien, ¿y tu?—había dejado de prestar atención al libro para girarme hacia Levy. Sonreía como siempre, llevaba sus gafas rojas puestas,  algo habitual cuando estudiaba o leía.

—La verdad, aun no he empezado a estudiar. Estoy enganchada a un libro super interesante.

Y te preguntarás, ¿por qué te cuento esta conversación? Bueno, pues resulta que Sting apareció y, literalmente, se puso entre nosotros dos. Pasó absolutamente de la presencia de Levy, como si no hubiera rastro de ella. Levy se asomó algo extrañada por la forma de actuar de Sting, naturalmente. Desde que te he empezado a decir las cosas lo único que sabes de Sting es que me gusta, pero nunca te he hablado de él. Sting es un chico sonriente, muy infantil y sobre todo amigable. Le gusta gastar bromas, de las cuales yo fingo molestia. Sabe ponerse serio cuando la situación lo amerita, y se ve muy sexy así, que conste. Por eso Levy se extrañó tanto, ella conoce a Sting de las veces que ambos han coincidido en mi casa, por eso ambos quisimos imaginar que no se había dado cuenta de la presencia de ella.

—Lo siento, no te había visto—se había disculpado con una sonrisa nerviosa, pero en realidad ni siquiera hizo el amago de apartarse, casi parecía que quería crear una barrera.

—No te preocupes, suele pasarme—contestó Levy bromeando con su propia estatura—Nos vemos esta tarde Rogue—ella decidió irse, normal con la situación que estaba viviendo.

Sting me miró, esta vez serio, no supe como interpretar esa mirada. Y mucho menos supe como debía interpretar el hecho de que, tras haber interrumpido mi conversación con Levy, él simplemente se haya alejado sin mediar más palabra para salir de la biblioteca.

No puedo evitar hacerme ilusiones al vivir estas situaciones. ¿Eso es malo?